CARA A CARA
Estás en un blog espumoso, intimista, paradójico; de lo humano y de lo divino. No soy mejor que tú... Me propongo hablar a la cara y que me hables a la cara, sin caretas, sin retorno, a quemarropa... blog del Profesor Tirapu
sábado, marzo 25, 2023
viernes, marzo 24, 2023
miércoles, marzo 15, 2023
San José.
En la fiesta de San José
El 19 de marzo -este año la fiesta litúrgica se ha trasladado al 20 de marzo- la Iglesia celebra la fiesta del Santo Patriarca, patrono de la Iglesia y de la Obra, fecha en la que en el Opus Dei renovamos el compromiso de amor que nos une al Señor.

¿Cómo imaginaba san Josemaría a san José?
“Yo me lo imagino joven, fuerte, quizá con algunos años más que Nuestra Señora, pero en la plenitud de la edad y de la energía humana. Sabemos que no era una persona rica: era un trabajador, como millones de otros hombres en todo el mundo; ejercía el oficio fatigoso y humilde que Dios había escogido para sí, al tomar nuestra carne y al querer vivir treinta años como uno más entre nosotros.
La Sagrada Escritura dice que José era artesano. Varios Padres añaden que fue carpintero. De las narraciones evangélicas se desprende la gran personalidad humana de José: en ningún momento se nos aparece como un hombre apocado o asustado ante la vida; al contrario, sabe enfrentarse con los problemas, salir adelante en las situaciones difíciles, asumir con responsabilidad e iniciativa las tareas que se le encomiendan”. (Es Cristo que pasa, n. 40).
1. Textos y audios sobre San José
• Homilía de san Josemaría: En el taller de José (texto y audio)
• Libro electrónico ‘Con corazón de padre’ (‘Patris corde’).
• San José, en palabras de san Josemaría. Audio que recoge distintas intervenciones de san Josemaría, en encuentros con personas de América y España.
• Meditaciones: Solemnidad de San José. Los temas propuestos son: la oración de José anima sus acciones; una oración que pone la mirada en Jesús; el patriarca se mueve con la libertad y la confianza que da el amor.
• Rezar con el beato Álvaro del Portillo: en la fiesta de san José y Responder con alegría al querer de Dios.
• Audio del prelado (19 marzo 2020): San José y la seguridad de lo imposible. Meditación predicada en la iglesia prelaticia de Santa María de la Paz.
2. Textos para meditar sobre la fiesta de San José

• Libro electrónico de las Catequesis del Papa Francisco sobre San José.
• Exhortación Redemptoris Custos, sobre la figura y la misión de San José en la vida de Cristo y de la Iglesia. (San Juan Pablo II, 15 de agosto de 1989)
• Una fidelidad que se renueva: La fiesta de San José pone ante nuestra mirada la belleza de una vida fiel. José se fiaba de Dios: por eso pudo ser su hombre de confianza en la tierra para cuidar de María y de Jesús, y es desde el cielo un padre bueno que cuida de nuestra fidelidad.
• ¿Qué tiene de grande alguien tan corriente como san José?
• Aprender a ser fiel: La fidelidad a una persona, a un amor, a una vocación, es un camino en el que se alternan momentos de felicidad con periodos de oscuridad y duda.
• Relato sobre un episodio de la vida de San Josemaría que acrecentó su devoción al Santo Patriarca (marzo de 1935).
3. Oraciones a san José
• Oraciones a san José. Oraciones a san José mencionadas en ‘Patris corde’ (‘Con corazón de padre’) y en el decreto con el que se concede el don de indulgencias especiales con ocasión del Año de San José.

4. Vídeos sobre San José
• En la fiesta de San José: San Josemaría habla en este vídeo sobre la devoción al Santo Patriarca. El Fundador del Opus Dei tenía una gran devoción a San José, y se conmovía ante las muestras populares de ese cariño al padre adoptivo de Jesús, tan extendido en todo el pueblo cristiano.
