jueves, octubre 06, 2016

Aniversario canonización de San Josemaría.











Una vez más se ha cumplido la parábola de la pequeña simiente: y hemos de llenarnos de agradecimiento a Nuestro Señor. Ha pasado el tiempo y el Señor nos ha confirmado en la fe, concediéndonos tanto y más de lo que veíamos entonces. Ante esta realidad maravillosa en todo el mundo —realidad que es como un ejército en orden de batalla para la paz, para el bien, para la alegría, para la gloria de Dios—; ante esta labor divina de hombres y de mujeres en tan diferentes situaciones, de seglares y de sacerdotes, con una expansión encantadora que necesariamente encontrará puntos de aflicción, porque siempre estamos comenzando; tenemos que bajar la cabeza, amorosamente, dirigirnos a Dios y darle gracias. Y dirigirnos también a nuestra Madre del Cielo, que ha estado presente, desde el primer momento, en todo el camino de la Obra[1].

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Cierre este chiringuito ya, SinRetorno. Adáptese a los tiempos, únase a nosotros. Somos muchos, nuestras prácticas le harán feliz. Abandone esa absurda trinchera en medio de la nada.

Esperanzadamente,

El Chico del Amanecer

Sinretorno dijo...

qué alegría saber de ti. Rezo, para que vayas contracorriente. Escribes muy bien,quién eres??, que ofreces ???, este blog lleva casi dos millones de entradas sin contar las mías,jajaja.

Anónimo dijo...

Chico del amanecer, veo que sigues ahí. Te pierdes.
Mou, el vigilante del blog

Sinretorno dijo...

Mou!!!!