No está en la entrada triunfal de Jesús en Jereusalén. Recibe repuestas duras, aparentemente: que nos va a ti y a mí, mujer?; no sabéis que he de ocuparme de las cosas de mi Padre?; por qué me buscabáis?. María no es una virgen imprudente, ni alocada: escucha, pregunta, acepta hasta el final. En la cruz está. Discreta, pero firme, el corazón de Jesús y el corazón de María. Hay que saber estar. Desaparecer y aparecer. A veces me puede dar miedo el corazón de fuego de Jesús, pero a través del de María me atrevo. Y guardaba todas las cosas en su corazón.
4 comentarios:
Muy bueno!!!!!Ayudanos Maria!!!!!!
También las madres corrientitas, a veces, recibimos palabras fuertes, pero Ella nos enseña a ponderar
Te dejo mi blog de poesia por si quieres criticar gracias.
Me gusta mucho el tuyo.
http://anna-historias.blogspot.com.es.
Where are you fellow? Are you tired to write? I´ll expect to see your next post.
Regards from Switzlerland.
Schultz
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