• Devoción del Papa Francisco a San José: “Yo quisiera también decirles una cosa muy personal. Yo quiero mucho a san José. Porque es un hombre fuerte y de silencio. Y tengo en mi escritorio una imagen de san José durmiendo. Y durmiendo cuida a la Iglesia. Sí, puede hacerlo. Nosotros no. Y cuando tengo un problema, una dificultad, yo escribo un papelito y lo pongo debajo de san José para que lo sueñe. Esto significa para que rece por ese problema”.
miércoles, marzo 01, 2023
Objeciones de conciencia.
El curioso asunto de las objeciones de conciencia
Artículo sobre la nueva asignatura que se quiere impartir de Educación para la ciudadanía. La oposición a los contenidos de la misma por parte del movimiento ciudadano laico.
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Hasta hace bien poco, en nuestro entorno cultural, el fenómeno de la objeción de conciencia ha sido prácticamente desconocido, exceptuando la circunscrita al servicio militar obligatorio, ya fuera por causas religiosas, ideológicas o morales. No se supo nunca demasiado bien si verdaderamente era un derecho, ya que estaba en el artículo 30 de la CE, en derecho constitucional autónomo, como señaló el Tribunal Constitucional, o simplemente una causa de exención, e incluso una opción de servicios de prestación al Estado. Muchos de mis antiguos alumnos en edad militar comentaban entre ellos: ¿Qué harás?, ¿la mili o la objeción? Se planteaban la cuestión según fuera más ventajoso.
El abanico de cuestiones que creaban un problema al Estado para organizar con mediano criterio el servicio de prestación social tuvo como consecuencia la transformación del ejército en profesional: que el servicio militar obligara sólo a los varones, la existencia de una prestación social sustitutoria -que fuese reconocida y no simplemente declarada (en contradicción con el art. 16.2) y que cubriera puestos de trabajo laboral (jardineros, forestales, atención de presos)-, que no cupiese la llamada objeción sobrevenida (se podía objetar hasta un día antes de entrar en armas y a la hora siguiente de finalizar los nueve meses de armas, pero no durante), el incremento de insumisos y las cerca de 70.000 personas que ejercieron, en definitiva, su derecho a la objeción.
Esa fue la vía para acabar con una ley que la mayoría de la sociedad ya no aceptaba y que estaba diseñada de un modo inconstitucional a pesar de que estuviera incluida en la Constitución.
Los primeros objetores en España fueron los mártires y los testigos de Jehová que se negaron a incorporarse al servicio de armas. Estas personas eran juzgadas pero persistía la obligación de realizar la mili, lo que llevaba al absurdo de un delito continuado que finalizaba con la licencia absoluta. Se decidió que tales objetores cumpliesen el tiempo de servicio en calabozo, hecho que hizo que incluso algún general de Franco denunciara la manifiesta injusticia cometida con estas personas. Con el precio que tuvieron que pagar, se abrió el camino para que su objeción fuera reconocida en la Constitución. Desde entonces, la objeción fue constitucional y, finalmente, la supresión del servicio militar obligatorio se convirtió en una realidad.
En 1982, en una de las tesis pioneras sobre la objeción al servicio militar, el profesor Aguas ponía de relieve el íter parlamentario, las discusiones y los sistemas de defensa civil que estaban detrás del artículo 30 de la CE. Otros, como el catedrático Pedro Lombardía, dijeron que personalmente no tenían nada que objetar al servicio militar; Lombardía afirmaba que había sido una etapa de su vida de relativa tranquilidad y camaradería, sacó su cátedra durante el servicio e hizo excelentes amigos de todo ámbito social, además de participar como extra en la película La caída del imperio romano; sin embargo, el tema le interesaba profundamente por el futuro decisivo de la conciencia y sus negativas al poder ante un Estado crecientemente plural, relativo e implacable con las leyes, entendidas como mecanismos formales democráticos y procedimentales. Para ilustrar su preocupación contaba un chiste, incorrecto hoy y quizás también entonces, que venía a decir así: «Un ciudadano alemán quiere salir del país pero debe explicar sus motivos, cosa a la que se niega. Finalmente los expone: la homosexualidad estaba penada y castigada en época de Hitler, algo profundamente indigno, ahora está bien vista e incluso se habla de matrimonio homosexual, quiero irme antes de que sea obligatoria».
