miércoles, noviembre 30, 2011

Entrevista a Navarro Valls.

MADRID, lunes 21 noviembre 2011 (ZENIT.org).- Nuestro reputado colaborador en este Observatorio Jurídico, Rafael Navarro Valls, responde a algunas preguntas sobre el panorama moral actual de España y un eventual cambio legislativo en temas que atañen a los valores cristianos. Rafael Navarro-Valls, catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y secretario general de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España, mantiene una colaboración habitual en ZENIT sobre cuestiones relacionadas con los derechos humanos.

El jurista afronta en este caso las nuevas perspectivas jurídicas en cuanto a la protección del nascituro, el mal llamado “matrimonio entre personas del mismo sexo”, la caída de gobiernos en el mundo a causa de la crisis sin pasar por las urnas y el posible déficit democrático, y cómo se restaura la erosión del sistema ecológico moral de un país.
¿Le parece que habría que abordar una reforma de la Constitución en aspectos por ejemplo del nascituro, según los últimos adelantos de la ciencia y la bioética? ¿O bastaría con una reforma de las leyes al respecto?
--Rafael Navarro-Valls: En materia de tutela de la vida humana se observa un movimiento constitucional orientado a recogerla de uno u otro modo. Así, 18 estados mexicanos en un lapso de tiempo relativamente corto han modificado sus constituciones para defender la vida desde la concepción a la muerte natural. Algo similar ha pasado en Europa con la constitución de Hungría, que define el matrimonio como “unión entre un hombre y una mujer,” protege la vida del no nacido desde la concepción hasta la muerte natural, y prohíbe la eugenesia. En España, la modificación de la constitución requiere un tan complicado itinerario legal, que parece más oportuno reformar la legislación ordinaria, comenzando con una visión de los derechos humanos mucho más rigurosa, que impida que el aborto sea conceptuado como un derecho que ha de ser costeado por los contribuyentes y al alcance de cualquier menor sin la autorización de los padres.
¿Cómo podría regularse la cuestión, aunque sea una realidad muy minoritaria en nuestro país, del mal llamado ‘matrimonio entre personas del mismo sexo’?
--Rafael Navarro-Valls: Es minoritario, no solamente en la línea que se adivina en su pregunta (un número relativamente pequeño de matrimonios celebrados entre personas de sexo igual) sino también en el panorama mundial. Actualmente existen exactamente 193 países miembros de la ONU. De ellos, solamente 10 lo regulan. Es natural que así sea, pues la propia noción legal de matrimonio (unión orientada –entre otras cualidades- a la procreación) así lo exige. En España, unánimemente los organismos jurídicos más cualificados (Consejo de Estado, Consejo del Poder Judicial, Real Academia de Jurisprudencia, etc) rechazaron la conceptuación como matrimonial de la unión entre personas del mismo sexo. Incluso algún conocido homosexual español (buen escritor y político) en el debate de las recientes elecciones ha dicho participar de esa idea. Por ello, la mayoría de las legislaciones se han orientado a establecer una unión civil de amplio contenido en la que se incluya la convivencia entre personas del mismo sexo. Probablementeel modelo francés es el más adecuado y pienso que trasladable a España. La legislación francesa regula un “pacto civil de solidaridad”, es decir, un contrato concluido por dos personas físicas mayores de edad, de sexo diferente o del mismo sexo, con la finalidad de organizar su vida en común.
¿Cree que los últimos acontecimientos, con poderes económicos que tumban gobiernos, son en realidad una rebaja de la soberanía de los pueblos y suponen una democracia deficitaria, sometida a los dictados del mercado supranacional?
--Rafael Navarro-Valls: El establecimiento de la Unión Europea ha hecho mucho más estrechos los vínculos entre naciones y acentuado la idea de “mercado común”. Esto crea una serie de ventajas económicas para los países miembros y, correlativamente, una acentuación de la globalidad entre ellos. Pero al no ser el “mercado” la panacea de todos los bienes, también las consecuencias negativas de las crisis se transmiten con mayor intensidad en el seno del “mercado”. Ese déficit de democracia no es una necesidad sino más bien una de las posibles reglas del juego. Siempre que sea transitoria, ha de ser vista como una “emergencia”, no como un déficit. Algo similar a las medidas que adoptó Roosevelt en Estados Unidos para limitar el desastre del crash de 1929.
¿Piensa que bastan las medidas legislativas para remediar la erosión del sistema ecológico moral de un país?
--Los juristas sabemos que, en materia de valores sociales, el Derecho tiene un influjo mayor mediante lo que podríamos denominar su actividad negativa. Es decir, puede contribuir a erosionar, por ejemplo, el ecosistema familiar con más eficacia que a restaurarlo, una vez alterado por medidas legislativas precipitadas. En otras palabras, con frecuencia las legislaciones han sido más eficaces contribuyendo al asentamiento de las tendencias desintegradoras de la familia que a su fortalecimiento. A veces, tales leyes se consolidan en una especie de “experimentos sin retorno”, una vez que han penetrado en el tejido social. Es tarea ardua restaurar el tejido social erosionado por Estados intervencionistas, con una conceptuación de la ley como instrumento diseñado para imponer una moral o una “filosofía de vida” beligerante desde arriba. Sin que baste una actividad legal más o menos positiva. Es necesaria la acción conjunta de todos los implicados en el orden social (iglesias, sociedad civil, partidos políticos, sujetos singulares, etc) para restaurar el equilibrio perdido. En este sentido, acertaba Dante cuando decía “ que en períodos de crisis moral, los lugares más ardientes del infierno están reservados para aquellos que conservan su neutralidad”.

domingo, noviembre 27, 2011

Catolicismo en Africa.



