viernes, junio 29, 2018

Mártir de 16 años,memoria y perdón.


 Comí hoy con una hermana de este chico, madre de mi buen amigo José Joaquín, Remedios.En un momento le pregunté has podido perdonar??'; mataron a otros tres hermanos  de Remedios. Me dijo, mis padres perdonaron. Dejemos a los muertos en paz, qué grandeza la de nuestros abuelos, y no juguemos con el odio y las guerras entre hermanos.



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En la fiesta de Pablo y Pedro.

Para celebrar el día de los Santos Pedro y Pablo el papa Francisco ha ido esta tarde a felicitar a Benedicto XVI en su residencia. Enorme detalle de ternura y cariño...‬





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jueves, junio 28, 2018

Cínica de la Universidad de Navarra.









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miércoles, junio 27, 2018

Homilía del Prelado en la memoria de San Josemaría.


https://opusdei.org/es-es/document/misa-26-junio-san-josemaria-2018-prelado-opus-dei/


El prelado: «No tengas miedo de caminar por el mundo»

Homilía para la memoria litúrgica de san Josemaría, pronunciada por Mons. Fernando Ocáriz en la basílica de san Eugenio, el 26 de junio de 2018.
HOMILÍAS
«Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios» (Rm8,14). Estas palabras de san Pablo expresan la altísima vocación a la que estamos llamados: ser hijos de Dios. En efecto, si –como relata el libro del Génesis– en el origen, el hombre recibió la vida por el soplo de Dios (cfr. Gen 2,4), Jesucristo nos ha enviado de Dios Padre el Espíritu Santo, que nos lleva a una existencia nueva, en la que podemos reconocer el rostro del Padre y exclamar: «¡Abbá, Padre!» (cfr. Rm 8,15).
¡SOMOS HIJOS DE DIOS EN CRISTO!
¡Cuántas veces meditó san Josemaría sobre estas palabras que nos propone la Misa de hoy! Un día de 1931, sintió que el Espíritu Santo las había puesto en su corazón y que brotaban de sus labios mientras estaba en un tranvía de Madrid. Él mismo recuerda que, durante un largo tiempo, estuvo repitiendo por las calles "¡Abbá, Padre!". El Paráclito grabó en su alma una nueva y más profunda certeza de saberse hijo de Dios y comprendió el sentido de la filiación divina como fundamento de la vida espiritual. Se abría ante su mirada un panorama entusiasmante. ¡Somos hijos de Dios en Cristo!; partícipes de la filiación eterna del Unigénito de Dios Padre.
Hoy podemos preguntarnos si, como nos sugiere san Pablo, la conciencia de ser hijos de Dios informa, empapa, todas las dimensiones de nuestra vida. Considerar frecuentemente, con fe, nuestra filiación divina, nos ayudará a recorrer con esperanza, día a día, a pesar de nuestra debilidad, el camino hacia la identificación con Cristo, hacia la santidad, como nos dice san Josemaría: «Comprende Jesús nuestra debilidad y nos atrae hacia sí, como a través de un plano inclinado, deseando que sepamos insistir en el esfuerzo de subir un poco, día a día» (Es Cristo que pasa, n. 75).
¿Sentimos la libertad y confianza que nos ofrece nuestro ser hijas e hijos de Dios? Pues no hemos recibido «un espíritu de esclavitud para estar de nuevo bajo el temor» (Rm 8,15): el temor al fracaso, que a veces congela los esfuerzos para emprender nuevas iniciativas de servicio a los demás; el temor a perder las falsas seguridades que dan la comodidad y el egoísmo; el temor, en definitiva, a adentrarnos en ese mar maravilloso de la vida de oración que promete, junto con muchas alegrías, una existencia de entrega, en la que no faltarán «los padecimientos del tiempo presente» que, sin embargo, «no son comparables con la gloria futura» (Rm, 8,18).
