martes, noviembre 01, 2016

Santos y y fieles difuntos.




El uno es la gran fiesta de los santos anónimos: la peluquera, la abuela, el panadero, aquel profe que rezaba por sus alumnos, aquel que no me caía muy bien. Es un día de triunfo, al santo desconocido. El día 2 es el de los fieles difuntos.El sentido cristiano, el olfato católico, hace que las Iglesias se llenen sin que sea precepto. Ayer en mi parroquia hubo llenazo, gente de pie. Nuestros difuntos, con Dios, ya en plenitud ya purificándose, son recordados de modo especial. A veces además de pedir por ellos hemos de pedirles a ellos. Nunca es un adiós,sólo hasta luego.( publicado aquí en 2010)

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