África es el continente en el que crece más el catolicismo, en competencia con el islam y los pentecostales. En su viaje a Benín del 18 al 20 de noviembre, Benedicto XVI entregará a los obispos africanos el programa para la acción de la Iglesia en el continente.

En un pequeño país africano como Benín, de solo 9,3 millones de habitantes, no son frecuentes las visitas de importantes figuras mundiales. Pero ha sido el sitio elegido por Benedicto XVI para entregar a los obispos africanos la exhortación apostólica que sintetiza las propuestas que ellos mismos hicieron durante el Sínodo de Obispos sobre África en octubre de 2009, documento que constituirá el programa para la acción de la Iglesia en el continente.

Es este el segundo viaje que realiza Benedicto XVI a África, tras el efectuado en 2009 a Camerún y Angola. También es un signo de la atención que la Iglesia católica viene prestando a África. Nada menos que 14 viajes realizó Juan Pablo II al continente africano durante su pontificado, y en dos de ellos estuvo en Benín (1982 y 1993).
Si en el Norte el catolicismo afronta los problemas de la secularización, en África el problema es más bien la competencia religiosa

Donde más crece el catolicismoNo es extraña esta atención, ya que África es el continente en el que el catolicismo crece de modo más sostenido, a un ritmo superior al del aumento de la población. Los católicos africanos son ya 173 millones, lo que equivale al 14,8% de la población católica mundial.

La creciente importancia de África para la Iglesia católica se deriva en parte de las tendencias demográficas, que están haciendo que la mayoría de los fieles católicos estén en el hemisferio sur. La población africana es joven y pujante. Con un crecimiento vegetativo del 2,4% anual (frente a solo un 0,2% en los países más desarrollados), se espera que la población africana pase de 1.030 millones en 2010 a 1.400 millones en 2025. Su tasa de fertilidad (4,7 hijos por mujer), aunque mitigada por la todavía alta mortalidad infantil, asegura una población joven: un 41% de la población tiene menos de 15 años (frente a un 17% en los países desarrollados).

En cuestiones de familia, es más probable que a los católicos africanos les preocupe la poligamia que el matrimonio gay

Ante el catolicismo del Norte, debilitado por la secularización y la escasa natalidad, la importancia del catolicismo africano solo puede ir a más en la Iglesia. Para mediados de siglo, tres países africanos –R.D. del Congo, Uganda y Nigeria– serán de los diez de más población católica, entre los que no figurará España.

Un catolicismo joven y vitalista Este vuelco del Norte al Sur en los números supondrá también un cambio en las sensibilidades, las preocupaciones dominantes y los estilos de evangelización en la Iglesia.

Por su misma juventud, el catolicismo africano es más esperanzado y vitalista. Mientras que la “nueva evangelización” en Europa o Norteamérica trata de recuperar el terreno perdido, luchando con una sensación de declive, en África el anuncio del evangelio está llegando a gente que nunca lo había oído, y que descubre su novedad. Este anuncio no se enfrenta a las reservas que suscita en Europa el recuerdo de las tensiones entre Iglesia y Estado, ni crea polémicas sobre la laicidad y la presencia de la religión en la vida pública. En África, la religión forma parte de la vida cotidiana.

El creyente africano es también más proclive que el del Norte a hablar de la influencia de lo sobrenatural en la vida de las personas, a valorar los factores espirituales, a recurrir a la ayuda divina para obtener curaciones y otros favores. Quizá corre más riesgo de que algunos exploten su credulidad, como ocurre con algunos movimientos que prometen prosperidad garantizada, pero en cualquier caso no pecará de escepticismo.

El catolicismo africano contribuye a reforzar la ortodoxia católica en temas discutidos. Asuntos como el aborto o la homosexualidad suscitan en los africanos un rechazo que es tanto cultural como religioso. Tampoco están inclinados a interpretaciones que pongan en tela de juicio verdades de fe sobre la Resurrección, la Biblia o la Eucaristía. Y esto no ocurre solo con los católicos. Como se ha visto en las divisiones dentro de la Comunión anglicana, a propósito de la ordenación de mujeres o de la homosexualidad, los anglicanos africanos se han inclinado por la doctrina de siempre, y han acabado rompiendo con los que han preferido cambiarla. Lo cual puede indicar también que el diálogo entre católicos y anglicanos puede ser más fácil en África que en Europa.

Con preocupaciones propias Las preocupaciones propias del catolicismo africano son también diferentes de las que muchas veces parecen predominar en el Norte. En la Iglesia en África no existe la polarización entre conservadores y progresistas que todavía se arrastra en el Norte, y por tanto el debate no se centra en cuestiones que tanto ocupan a los teólogos occidentales (reformas institucionales de la Iglesia, ordenación de mujeres, celibato sacerdotal, poderes del Papa...).