En el orden existencial, el derecho más importante es el de la vida, desde el embrión hasta la muerte, pero en el orden esencial las libertades de religión, de pensamiento y de conciencia son más importantes. ¿De qué sirve la vida en un campo de concentración donde no se puede rezar, ni hablar, ni decidir, sin libertad de expresión? Está claro que para poco, aunque es curioso cómo en esas situaciones de privación de libertad se encuentra instintivamente el sentido de la vida (Frankl). Cabría suponer en una lectura externa que nuestro sistema constitucional no admite otra objeción de conciencia que la militar, pero nada más lejos de la realidad, la objeción de conciencia es parte del derecho fundamental de libertad religiosa y de pensamiento, y por tanto, al ser directamente aplicable en materias de derechos fundamentales, cabe alegarla independientemente de su regulación, como señala con contundencia el Tribunal Constitucional en STC 531985 de 11 de abril. Evidentemente, la objeción indiscriminada pondría en quiebra al Estado, pero también es cierto que los objetores encuentran su asiento en el artículo 16.1 de la Constitución, que protege su libertad religiosa e ideológica como un agere licere y sus convicciones no meramente personales. De ahí que asistamos a una eclosión de objeciones de lo más variado y con una estructura absolutamente diferente a la del servicio militar: objeción a practicar abortos, a recibir ciertos tratamientos médicos, a no llevar uniforme, a manifestar símbolos religiosos como el velo, a ciertas materias educativas que invaden el derecho de los padres a educar a sus hijos, la negativa a expender medicamentos abortivos (píldora postcoital), a formar parte de un jurado o de una mesa electoral, a casar personas del mismo sexo, a ciertas intervenciones quirúrgicas, a ser examinada una mujer por un médico varón, a los juramentos, e incluso la que plantean los shiks a usar casco en moto por ser incompatible con su turbante.
Como señala Rafael Navarro Valls, experto en esta materia, todo esto indica indica tres cosas: la crisis del positivismo legalista, la ley es toda derecho y todo el derecho; la mala conciencia del poder que sabe El objetor no tiene otro que está imponiendo obligaciones remedio que negarse y saber que fuerzan la Utarfâd reUgto^ e que inaugura un movimiento ideológica, y sobre todo el prestigio de los objetores que se niegan no para cambiar las leyes por motivos bastardos o de mero ino su profunda injusticia. [[wysiwyg_imageupload:1083:height=117,width=200]]cumplimiento sino pagando personalmente con su negativa el precio de la objeción y también porque cualquier ordenamiento jurídico no meramente nominal (Loewenstein) protege mediante las libertades de religión y pensamiento a los objetores. El objetor no tiene otro remedio que negarse y saber que inaugura un movimiento para cambiar las leyes o su profunda injusticia.
La estructura de ciertos tipos de objeción de conciencia es absolutamente distinta de la conocida como objeción al servicio militar. Por ejemplo, en la objeción a practicar abortos, nuestro sistema de seguridad social no realiza abortos pero la falta de regulación ha llevado a que no se cumpla la legalidad y, por tanto, este tipo de objeción se puede denominar de legalidad.
Recientemente se sancionaba a una clínica por no separar adecuadamente restos orgánicos de la basura convencional. Quien se niega a participar en un aborto, entiende que va a favor de la Constitución y de sus códigos éticos y deontológicos, mucho más el personal médico que conoce el diálogo bioquímico del embrión y su gestante.