CONFÍA EN TU VERDAD MÁS ÍNTIMA, EL SER HIJO DE DIOS, Y NO TENGAS MIEDO
El Señor nos dice como a Pedro: «Guía mar adentro» (Lc 5,4). Que es como si nos dijera: confía en tu verdad más íntima, el ser hijo de Dios, y no tengas miedo de caminar por el mundo que, a veces, se presenta como un mar revuelto. En efecto, puede ser que las cosas no marchen como idealmente habíamos previsto, que en el trabajo nos encontremos con el revés en un proyecto, que alguna persona querida dé la espalda a Dios, que se presenten, en fin, sucesos inesperados o adversos… Y se pueden insinuar en nuestra mente las respuestas de Pedro: «hemos estado bregando durante toda la noche y no hemos pescado nada» (Lc 5,5), «apártate de mí, Señor, que soy un hombre pecador» (Lc 5,8). En esos momentos, cuánto ayuda hacer un buen rato de oración, y oír como dirigido realmente también a nosotros a Jesús que nos dice "¡No temas!» (Lc 5,10).
El Papa Francisco nos dice a cada uno: «La santidad, en el fondo, es el fruto del Espíritu Santo en tu vida (cfr. Ga 5,22-23). Cuando sientas la tentación de enredarte en tu debilidad, levanta los ojos al Crucificado y dile: 'Señor, yo soy un pobrecillo, pero tú puedes realizar el milagro de hacerme un poco mejor» (Ex. Ap. Gaudete et exsultate, n. 15).
LOS PADRES SON INSTRUMENTO DE LOS CUIDADOS DE NUESTRO PADRE DIOS
El Espíritu Santo nos enseña a vivir como hijos de Dios, y nos impulsa a que ayudemos a descubrir esta verdad a las personas que encontramos en el camino de nuestra vida. Todos escuchamos, con los Apóstoles, la voz imperiosa y estimulante de Jesús: «echad la red para la pesca» (Lc 5,4). Una pesca, a la que a todos los cristianos estamos llamados: ayudar a muchas personas a secundar la acción del Espíritu Santo que, en Cristo, les lleve a Dios Padre. Y esto en la vida ordinaria: en la familia, en el trabajo, en las relaciones de amistad y de vecindad... Por ejemplo, cuando los padres y madres toman en sus brazos a un hijo pequeño que se ha caído y se ha hecho daño, y lo rodean con su cariño, le están transmitiendo el amor de Dios Padre, «del cual -como escribe san Pablo- toma nombre toda paternidad en los cielos y en la tierra» (Ef 3,15). En esos y en otros muchos momentos, los padres son instrumento de los cuidados de nuestro Padre Dios.
También entre amigos se puede realizar esa maravilla: por ejemplo, cuando se escucha con atención, con verdadero interés y afecto, a alguien en dificultad, y se le apoya con oración y, si es el caso, con un oportuno consejo, entonces se está ayudando a recordar que no está solo, que tiene un Padre en el Cielo y hermanos en la tierra.
Para concluir, podemos hacer propia la petición de la oración que rezaremos después de la Comunión: «los sacramentos que hemos recibido en la fiesta de san Josemaría, fortalezcan en nosotros el espíritu de hijos adoptivos para que, fielmente unidos a tu voluntad, recorramos con alegría el camino de la santidad». En este camino, encontraremos siempre a nuestra Madre, Santa María, que nos acompaña.

martes, junio 26, 2018

VAR.








      vamos a rezar    vamos a rezar             vamos a rezar        vamos a rezar

lunes, junio 25, 2018

Munuera Montero, un gran colegiado.

  Conozco bien a su gran familia. Felicidades !!!!








Alumni Altocastillo
4 h
El antiguo alumno José Luis Munuera Montero, del colegio andaluz de árbitros, será a partir del 1 de enero de 2019 árbitro internacional FIFA . Desde la asociación de antiguos alumnos del colegio nos sentimos muy orgullosos y le deseamos muchísimo éxito en esta nueva etapa de su carrera profesional. José Luis estás hecho un crack, ¡enhorabuena!.

Quiero la paz mundial, y mucho más.