En cuestiones de familia, es más probable que les inquiete la poligamia que el matrimonio gay; en materia económica, les preocupará especialmente el desarrollo, el alivio de la pobreza, y la lucha contra la corrupción, más que el peligro de consumismo. Si en el Norte el riesgo es que los católicos se conformen con una fe “a la carta”, en África el problema es más bien hacerla compatible con algunas prácticas de las religiones ancestrales, todavía muy vivas, contrarias al mensaje evangélico. Y, además, la comunión entre los católicos puede verse debilitada por las divisiones tribales.

Benedicto XVI entregará a los obispos africanos la Exhortación Apostólica que sintetiza las propuestas que ellos mismos hicieron durante el Sínodo de Obispos. Mientras que en Europa y Norteamérica el número de candidatos al sacerdocio disminuye, en África aumenta (un 2,2% en 2010 respecto al año anterior). El problema no es llenar los seminarios, sino contar con suficientes formadores y ayudar a los candidatos a discernir su vocación. Parte de estos jóvenes completan sus estudios en Europa, y echan una mano en las parroquias tan necesitadas de clero. Con lo que también puede surgir el problema de que intenten quedarse en el extranjero, ya que así van a tener una vida más fácil. Pero los obispos africanos y también la Santa Sede quieren que vuelvan a sus países, donde son más necesarios. Todavía hoy los sacerdotes africanos son solo el 8,9% del clero mundial, y el número de fieles por sacerdote es tres veces superior en África que en Europa.

Competencia con el islam y los pentecostales En vez de centrarse en reformas internas en la Iglesia, el foco de la atención del catolicismo africano se dirige hacia afuera: evangelización, diálogo interreligioso, denuncia de gobiernos corruptos... Si en el Norte el catolicismo afronta los problemas de la secularización y del laicismo, en África el problema es más bien la competencia religiosa.

En primer lugar del islam, la otra gran religión que también crece cada vez más en el continente. Al hablar de las relaciones entre cristianos y musulmanes en África, es fácil fijarse solo en los casos donde se producen choques violentos, como en Sudán o en Nigeria. Pero no hay que perder de vista que esos choques revelan sobre todo luchas por el poder político, y que –en el caso de Nigeria– esos actos de violencia suelen ser cometidos por grupos extremistas.

En otros países, la convivencia entre los distintos grupos religiosos es mucho más fluida. En el propio Benín, que tiene un 27% de católicos, un 24% de musulmanes, un 17% de practicantes del vudú y un 10% de protestantes, el pluralismo religioso se respeta. Hasta el punto de que el presidente Thomas Boni Yayi es un antiguo musulmám converso al cristianismo evangélico.

El otro gran reto es el crecimiento de las iglesias pentecostales, que atraen también a los católicos. En un continente donde se palpa la pobreza, estas iglesias prometen que si uno acepta la fe su vida cambiará también en lo material, llegará la prosperidad, un buen trabajo, la salud a través de las curaciones milagrosas. Y cuando uno es pobre o está enfermo, y no tiene dinero para ir al hospital, es tentador creer que todo lo material puede resolverse también con la fe. Estas pequeñas comunidades, por lo general organizadas en torno a un predicador carismático, suelen ofrecer una cálida acogida. De ahí que la Iglesia católica tenga que esforzarse también en crear ese clima de fraternidad, sabiendo inculturar la fe en las costumbres africanas.

La prevención del sida Muchas veces la Iglesia católica constituye una de las pocas instituciones estables en países africanos atravesados por crisis recurrentes. Hasta el punto de que no es raro que, cuando ha habido que mediar en conflictos políticos y étnicos, se haya recurrido a personalidades eclesiásticas para que formen parte de comisiones de arbitraje.
Y es que el influjo de la Iglesia católica llega más allá de sus fieles, de modo particular a través de la gestión de escuelas, hospitales y otras iniciativas de servicio. Solo en Benín, por ejemplo, la Iglesia cuenta con 234 centros educativos donde estudian 57.000 alumnos, 12 hospitales y 64 clínicas, 41 orfanatos y varias instituciones de otro tipo de servicios.

En esas clínicas se trata también a los enfermos de sida, pues la Iglesia católica es en todo el continente un actor importante en la prevención de la enfermedad y en el cuidado de los infectados. Como no puede ser menos, en el viaje a Benín los periodistas volverán a proponer el Papa la pregunta por la prevención del sida y los condones, cuestión que en el anterior viaje a Camerún en 2009 generó una polémica que eclipsó ante la opinión pública cualquier otro mensaje.

El Papa coincide con los obispos africanos –y también con expertos sanitarios– que la mera distribución de preservativos sin dar una formación ética y procurar un cambio de conductas sexuales trasmite a menudo a la gente una falsa seguridad y lleva a incurrir en prácticas de mayor riesgo. De hecho, en la web de ONUSIDA, al hablar de la epidemia en el África occidental y central se dice que “el sexo remunerado sin protección es un factor importante de la epidemia de VIH en la región”. No es extraño, pues, que los obispos insistan en la necesidad del retraso de la iniciación sexual de los jóvenes y en la fidelidad matrimonial.