En España el artículo 15 habló expresamente de que «todos tienen derecho a la vida» para evitar la definición, anacrónica y anticuada, de persona del código civil. Es legítimo entender que por todos se entienda también el ser humano no nacido. Por ello su objeción, a falta de regulación, no debe ser discriminatoria para el objetor, basta que sea declarada, cabe la sobrevenida, no hay que realizar prestación porque no hay fraude de ley (en Italia los médicos objetores ofrecieron sus servicio gratuitos para explicar a la gestante otras alternativas al aborto, y no se consideró su petición) y lo más amplia posible, médicos, enfermeras, camilleros, personal de oficina, por entender precisamente que su negativa es cumplir la Constitución.
EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA
Algo parecido puede decirse del movimiento ciudadano laico de padres, alumnos, profesores y juntas de centro, públicas y privadas, para no impartir los contenidos de los dos reales decretos que regulan la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía, obligatoria y evaluable; mientras que la religión, voluntaria y constitucional según el artículo 27.3, acuerdo sobre enseñanza y asuntos culturales entre el Estado y la Santa Sede, deja de ser evaluable. En esos decretos se habla de orientación psicoafectiva, de moral exclusivamente cívica, de educación sexual pero no se ha seguido el modelo francés que no entra en cuestiones ideológicas y explica civismo, Constitución e instituciones europeas, cuestiones susceptibles de ser pactadas con las comunidades autónomas y con las grandes asociaciones de padres, que representan a más personas que el sindicato más mayoritario de España.
Diversas organizaciones educativas, de padres, de profesionales y de juristas llaman masivamente a la objeción de conciencia negativa a cursar esa asignatura con esos contenidos. No se sabe el número de objetores, pero van más de cinco mil, fenómeno comparable con la objeción al servicio militar. Los padres, profesores y alumnos son conscientes de estar amparados por el artículo 16.1 de la CE, pero sobre todo entienden con legitimidad que se está conculcando, mediante una ley de educación y dos decretos, su derecho fundamental, el derecho que les asiste a que su formación moral y religiosa sea libre recogido en el artículo 27.3 de la CE. Su actuación es un ejercicio de ciudadanía, de ejemplo para generaciones futuras y un modo de que la sociedad civil muestre su desacuerdo contundente con el modelo educativo en declive y la adoctrinación en la Escuela que se pretende imponer.
Si debes a tu banco tres millones tienes un problema con el banco, si debes tres mil millones… el que tiene un problema contigo es el Banco. Si los objetores son tres o cuatro serán mártires, si lo hacen setenta mil… Ojo, esto afecta también a los colegios de religiosos que, como ha dicho la comisión permanente de la Conferencia Episcopal, si imparten el contenido de los reales decretos pierden su ideario de moral católica, a la vez que se anima a los padres católicos y de buena voluntad a oponerse a esos contenidos con todos los medios legítimos del derecho que les asiste. La objeción es un excelente medio, no el único, pero sí el más eficaz. Diez objeciones duelen más al poder que una manifestación de un millón de personas. Por su parte las autoridades educativas, con gran talante cívico han amenazado: la signatura emana del Parlamento y es obligatoria, los que no la hagan suspenderán.
También las leyes nazis emanaron de un parlamento y las de la esclavitud y las de servicio militar obligatorio; por otra parte, nuestro genial sistema permite avanzar con cuatro suspensos, con lo que la amenaza no es muy real.
Detrás de la negativa a una ley existe un problema esencial de libertad, a fin de cuentas un problema moral que debe ser amparado por el Estado constitucional (por cierto, qué gran oportunidad de enseñar nuestra Constitución: los niños americanos son capaces de cantar la quinta enmienda). Ver las cosas de otra forma, sería convertir la silla eléctrica en un problema de… electricidad y voltaje.
miércoles, febrero 22, 2023
lunes, febrero 20, 2023
Papa Francisco para cuaresma.