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sábado, junio 23, 2018

Escrivá un romántico ???



https://opusdei.org/es-es/article/ultimo-romantico-san-josemaria-mariano-fazio/

«San Josemaría se consideraba un continuador de los románticos del siglo XIX»

Con ocasión del 90 aniversario de la fundación del Opus Dei, acaba de publicarse “El último romántico. San Josemaría en el siglo XXI”, una serie de reflexiones sobre el fundador, escritas por Mariano Fazio.
NOTICIAS
Opus Dei - «San Josemaría se consideraba un continuador de los románticos del siglo XIX»Mons. Mariano Fazio ha escrito "El último romántico. San Josemaría en el siglo XXI".
Mons. Mariano Fazio (Buenos Aires, 1960) ha publicado “El último romántico”. No es una biografía sobre el fundador del Opus Dei, ni un estudio teológico, ni una recopilación de textos. “Se trata –explica el autor– de presentar en forma ordenada algunas de las consecuencias de la luz recibida por san Josemaría hace noventa años, y que hoy cobran relevante actualidad”.

Conoció a san Josemaría en Argentina. ¿Qué recuerda de aquel encuentro?
Recuerdo a un sacerdote que lucía una sonrisa de oreja a oreja, y que transmitía con naturalidad una gran alegría; sus palabras eran positivas, animantes, comprensivas, y, a la vez, amablemente exigentes. La sonrisa de su rostro quedó grabada en mi memoria y en mi imaginación, y ha supuesto un aliciente para procurar sonreír, también cuando aparentemente no hay motivos para hacerlo.
LA SONRISA DEL ROSTRO DE SAN JOSEMARÍA QUEDÓ GRABADA EN MI MEMORIA
Yo tenía apenas catorce años y sabía muy poco del Opus Dei. Allí había muchos estudiantes y universitarios, todos con ganas de grandes ideales. Tengo que reconocer que recuerdo pocas cosas de las que nos dijo san Josemaría, pero una frase me quedó grabada en el corazón: «Buenos Aires tiene que ser la ciudad de las almas felices». Regresé a casa con un horizonte existencial distinto del que tenía antes de mi encuentro con él.
“El último romántico”: así se definía san Josemaría. ¿Por qué?
Él se consideraba un continuador de los románticos del siglo XIX que luchaban por la libertad personal. «Amo la libertad de los demás –explicaba–, la vuestra, la del que pasa ahora mismo por la calle, porque si no la amara, no podría defender la mía. Pero esa no es la razón principal. La razón principal es otra: que Cristo murió en la Cruz para darnos la libertad, para que nos quedáramos in libertatem gloriae filiorum Dei» (en la libertad y la gloria de los hijos de Dios).
En efecto, sin libertad no podemos amar. Por eso, consideraba que en el orden natural el mayor regalo que Dios hizo al hombre era precisamente el habernos creado libres: Dios ha querido correr el “riesgo” de nuestra libertad, para que correspondamos libremente con nuestro amor a su amor infinito. San Josemaría se lamentaba de que, en tiempos más recientes, mucha gente exigía la libertad para manejarse él y destruir a los otros, sujetarlos, pisarlos. Por el contrario, defendía “el romanticismo cristiano”: amar la libertad de los demás, con cariño.
El próximo 2 de octubre se cumplen 90 años de la fundación del Opus Dei. ¿Qué mensaje propone su fundador para el siglo XXI?
LOS CORAZONES DE LOS HOMBRES Y LAS MUJERES DE TODAS LAS ÉPOCAS Y LUGARES VIBRAN CON EL AMOR Y LA LIBERTAD
Hace 90 años san Josemaría recibió una luz de Dios que dio un nuevo sentido a su vida, en donde el amor —con su ingrediente de locura— y la libertad ocupan un lugar central. Los corazones de los hombres y las mujeres de todas las épocas y lugares vibran con el amor y la libertad. Estamos hechos para amar y ser amados. Por eso es tan fácil sintonizar con su espíritu. Su mensaje ha cambiado la vida de muchas personas a lo largo de estas décadas, y contiene una potencialidad destinada a expandirse. Los aniversarios, en sí mismos, son simples fechas, pero a mí, personalmente, me ha servido como ocasión para meditar algunos aspectos de su mensaje, especialmente iluminantes en las circunstancias de la cultura contemporánea.
Nietzsche, Dovtoiesky, Perez Galdós, Tolkien, Chesterton... su libro hace muchas referencias a autores clásicos y modernos.
Los autores clásicos tienen la capacidad de iluminar de manera especial algunas de las cuestiones que nos afectan a todos. Al preocuparse por la libertad del hombre, san Josemaría ha tratado sobre muchas de esas ideas y por eso me gusta ponerlo en relación con otros. Son mensajes que atraviesan la historia y resultan actuales en el siglo XXI y en los futuros siglos. Por ejemplo, Gogol y Tolkien agradecían a Dios que hiciera al hombre partícipe de su poder creador; Kafka o Kierkegaard abordaron la relación de cada hombre con su padre; Chesterton reflexiona sobre el amor hacia el mundo; Machado nos provoca sobre el verdadero amor… Como intento mostrar en el libro, el trabajo, el amor, la filiación o el mundo son algunos de los temas sobre los que san Josemaría hace sugerencias muy valiosas que también encontramos en el discurso de los clásicos.
En la introducción, Mons. Ocáriz habla de la capacidad rejuvenecedora del cristianismo…
Efectivamente, el prelado del Opus Dei compara el actual agotamiento de ideas y valores con el que, veinte siglos atrás, afectaba a la sociedad en el que enraizó el cristianismo. La vida de los discípulos de Jesús empezó a rejuvenecer desde muy pronto la vida de una sociedad envejecida: la renovó con la juventud y la novedad de Dios. Las propuestas de san Josemaría proceden del Evangelio, por eso son tan necesarias para el siglo XXI: la alegría de ser hijos de Dios, el trabajo como lugar de santidad, el carácter positivo de la secularidad, la importancia de la vida familiar y del amor, el valor de la pluralidad, la repercusión social de la vida de cada cristiano.