En cualquier caso, a los africanos les sorprende y les molesta que para Occidente todo el problema sanitario del África subsahariana se reduzca al sida y a los condones. Es cierto que el sida sigue siendo un problema grave; pero también es verdad que la estrategia de distribución masiva de condones no ha resuelto la epidemia en ningún país y tampoco es un problema solo en África. Por ejemplo, en Benín el porcentaje de infectados es el 1,2% de la población, mientras que en Washington D.C. es más del 3%.

viernes, noviembre 25, 2011

Sacerdotes,los más felices.

El trabajo de sacerdote encabeza la lista de los 10 empleos "más felices" que ha confeccionado tras un estudio el Centro Nacional de Investigación de Opinión de la Universidad de Chicago y del que se hace eco la revista Forbes. Casi todas las profesiones consideradas más gratificantes comparten dos características: poca remuneración económica y entrega a los demás.

Siguen a los sacerdotes, los bomberos. Un 80% de ellos afirma sentirse "muy satisfecho" con su tarea, pues implica ayudar a la gente. Completan el podio los fisioterapeutas, también por su tarea en favor de los demás, y porque posibilitan la "interacción social".

El cuarto lugar lo ocupan los escritores. Aunque la remuneración que reciben por sus creaciones suele ser muy baja y en algunos casos hasta inexistente, la "autonomía" que da el plasmar sobre un papel en blanco las ideas surgidas de la propia mente genera felicidad, apuntan los autores del estudio.

El quinto puesto es para los profesores de educación especial. Si a uno no le mueve solo el dinero -el sueldo anual medio está por debajo de los 50.000 dólares (casi 37.000 euros)-, puede ser una profesión muy gratificante.

Les siguen los maestros, pese a los recortes en la enseñanza y la conflictividad en algunas aulas. Este trabajo, dice el estudio, continúa atrayendo a jóvenes idealistas, aunque un 50% de los nuevos profesores abandonan antes de los cinco años de ejercicio.

Ser artista, como escultor o pintor, también reporta una gran satisfacción, pese a las dificultades para vivir de ello. También ser psicólogo. Este gremio "puede ser capaz o no de resolver los problemas de la gente, pero parece que ellos han logrado solucionar los suyos", señala la investigación.

El 65% de los vendedores de servicios financieros dicen ser felices con la función que desempeñan, lo que podría deberse, sugiere el estudio, a que algunos de ellos ganan más de 90.000 dólares al año (66.500 euros) por una media de 40 horas a la semana en un confortable ambiente de oficina.

Cierran la lista los operarios de maquinaria pesada, para quienes manejar excavadoras, grúas o cargas puede ser divertido. Con más demanda que oferta, y en estos tiempos que corren, se declaran felices.

Este listado contrasta con los 10 trabajos más odiados, según una información de la cadena CNBC basada en una encuesta realizada este año a cientos de miles de trabajadores que cita Forbes, pues son precisamente los mejor pagados y los que cuentan con un mayor reconocimiento social. Se trata, de más a menos, de los de director de tecnología de la información, director de ventas y marketing, product manager, desarrollador web, técnico especialista, técnico de electrónica, secretario jurídico, analista de soporte técnico, maquinista y gerente de marketing.

Las 10 profesiones "más felices"
1. Sacerdote
2. Bombero
3. Fisioterapeuta
4. Escritor
5. Profesor de educación especial
6. Maestro
7. Artista
8. Psicólogo
9. Vendedor de servicios financieros
10. Operario de maquinaria pesada

Los 10 trabajos más odiados
1. Director de Tecnología de la Información
2. Director de Ventas y Marketing
3. Product Manager
4. Desarrollador web
5. Técnico especialista
6. Técnico de electrónica
7. Secretario jurídico
8. Analista de soporte técnico
9. Maquinista
10. Gerente de Marketing

jueves, noviembre 24, 2011

Benedicto XVI escribe sobre la Virgen para niños.

La vida de la Virgen María y las principales fiestas litúrgicas en su honor son narradas por el papa Benedicto XVI en el libro “María, la mamma di Gesu” (María, la madre de Jesús), que acaba de salir en las librerías de Italia.
El cardenal arzobispo de Milán, Angelo Scola, escribe en el prólogo del libro que el Papa, entre las muchas representaciones de la Virgen que recorre, se detiene en una de la tradición bizantina, la llamada «de la ternura», que representa al Niño Jesús con la cara apoyada en la de su madre.
El purpurado añade en el texto, publicado el lunes por el diario vaticano “L’Osservatore Romano”, que leyendo el libro del papa, los niños se darán cuenta de que la madre de Jesús, “concebida sin pecado original, es, de verdad, como nosotros”.
“Ha vivido las mismas alegrías que nosotros y los mismos dolores, los momentos felices y los momento difíciles, nuestras mismas fatigas y el mismo entusiasmo y siempre fiándose y poniéndose en manos de Dios”, subraya Scola. Cuando llegan “los momentos oscuros, María nos enseña a no desalentarnos ante las cosas que no funcionan o van mal”, escribe.
Scola invita a los niños a leer el libro y les desea que, a través de esas páginas, descubran que vale la pena vivir y confiar en María. “Os sugiero una manera simple: arrodillados a los pies de la cama, rezad todas las noches un Ave María. Yo lo hago así y me ayuda mucho”, agrega el cardenal.
En el libro, de 48 páginas, con ilustraciones del italiano Franco Vignazia y editado por la italiana Piccola Casa Editrice, Benedicto XVI recorre las etapas de la vida de María a través de todas las festividades litúrgicas que le dedica la Iglesia.

martes, noviembre 22, 2011

Parar y pensar...