Queridos hermanos y hermanas:
Los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas concuerdan al relatar el episodio de la Transfiguración de Jesús. En este acontecimiento vemos la respuesta que el Señor dio a sus discípulos cuando estos manifestaron incomprensión hacia Él. De hecho, poco tiempo antes se había producido un auténtico enfrentamiento entre el Maestro y Simón Pedro, quien, tras profesar su fe en Jesús como el Cristo, el Hijo de Dios, rechazó su anuncio de la pasión y de la cruz. Jesús lo reprendió enérgicamente: «¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres» (Mt 16,23). Y «seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte elevado» (Mt 17,1).
El evangelio de la Transfiguración se proclama cada año en el segundo domingo de Cuaresma. En efecto, en este tiempo litúrgico el Señor nos toma consigo y nos lleva a un lugar apartado. Aun cuando nuestros compromisos diarios nos obliguen a permanecer allí donde nos encontramos habitualmente, viviendo una cotidianidad a menudo repetitiva y a veces aburrida, en Cuaresma se nos invita a “subir a un monte elevado” junto con Jesús, para vivir con el Pueblo santo de Dios una experiencia particular de ascesis.
La ascesis cuaresmal es un compromiso, animado siempre por la gracia, para superar nuestras faltas de fe y nuestras resistencias a seguir a Jesús en el camino de la cruz. Era precisamente lo que necesitaban Pedro y los demás discípulos. Para profundizar nuestro conocimiento del Maestro, para comprender y acoger plenamente el misterio de la salvación divina, realizada en el don total de sí por amor, debemos dejarnos conducir por Él a un lugar desierto y elevado, distanciándonos de las mediocridades y de las vanidades. Es necesario ponerse en camino, un camino cuesta arriba, que requiere esfuerzo, sacrificio y concentración, como una excursión por la montaña. Estos requisitos también son importantes para el camino sinodal que, como Iglesia, nos hemos comprometido a realizar. Nos hará bien reflexionar sobre esta relación que existe entre la ascesis cuaresmal y la experiencia sinodal.
En el “retiro” en el monte Tabor, Jesús llevó consigo a tres discípulos, elegidos para ser testigos de un acontecimiento único. Quiso que esa experiencia de gracia no fuera solitaria, sino compartida, como lo es, al fin y al cabo, toda nuestra vida de fe. A Jesús hemos de seguirlo juntos. Y juntos, como Iglesia peregrina en el tiempo, vivimos el año litúrgico y, en él, la Cuaresma, caminando con los que el Señor ha puesto a nuestro lado como compañeros de viaje. Análogamente al ascenso de Jesús y sus discípulos al monte Tabor, podemos afirmar que nuestro camino cuaresmal es “sinodal”, porque lo hacemos juntos por la misma senda, discípulos del único Maestro. Sabemos, de hecho, que Él mismo es el Camino y, por eso, tanto en el itinerario litúrgico como en el del Sínodo, la Iglesia no hace sino entrar cada vez más plena y profundamente en el misterio de Cristo Salvador.
Y llegamos al momento culminante. Dice el Evangelio que Jesús «se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz» (Mt 17,2). Aquí está la “cumbre”, la meta del camino. Al final de la subida, mientras estaban en lo alto del monte con Jesús, a los tres discípulos se les concedió la gracia de verle en su gloria, resplandeciente de luz sobrenatural. Una luz que no procedía del exterior, sino que se irradiaba de Él mismo. La belleza divina de esta visión fue incomparablemente mayor que cualquier esfuerzo que los discípulos hubieran podido hacer para subir al Tabor. Como en cualquier excursión exigente de montaña, a medida que se asciende es necesario mantener la mirada fija en el sendero; pero el maravilloso panorama que se revela al final, sorprende y hace que valga la pena. También el proceso sinodal parece a menudo un camino arduo, lo que a veces nos puede desalentar. Pero lo que nos espera al final es sin duda algo maravilloso y sorprendente, que nos ayudará a comprender mejor la voluntad de Dios y nuestra misión al servicio de su Reino.