viernes, junio 22, 2018

San Josemaría,en la Catedral de Jaén.



       
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Fotos del cuadro de san Josemaria en la capilla de San José de la Catedral de Jaén, que será bendecido por el Sr. Obispo D. Amadeo, tras la Misa del 26 de junio.

jueves, junio 21, 2018

Ruperta, la elefante de Caracas. Historia reciente de Venezuela.






Tenía 48 años y el pasado domingo falleció, no de vieja, sino de hambre. De los 135 kilos de comida que debería consumir al día, tan sólo le daban 10. Llegada de África en la década de los 70, se convirtió en una estrella del zoo de Caracas. Los venezolanos lloran su muerte.

viernes, junio 15, 2018

Deporte e Iglesia.


Hace unos días, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida presentó el primer documento de la Santa Sede sobre el deporte: “Dar lo mejor de uno mismo”. En él, subraya el gran aprecio que la Iglesia tiene hacia este aspecto de la cultura y previene frente a su mercantilización, una amenaza que planea sobre los macroeventos deportivos. El deporte, explica el Papa Francisco en el mensaje que acompaña al texto, “puede ser un instrumento de encuentro, de formación, de misión y santificación”.
El objetivo del documento, de casi 50 páginas, es “ofrecer una visión del deporte basada en una comprensión cristiana de la persona y de una sociedad justa”. Al mismo tiempo, alaba el valor de la actividad deportiva para educar el carácter. De ahí que la vea también como un ámbito para la nueva evangelización. “La Iglesia no solo incentiva la práctica del deporte, sino que quiere estar en el deporte, considerado como un moderno ‘Atrio de los Gentiles’ y el areópago donde es anunciada la Buena Noticia”.
“La Iglesia no solo incentiva la práctica del deporte, sino que quiere estar en el deporte, considerado como un moderno Atrio de los Gentiles”
Los títulos de dos epígrafes sintetizan bien la intención pastoral del documento: “En el deporte, la Iglesia está en su casa” y “En la Iglesia, el deporte está en su casa”. A forjar esta visión positiva ha contribuido el Magisterio de los pontífices del siglo XX, sobre todo los más de cien discursosde san Juan Pablo II a los deportistas.