Estamos necesitados de reflexión, sí, de pararnos un buen rato y pensar. Lo recordaba a menudo un profesor que tuve en primero de carrera: “Pararse a pensar significa, en primer lugar, pararse, y solo después pensar”. Ya no sabemos hacerlo. Nos cuesta pararnos, estarnos quietos. Los hiperactivos se multiplican porque se multiplican también los estímulos externos de toda índole: ve, vuelve, sube, baja, compra, protesta, mira esto, escucha aquello, todo menos estarse quieto. Del silencio, ni hablemos, porque produce pánico, terror a quedarse a solas con uno mismo, por eso necesitamos barullo como el comer. Como en la campaña, que podría resumirse en un terrible ruido visual y sonoro. Ahora quieren que reflexionemos, como si nos regalaran un día de asueto, como si nos dejaran en paz. Como si no debiéramos reflexionar el resto del año, porque para eso ya están ellos. Para pensar por nosotros.
Ellos, que nos han hurtado en sus mítines y debates, en sus entrevistas y paseos, las claves de nuestra posible meditación, mientras intentaban llevarnos al ring del viejo y manipulador blanco o negro, conmigo o contra mí. Ellos, que no han dado ruedas de prensa y se han limitado a charletas con los periodistas, en off the record y sin micrófonos, no fuera a descontrolárseles el mensaje cerrado (blanco-negro, blanco-negro) y se descorchara la verdad de las cosas y saliera como una espuma ligera que llegara a deslumbrarnos de certezas o de dudas. Y eso no.
Ellos nos regalan un día cada cuatro años para reflexionar. Les recomiendo que se distraigan y aprovechen el oasis de silencio. Mañana pasará algo muy raro. Y habrá que reflexionar el lunes. De Paco González en la voz de Galicia.

domingo, noviembre 20, 2011

JMJ, un espejismo???

Una semana. Dos millones de jóvenes. Y un periodista que se pierde y se encuentra entre la multitud. Aunque se define como «un perro verde entre los jóvenes del Papa», Arturo San Agustín más bien se sitúa frente al acontecimiento como un sabueso que olfatea a pie de calle, que se detiene en lo pequeño para hacerlo grande, en los encuentros casuales para hacerlos causales de lo que ocurrió esos días en Madrid... Así se plantea esta crónica de 178 páginas que aborda la Jornada Mundial de la Juventud en primera persona.
«La JMJ no fue un espejismo. Los jóvenes católicos son reales y están ahí, trabajando en barrios como El Rabal con aquellos que más lo necesitan. Lo que ocurre es que se desconoce que existen porque no gritan como otros», explica San Agustín, que a renglón seguido reconoce que precisamente «la palabra “normal” es quizá la que más se repite cuando conversaba con aquellos que contemplaban la JMJ en Madrid desde fuera. La gente se sorprendía de cómo eran estos jóvenes católicos: ni ñoños ni mojigatos, sino unos jóvenes desinhibidos, que se mueven en las redes sociales, que van a la moda sin complejo alguno por ser cristianos».
A estas conclusiones llega el autor después de conversar con muchos jóvenes o, simplemente, de observar cómo hablaban, cómo paseaban por la Puerta del Sol o cómo se postraban para rezar. Así, se hizo peregrino como ellos paseando por el Museo del Prado, por Cibeles, dejándose caer por Cuatro Vientos o por el Fòrum de Barcelona los días previos a las diócesis». Precisamente la que más me impactó fue una chica francesa del grupo Emmanuel a la que vi en la feria vocacional del parque del Retiro. Apenas decía nada, pero tenía una gran presencia interior y emanaba una luz que me impresionó. Y todo esto sin dar una imagen bobalicona, sino fuerte y potente», comenta.
Tres meses después cabe preguntarse qué poso deja el encuentro con el Papa en nuestro país. Arturo San Agustín lo tiene claro: «A los convencidos de que todo lo católico es malo, no les vas a cambiar de opinión, pero al menos sí les dio que pensar qué llevaba a tantos jóvenes a reunirse en torno al Papa en una ciudad como Madrid en pleno mes de agosto».
De ahí que no dude en pedir una nueva JMJ para España. «Ha supuesto toda una experiencia personal y colectiva a nivel nacional. Si yo fuera alcalde intentaría convocar una de vez en cuando porque he podido comprobar que permite mejorar sobremanera la salud social».
Una terapia de rejuvenecimiento
«No se puede volver a los dieciocho años, pero sí se puede transcurrir una semana entre personas que viven en ese tiempo». Así arranca la crónica de Arturo San Agustín, un relato en el que da voz y voto a todo aquel que paseó por Madrid la tercera semana de agosto, desde un conductor de autobuses a un anciano «rejuvenecido» por la invasión.

sábado, noviembre 19, 2011

El ladrón arrepentido.