La experiencia de los discípulos en el monte Tabor se enriqueció aún más cuando, junto a Jesús transfigurado, aparecieron Moisés y Elías, que personifican respectivamente la Ley y los Profetas (cf. Mt 17,3). La novedad de Cristo es el cumplimiento de la antigua Alianza y de las promesas; es inseparable de la historia de Dios con su pueblo y revela su sentido profundo. De manera similar, el camino sinodal está arraigado en la tradición de la Iglesia y, al mismo tiempo, abierto a la novedad. La tradición es fuente de inspiración para buscar nuevos caminos, evitando las tentaciones opuestas del inmovilismo y de la experimentación improvisada.
El camino ascético cuaresmal, al igual que el sinodal, tiene como meta una transfiguración personal y eclesial. Una transformación que, en ambos casos, halla su modelo en la de Jesús y se realiza mediante la gracia de su misterio pascual. Para que esta transfiguración pueda realizarse en nosotros este año, quisiera proponer dos “caminos” a seguir para ascender junto a Jesús y llegar con Él a la meta.
El primero se refiere al imperativo que Dios Padre dirigió a los discípulos en el Tabor, mientras contemplaban a Jesús transfigurado. La voz que se oyó desde la nube dijo: «Escúchenlo» (Mt 17,5). Por tanto, la primera indicación es muy clara: escuchar a Jesús. La Cuaresma es un tiempo de gracia en la medida en que escuchamos a Aquel que nos habla. ¿Y cómo nos habla? Ante todo, en la Palabra de Dios, que la Iglesia nos ofrece en la liturgia. No dejemos que caiga en saco roto. Si no podemos participar siempre en la Misa, meditemos las lecturas bíblicas de cada día, incluso con la ayuda de internet. Además de hablarnos en las Escrituras, el Señor lo hace a través de nuestros hermanos y hermanas, especialmente en los rostros y en las historias de quienes necesitan ayuda. Pero quisiera añadir también otro aspecto, muy importante en el proceso sinodal: el escuchar a Cristo pasa también por la escucha a nuestros hermanos y hermanas en la Iglesia; esa escucha recíproca que en algunas fases es el objetivo principal, y que, de todos modos, siempre es indispensable en el método y en el estilo de una Iglesia sinodal.
Al escuchar la voz del Padre, «los discípulos cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. Jesús se acercó a ellos y, tocándolos, les dijo: “Levántense, no tengan miedo”. Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo» (Mt 17,6-8). He aquí la segunda indicación para esta Cuaresma: no refugiarse en una religiosidad hecha de acontecimientos extraordinarios, de experiencias sugestivas, por miedo a afrontar la realidad con sus fatigas cotidianas, sus dificultades y sus contradicciones. La luz que Jesús muestra a los discípulos es un adelanto de la gloria pascual y hacia ella debemos ir, siguiéndolo “a Él solo”. La Cuaresma está orientada a la Pascua. El “retiro” no es un fin en sí mismo, sino que nos prepara para vivir la pasión y la cruz con fe, esperanza y amor, para llegar a la resurrección. De igual modo, el camino sinodal no debe hacernos creer en la ilusión de que hemos llegado cuando Dios nos concede la gracia de algunas experiencias fuertes de comunión. También allí el Señor nos repite: «Levántense, no tengan miedo». Bajemos a la llanura y que la gracia que hemos experimentado nos sostenga para ser artesanos de la sinodalidad en la vida ordinaria de nuestras comunidades.