Un deporte para la persona

En la raíz del aprecio de la Iglesia por el deporte está su comprensión de la persona como “una unidad de cuerpo, alma y espíritu”. Lo que lleva a la Iglesia a rechazar las concepciones teológicas o filosóficas que ven como males el mundo material y el cuerpo. A la vez, le sirve de base para subrayar “la dimensión espiritual en el deporte”.
El capítulo tercero del documento interesará especialmente a los educadores. En él, hay numerosos ejemplos de cómo el deporte sirve para explicar verdades antropológicas, virtudes humanas o aspectos de la vida cristiana, como hacía san Pablo con los gentiles.
Por ejemplo, el epígrafe “Creatividad, libertad y reglas” explica de forma pedagógica por qué la libertad no equivale a la independencia absoluta. Otros apartados destacan el espíritu de equipo, el valor antropológico del esfuerzo y de la constancia –“sin sacrificio no se obtienen resultados importantes, y tampoco auténticas satisfacciones”, en palabras de Juan Pablo II–; la necesidad de un desarrollo armónico de la persona, que la lleve a madurar en todas sus dimensiones; la experiencia de “la tensión entre la fuerza y la debilidad” en cada persona, etc.

Un deporte justo

La explotación laboral expuesta con motivo del Mundial de Qatar 2022, las protestas contra el despilfarro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, el endeudamiento de años que dejan los grandes eventos deportivos, a satisfacer con más impuestos o menos servicios públicos, o la formación de una burbuja futbolística, que penaliza a los clubes con menos recursos, son algunos ejemplos de lo que ocurre cuando el afán lucrativo manda en el deporte. Aunque el documento no baja tanto al detalle, sí denuncia otros problemas que responden igualmente a “una búsqueda desenfrenada de éxito y de la ingente cantidad de intereses económicos que se mueven en las competiciones deportivas”.
Así, por ejemplo, denuncia la presión que sufren algunos atletas infantiles, y recuerda a sus padres su “responsabilidad de mostrar a los niños que son amados por lo que son, no por sus éxitos”. Otras veces las presiones provienen de la mentalidad de “ganar a toda costa” o de un “anhelo de un mayor espectáculo”, que empuja a los deportistas al dopaje. La corrupción es otro lastre para el deporte, lo mismo que la violencia y el desprecio de los hinchas radicales hacia los contrincantes o los árbitros.

Deportistas santos

El documento se cierra con una invitación a ver en el deporte uno de los atrios de los gentiles de los que hablaba Benedicto XVI, donde los creyentes puedan abrir –en palabras del Papa emérito– “un diálogo con aquellos para quienes la religión es algo extraño, para quienes Dios es desconocido y que, a pesar de eso, no quisieran estar simplemente sin Dios, sino acercarse a él al menos como Desconocido”.
Papa Francisco: “Dar lo mejor de uno mismo en el deporte es también una llamada a aspirar a la santidad”
Aquí el texto hace especial hincapié en la educación: “Desde el origen de la Cristiandad, el deporte apareció como metáfora efectiva de la vida cristiana: el apóstol san Pablo no dudó en incluir el deporte entre los valores humanos, lo que le sirvió como punto de apoyo y referencia en el diálogo con la gente de su época. Hoy en día podemos introducir en el deporte, los juegos y otras actividades lúdicas para llevar a los jóvenes a un entendimiento más profundo de las Escrituras, las enseñanzas de la Iglesia o los sacramentos”.
En resumen, la Iglesia no pretende crear un deporte distinto del que se practica en los barrios o en los grandes estadios, sino “ayudar a dar plenitud a la experiencia deportiva”. Como dijo en su mensaje el Papa Francisco a propósito del título del documento, “dar lo mejor de uno mismo en el deporte es también una llamada a aspirar a la santidad. (...) Es necesario profundizar en la estrecha relación que existe entre el deporte y la vida, para que puedan iluminarse recíprocamente, para que el afán de superación en una disciplina atlética sirva también de inspiración para mejorar siempre como persona en todos los aspectos de la vida. Tal búsqueda, con la ayuda de la gracia de Dios, nos encamina a aquella plenitud de vida que nosotros llamamos santidad”.