Jesús dijo que benditos los sencillos, los pobres, porque a ellos en primer lugar se les anuncia el reino de los cielos. No por mucho estudiar teología, estarás más cerca de Dios. Leo estos días un estupendo libro, Dios y el mundo, que es una larga y siempre original entrevista al entoneces cardenal Ratzinger, acerca de la Fe, el proyecto de Dios, el sentido de la vida, el más allá, las escrituras. Compartía impresiones con un buen y sabio amigo durante la comida. Le expresaba mis perplejidades, lo esencial y lo accesorio en la vida. Jesús se acerca a todos,y a cada uno de modo diferente: a Zaqueo, le dice hoy comeré en tu casa; el centurión le dice, no hace falta que vengas, basta una palabra tuya.






Me quedo, nos quedamos y así se lo pedimos hoy al Señor Rey de cielos y tierra, con la oración del ladrón arrepentido, en la cruz, que en dos , tres minutos-acuérdate de mi cuando estés en tu reino- le robó el cielo.

lunes, noviembre 14, 2011

Siete años.



No me refiero a la cuestión bíblica de los siete años de vacas gordas y los siete de vacas flacas, se ve que lo de las expansiones económicas y las recesiones tiene cuatro mil años de historia. Hace siete años empezó este blog!!!, caray, tempus fugit. Me asombro releyendo la cantidad de temas, juicios precipitados, ansiedades, cabreos con ZP y su gobierno, lanzarse en plancha sobre tantos temas, a quemarropa. Es una buena ocasión para pedir perdón, porque no quise y puede que no pudiese ofender, por tantos kilos de vanidad...segundo, y lo más importante dar gracias a todos los que habéis pasado por aquí, o seguís pasando, por los comentarios que me han animado o hecho pensar o rectificar.

En noviembre de 2004 vivía Juan Pablo II, ZP estrenaba proyectos, había bonanza económica. A ZP no lo quieren ver ni los suyos, como si estos siete años no hubiesen existido, sic transit gloria mundi...

miércoles, noviembre 09, 2011

La voluntad de Dios.

De joven me contaban de santos, de san Josemaría Escrivá, que ante noticias dolorosas, muy dolorosas, repetía: " hágase, cúmplase, sea amada la justísima y amabilísima voluntad de Dios, ...". No lo entendía, me parecía muy duro, me sigue costando entenderlo, me sigue pareciendo duro. Pero cerca de María procuro hoy repetirlo, paladearlo. Jesús confío en ti. Amén, amén.

domingo, noviembre 06, 2011

Consejos de familia.



Teniendo en cuenta que cada familia es un mundo llena de tradiciones, de peculiaridades y de modos propios, estos consejos parecen razonables, son de Leopoldo Abadía, el de la crisis ninja, con doce hijos.






Consejos de cajón para la familia
Domine usted la tele y no ella a usted. Se ha impuesto que la familia cene con ella conectada, que se coma con una mano mientras se hace ‘zapping’ con la otra.

No a la familia bicefálica. Si el niño se lleva una bronca materna porque ha pegado a otro, no la desautorice jamás, aunque no esté de acuerdo. Luego, a solas, lo discuten,

Deje clarísimo que en casa mandan los padres y que ellos ponen las normas.

Avise a los suegros de que, aunque tengan llave de casa, hay que llamar al timbre.

Celebre todos los cumpleaños. A la vida hay que echarle sal y el protagonista se siente recordado y querido.

Seleccionar los tacos. Delante de la madre, ni uno. Con los amigos y hermanos, algunos, pero escogidos.

No ser maniáticos del orden. Una casa tiene que estar limpia pero, desde luego, ser confortable.

Pedir perdón. Es una palabra mágica que disuelve muchísimas peleas y rencores.

Los hijos no mienten. Si te fías de ellos y partes de esa base les ayudas a hacerse mayores.

sábado, noviembre 05, 2011

Joseph Halevi Horowitz Weiler .



Joseph Halevi Horowitz Weiler es un hombre peculiar, extraordinario casi. Un judío errante que nació en Sudáfrica y ha vivido en Israel, el Reino Unido, Italia y EEUU. «Nunca he estado más de 10 años en un mismo sitio», afirma con una voz extrañamente parecida a la de Leonard Cohen. Sus pobladas cejas le confieren un aspecto fiero que se esfuma al hablar: su sentido del humor supera al entrecejo. Hijo y nieto de rabinos, por sus venas corre sangre de sionistas polacos y rusos. Su madre nació en el Congo belga y se educó en un convento católico, «¡donde decía Moisés en vez de Jesús!». Dirigió una unidad de 11 tanques en Israel, y ahora da clases en la Universidad de Nueva York. Está considerado como uno de los mayores expertos del mundo en la Unión Europea, pero su pasión es la literatura. «Mi mejor libro es una novela», afirma en referencia a Der Fall Steinmann, unbestseller en Amazon. Ahora prepara la segunda: «La literatura es el acceso más profundo a la condición humana, por eso la amo». Esta entrevista empezó en Pamplona, donde fue investido doctor honoris causa por la Universidad de Navarra, y terminó en Madrid. En medio, varios correos sobre su querida Europa. El miércoles por la noche, un día antes del baile griego, supo adelantarse a los pasos de Yorgos Papandreu.

Es usted un ciudadano del mundo con una fuerte identidad judía. ¿Por qué le resulta tan importante el aspecto religioso?
Hay varias respuestas a esa pregunta. Una es la familia en la que crecí. Otra, que perdí a dos hermanos defendiendo al pueblo judío. ¿Y quién soy yo para romper un contrato de 5.000 años? Le hice la circuncisión a mi segundo hijo con mis propias manos.