Queridos hermanos y hermanas, que el Espíritu Santo nos anime durante esta Cuaresma en nuestra escalada con Jesús, para que experimentemos su resplandor divino y así, fortalecidos en la fe, prosigamos juntos el camino con Él, gloria de su pueblo y luz de las naciones.
jueves, febrero 09, 2023
jueves, febrero 02, 2023
sábado, enero 21, 2023
martes, enero 17, 2023
Compendio de fe cristiana.
https://opusdei.org/es-es/article/sintesis-doctrina-fe-catolica/
36 textos que sintetizan la fe católica
Libro electrónico «Síntesis de la fe católica», que aborda algunas de las principales verdades de la fe. Son textos preparados por teólogos y canonistas con un enfoque primordialmente catequético, que remiten a la Sagrada Escritura, el Catecismo de la Iglesia Católica, las enseñanzas de los Padres y el Magisterio.

Descargar «Síntesis de la fe católica», en formato digital.
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Sumario del libro «Síntesis de la fe católica»
Este libro electrónico desea ser un recurso más para facilitar el conocimiento del mensaje evangélico. Contiene resúmenes breves de las principales enseñanzas de la Iglesia católica.
Son textos preparados por teólogos y canonistas con un enfoque primordialmente catequético. De ahí que la fuente principal sean la Sagrada Escritura y el Catecismo de la Iglesia Católica, así como las enseñanzas de los Padres de la Iglesia y del Magisterio.
En el fondo del espíritu humano encontramos una nostalgia de felicidad que apunta a la esperanza de un hogar, de una patria definitiva.
Tema 2. El porqué de la Revelación
En el hombre existe un deseo natural de alcanzar un conocimiento pleno de Dios, que no es capaz de conocer sin la ayuda de Dios.
Tema 3. El desarrollo de la Revelación
Dios se ha revelado poco a poco al hombre y ha culminado su revelación con la encarnación.
La creación es a la vez un misterio de fe y una verdad accesible a la razón.
Tema 5. La Providencia de Dios
Es lícito preguntarse por la posibilidad y la efectividad de las intervenciones divinas en nuestro mundo.
Tema 6. El ser humano, imagen de Dios
El hombre es la única criatura capaz de conocer y de amar más allá de lo material y finito.
La Iglesia considera que la libertad es signo eminente de la imagen divina en el hombre.
Tema 8. El dominio sobre la creación. El trabajo. La ecología.
Dios otorga al hombre el señorío sobre el mundo y le manda ejercerlo. La tutela del medio ambiente es una obligación moral que incumbe a cada persona y a toda la humanidad.
Tema 9. El hombre creado por Dios como varón y mujer
El ser humano es persona por ser humano. La igualdad de las personas debe expresarse en el respeto a cada uno y a los colectivos.
Tema 10. El pecado y la misericordia de Dios
La pérdida del sentido del pecado ha llevado a la pérdida de la necesidad de salvación, y de ahí al olvido de Dios por indiferencia.
Tema 11. El testimonio evangélico
Jesús envió a los apóstoles al mundo entero para «predicar el Evangelio a toda criatura». El contenido de ese Evangelio era lo que dijo e hizo Jesús en su vida terrena.
Jesús es el Hijo Único de Dios que se ha hecho hombre por nuestra salvación. Es perfecto Dios y perfecto hombre.
Tema 13. Pasión, muerte y resurrección de Jesucristo
Jesús aceptó libremente los sufrimientos físicos y morales impuestos por la injusticia de los pecadores.
Tema 14. El Espíritu Santo y su acción en la Iglesia
La acción del Espíritu Santo se realiza en la Iglesia por medio de los sacramentos. Solemos decir que el Espíritu Santo es como el alma de la Iglesia.
Tema 15. La Iglesia, fundada por Cristo
La Iglesia es la comunidad de todos los que han recibido la gracia regeneradora del Espíritu por la que son hijos de Dios.
Tema 16. La constitución jerárquica de la Iglesia
La Iglesia es una sociedad estructurada donde unos tienen la misión de guiar a los otros.
Tema 17. La Iglesia y el mundo
La Iglesia es inseparablemente humana y divina. Vive y actúa en el mundo, pero su fin y su fuerza no están en la tierra, sino en el Cielo.