Un judío practicante como usted recibe un doctorado honoris causa de una universidad
del Opus Dei. ¿Cómo se explica?
Me respetan por mis escritos legales. ¿Por qué deben discriminar en función de la religión? Por la misma razón podría preguntarme por qué la laica University College (Londres) me dio un doctorado. Dice mucho de estas universidades.

¿Y cómo pudo un judío practicante defender el uso de los crucifijos en los colegios italianos?
No lo hice como judío, sino como constitucionalista practicante. La pregunta, en un sentido profundo, es ofensiva. Digamos que a un pobre niño cristiano lo atropella un coche, y que soy un médico. ¿No lo ayudaría porque soy judío? Pues esto es lo mismo. Una injusticia. De la misma manera que yo pensé que era ridículo no mencionar las raíces cristianas de Europa en el preámbulo de la Constitución Europea cuando sí se cita a Tucídides o la tradición humanista. Es ridículo porque más de la mitad de los europeos viven en países cuyas constituciones sí mencionan a Dios.

¿Por eso aceptó representar a Italia y a otros siete estados ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos?
Cuando veo algo que está mal, me opongo. Cuando vi el caso Lautsi [la madre finlandesa que pidió la retirada del crucifijo en el aula de su hijo en Italia] me indigné. Me pareció totalitario. No se puede pretender que toda Europa sea igual. Los estados se defendieron mal: dijeron que la cruz no era un símbolo religioso. Y lo es, claro que lo es. Yo lo defendí, además, pro bono.

¿Por qué?
Porque de lo contrario, todos los blogs del mundo habrían dicho que ese judío, por dinero, es capaz de defender hasta la cruz. Lo hice porque me pareció una decisión ridícula: Europa no es sólo Francia, es también el Reino Unido, y allí el himno nacional es una canción religiosa y el jefe de Estado es también el jefe de la Iglesia. Recibí mil correos electrónicos. La mitad me insultaba porque el hijo de un rabino defendía la cruz. La otra mitad, por defenderla. Mi respuesta fue la misma: no defendí la cruz, defendí el derecho de Francia a ser Francia y del Reino Unido a ser el Reino Unido.

En España ha habido casos de niñas musulmanas a las que no se les ha dejado ir con hiyab al colegio en función de la libertad del centro.
Eso para mí es discriminación motivada por islamofobia. ¿Un niño judío no podría llevar una kipá o uno cristiano una pequeña cruz en el cuello? Es discriminatorio que los padres no creyentes puedan mandar a sus hijos con una camiseta del Che Guevara pero los creyentes tengan que abstenerse de símbolos religiosos.

¿Hay que respetar entonces a un Gobierno islámico que imponga la sharia?
Claro que no. El tipo de democracia en el que creemos no significa que lo que vote la mayoría sea democrático. Hitler fue elegido democráticamente. Definimos la democracia en su dimensión constitucionalista, como protectora de los derechos humanos, la igualdad, el pluralismo. En una democracia liberal, la mayoría está constreñida por el constitucionalismo. Si en España sólo se pudiera ser cristiano y no judío, eso no sería democrático, porque es inconstitucional. Aunque lo quisiera la mayoría. Una tiranía de muchos es igual que la de un solo dictador, y un país donde se aplica la sharia no puede ser denominado democracia. Aunque lo quiera el 100% de la población.

¿Ocurriría lo mismo con la halajá [la ley talmúdica que aplican los fundamentalistas judíos]?
Absolutamente. Aunque el 100% de los israelíes quisiera aplicar la halajá, Israel no podría denominarse una democracia.

¿Cómo acabará el conflicto que enfrenta a judíos y palestinos?
Si fuera realmente sabio, no diría nada. Es un conflicto muy difícil en el que se mezclan lo moral, lo legal y lo político. En 1982 ya escribí un libro diciendo que los palestinos tienen derecho a disfrutar de un Estado en Palestina. Me opongo a los asentamientos, y creo que Jerusalén debe ser la capital de ambos. Aun así, soy pesimista. Ya no creo en la paz por territorios. Pienso que incluso después de tener su Estado los palestinos seguirán queriendo matarnos.

¿Cree en el derecho al retorno de los palestinos?
Claro que no. Israel es el derecho del pueblo judío a la autodeterminación. Puede haber una minoría árabe, pero si vuelven todos los refugiados ya no sería el Estado del pueblo judío. En la Historia han ocurrido antes estos movimientos de población: un millón y medio de judíos fueron expulsados de países árabes. Creo que históricamente Israel ha intentado de verdad tener paz con sus vecinos árabes. Mire la Declaración de Independencia del 15 de mayo de 1948: Israel acepta la partición.

A caballo regalado no le mires el diente: los británicos dividieron el territorio entre judíos y palestinos. Ellos estaban allí antes.
Según su lógica, los palestinos nunca pierden su derecho al retorno, de modo que nosotros tampoco. Por eso hay que dividir. Cuando dos pueblos creen que tienen derecho a algo, hay que llegar a un compromiso.

¿Cómo surgió su interés por Europa?
La historia de la integración europea es una idea noble. Es increíble, no tiene precedentes. Francia y Alemania matándose durante 200 años y fueron capaces de mirar al futuro sin acordarse del pasado. Lo que yo hice de novedoso es desarrollar la teoría de la integración europea combinando el Derecho, la política, las ciencias sociales y lo humano. Porque a mí lo que realmente me interesa es la condición humana.

¿Cómo se aplica esa condición a la integración europea?.
En mi último artículo, Valores y virtudes, demuestro que la integración europea corrompe las virtudes necesarias para defender sus valores. La virtud es una característica de la personalidad y el valor es algo en lo que se cree. Así, Europa pone al individuo en el centro, pero lo convierte en el ser más egocéntrico, más egoísta del mundo. La crisis del euro lo está demostrando. El hombre de la calle en Alemania no quiere ayudar a los griegos.

¿Va a desintegrarse Europa?
No. Pase lo que pase, la Unión Europea no va a desintegrarse. La vida de algunas personas puede desintegrarse, pero nunca la Unión. De la misma forma que Francia no desaparecerá aunque tenga una crisis financiera. El euro puede explotar, pero eso no acabará con la Unión Europea. Pero déjeme decirle que el euro también va a sobrevivir.

El fiasco del referéndum griego nos puso al borde del precipicio.
Hay que distinguir entre el problema de raíz y las consecuencias en la superficie. En la raíz, Europa no sólo vive una dramática crisis monetaria, sino también una de legitimidad que está empezando a hervir. Cualquier solución estructural a la crisis comunitaria, como los eurobonos, pasa no sólo
por la transferencia de recursos de los más ricos a los más pobres sino también por el compromiso social y la solidaridad humana que implica esa transferencia. Hace tiempo que Europa perdió ese tipo de sustento social. El ideal ha desaparecido y los europeos se enfrentan no al éxito, sino a
un fracaso que les da miedo. Las instituciones de Gobierno están fallando: el Parlamento Europeo está ausente en este drama. Incluso el Consejo Europeo ha delegado toda su autoridad no en Van Rompuy o en Barroso, sino en el presidente Merkozy, que piensa en Francia y en Alemania mientras predica Europa.

Europa ha villanizado a Papandreu.
A voz de pronto, Papandreu merece mi admiración por su sentido de Estado. El referéndum era una medida valiente para responsabilizar al pueblo de su compromiso y de los años de austeridad y de sacrificio que le queda por delante. Sí, Papandreu no informó al presidente Merkozy antesde hacer el anuncio. ¡Bravo! La arrogancia de los mellizos Merkozy es ya insufrible, tanto como su hipocresía. Lo que le preocupa a Sarkozy sobre todo en este mundo es el rating triple A de Francia y sus posibilidades electorales en 2012. Y Merkel espera (correctamente) que todos respetemos sus exigencias de política interna; su juicio de cómo movilizar a su pueblo, y los requerimientos de la democracia alemana. Pero de los griegos, Merkozy esperan un inmediato. « ¡Sí, señor!» y «¡Gracias, señor!». En el fondo, creo que ellos hubieran querido que los griegos votaran que no y quitarse el dolor de cabeza de encima. Salir del euro es un juego asimétrico: el caos monetario sería infinitamente mayor en el Estado que se va que en el resto de la Eurozona.

¿Y la marcha atrás que dio el jueves Papandreu?
En Rebelión en la granja, George Orwell acuñó un aforismo inmortal: todos son iguales, pero unos son más iguales que otros. Tristemente, esto es verdad en la Unión en sus momentos de crisis. Cuando el pueblo de Irlanda o de Dinamarca vota contra el Tratado, se les pide que voten otra vez. Cuando los franceses o los holandeses lo hacen, el Tratado desaparece. Tristemente, Papandreu finalmente se quebró bajo la presión combinada de los mercados y la de esos que son más iguales que otros. Él ha puesto en juego su legado de una forma que Merkozy nunca haría.



jueves, noviembre 03, 2011

San Martín de Porres.



No sé si las nuevas generaciones tienen idea de él. Fray escoba, hijo de español y mujer de color, lego dominico, de la segunda mitad del siglo XVI. Mira que debía haber ilustres dominicos en Perú en ese tiempo, predicadores, pastores, Prelados, sabios y pasados cinco siglos nos llega la memoria de este hombre: alegre, sencillo, humilde,lleno de caridad, cariñoso, con buen humor. Escrivá un santo contemporáneo lo recordaba sin componendas, que es más importante el trabajo de una señora de la limpieza o el de un catedrático de la Sorbona? Para Dios, depende del amor, de la rectitud con que se haga. Fray Escoba échanos una buena mano.

miércoles, noviembre 02, 2011

Santos y difuntos.



Ayer, día de todos los santos, anónimos para nosotros pero no para Dios. Intercesores, lucharon, cayeron, se levantaron y gozan con Dios. Qué alegría, con sus vestiduras blancas y sus palmas; innumerables, de toda raza, nación, color. Hoy rezamos y todo el mes, por quienes están ya salvados pero se purifican. La Misa, el Rosario, el responso, las indulgencias. Esos fieles ya no pueden merecer pero nosotros , sí por ellos. Bendita comunión de los santos , entre milicia, hay que luchar vaya que sí, y con los años más si cabe, los que se purifican y los que gozan. Gran mes de noviembre. Una lágrima se seca, una flor se marchita, la oración siempre queda.