Tema 18. La Doctrina Social de la Iglesia
La buena nueva de la salvación exige la presencia de la Iglesia en el mundo. El Evangelio constituye de hecho un anuncio de transformación del mundo de acuerdo con el designio de Dios.
Tema 19. La resurrección de la carne
El enigma de la muerte del hombre se comprende solamente a la luz de la resurrección de Cristo y de nuestra resurrección en Él.
Los sacramentos son signos eficaces de la Gracia. La Gracia santificante es una disposición estable y sobrenatural que perfecciona al alma para hacerla capaz de vivir con Dios.
Tema 21. Bautismo y Confirmación
Un cristiano bautizado y confirmado está destinado a participar en la misión evangelizadora de la Iglesia en virtud de estos sacramentos.
La Eucaristía hace presente a Jesucristo: Él nos invita a acoger la salvación que nos ofrece y a recibir el don de su Cuerpo y de su Sangre como alimento de vida eterna.
La Santa Misa hace presente en el hoy de la celebración litúrgica de la Iglesia el único sacrificio de nuestra redención.
Tema 23. La Penitencia y la Unción de los enfermos
La Penitencia es un sacramento específico de curación y salvación.
Tema 24. El matrimonio y el Orden Sacerdotal
El matrimonio es una sabia institución del Creador para realizar en la humanidad su designio de amor. Mediante el sacramento del orden se confiere una participación al sacerdocio de Cristo.
Tema 25. La vida cristiana: la ley y la conciencia
La ley eterna, la ley natural, la Nueva Ley o Ley de Cristo, las leyes humanas políticas y eclesiásticas son leyes morales en un sentido muy distinto, aunque todas ellas tienen algo en común.
Tema 26. El sujeto moral. La moralidad de los actos humanos
Solo las acciones voluntarias son objeto de una valoración moral propiamente dicha. Es parte fundamental de la formación y de la vida cristiana la educación del complejo mundo de los sentimientos.
Tema 27. La acción del Espíritu Santo: la gracia, las virtudes teologales y los mandamientos
La vida cristiana es la vida del hombre como hijo de Dios en Cristo por medio del Espíritu Santo.
Tema 28. Primer y segundo mandamientos
El primer mandamiento del Decálogo tiene una importancia existencial: es el único fundamento posible para configurar una vida humana lograda.
Tema 29. El tercer mandamiento
El hombre, que está llamado a participar del poder creador de Dios perfeccionando el mundo por medio de su trabajo, debe también cesar de trabajar el día séptimo, para dedicarlo al culto divino y al descanso.
Tema 30. Cuarto mandamiento. La familia
El cuarto mandamiento es un punto de enlace y tránsito entre los tres anteriores y los seis posteriores: en las relaciones familiares se continúa en cierto modo aquella misteriosa compenetración entre el amor divino y el humano que está en el origen de cada persona.
Tema 31. El quinto mandamiento
Nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente.
La sexualidad afecta al núcleo íntimo de la persona humana. La verdadera educación a la castidad ayuda a reflexionar sobre los valores personales y morales que entran en juego en las relaciones afectivas con las demás personas.
Tema 33. El séptimo y octavo mandamientos
La vida cristiana se esfuerza por ordenar a Dios y a la caridad fraterna los bienes de este mundo. Son importantes tanto la templanza, como la justicia y la solidaridad.
Tema 34. El noveno y el décimo mandamientos
El noveno y décimo mandamientos se refieren a los actos internos correspondientes a los pecados contra el sexto y el séptimo mandamientos. Los pecados internos pueden deformar la conciencia.
Tema 35. La oración en la vida cristiana
El Catecismo distingue entre oración vocal, meditación y oración de contemplación. Las tres tienen en común un rasgo fundamental: el recogimiento del corazón.
Tema 36. La oración del Padre Nuestro
Con la oración del Padre Nuestro, Jesús quiere hacer conscientes a sus discípulos de su condición de hijos de Dios.