domingo, junio 10, 2018

Milagro aprobado de Guadalupe Ortiz de Landázuri., química del Opus Dei.



http://opusdei.org/es-es/article/papa-aprueba-milagro-beatificacion-guadalupe-ortiz-de-landazuri/

Se aprueba el milagro para la beatificación de la química Guadalupe Ortiz de Landázuri

El Papa Francisco autorizó en la tarde de ayer que la Congregación de las Causas de los Santos promulgue el decreto con el que se aprueba un milagro atribuido a la intercesión de Guadalupe Ortiz de Landázuri, miembro del Opus Dei.
NOTICIAS
Opus Dei - Se aprueba el milagro para la beatificación de la química Guadalupe Ortiz de Landázuri
Roma, 9 de junio de 2018.- El Papa Francisco autorizó en la tarde de ayer que la Congregación de las Causas de los Santos promulgue el decreto de aprobación del milagro de Guadalupe Ortiz de Landázuri (1916-1975), miembro del Opus Dei. También autorizó los decretos relativos a las causas de canonización del beato Nunzio Sulprizio, de la venerable Concepción Cabrera y de Enrique Angelelli y compañeros, mártires en Argentina.
Al conocer la noticia, Mons. Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei, ha comentado: «La vida de Guadalupe nos lleva a comprobar cómo el darse enteramente al Señor, respondiendo con generosidad a lo que Dios va pidiendo en cada momento, hace ser muy felices aquí en la tierra y luego en el Cielo, donde se encuentra la felicidad que no se acaba.
Pido al Señor que el ejemplo de Guadalupe nos anime a ser valientes para afrontar con entusiasmo y espíritu emprendedor las cosas grandes y pequeñas de cada día, para servir con amor y alegría a Dios y a los demás».
El milagro consiste en la curación instantánea de Antonio Jesús SedanoMadrid, de 76 años, de un tumor maligno de piel junto al ojo derecho, en el año 2002.
Una noche, cuando faltaban solo unos días para la intervención quirúrgica en la que le extirparían el cáncer, Antonio acudió con fe a la intercesión de Guadalupe Ortiz de Landázuri, pidiéndole que no fuera necesario someterse a la operación. A la mañana siguiente, el tumor había desaparecido por completo. En sucesivas revisiones médicas, la curación fue confirmada.
Antonio Jesús Sedano Madrid falleció doce años después, en 2014, a causa de una patología cardíaca. Tenía 88 años. El cáncer de piel, del que se curó por intercesión de Guadalupe Ortiz de Landázuri, nunca volvió a aparecer.
En una entrevista, el postulador de la causa, el sacerdote Antonio Rodríguez de Rivera, define a Guadalupe como «una mujer enamorada de Dios, llena de fe y de esperanza que, con su trabajo y optimismo, ayudó a los demás en sus necesidades espirituales y materiales. Era manifiesta la alegría que impregnaba todo su quehacer, también ante situaciones más difíciles».
Nació en Madrid en 1916, el día de la Virgen de Guadalupe. Estudió Ciencias Químicas en la Universidad Central de su ciudad natal. Fue una de las cinco mujeres de su promoción. Durante la Guerra Civil española confortó a su padre, que era militar, en las horas previas a su ejecución. Perdonó desde el primer momento a los responsables. Tras el conflicto bélico, acabó la carrera universitaria y fue profesora de Física y Química en el Colegio de las Irlandesas y en el Liceo Francés de Madrid.
A comienzos de 1944, a través de un amigo, conoció al fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá, quien le enseñó que el trabajo profesional y la vida ordinaria pueden ser lugar de encuentro con Cristo. Más tarde afirmaría: «Tuve la sensación clara de que Dios me hablaba a través de aquel sacerdote». Aquel mismo año se incorporó al Opus Dei.
A partir de entonces, Guadalupe vivirá esa entrega sin condiciones, con una delicada fidelidad a Jesucristo, a quien trataba de modo especial en la Eucaristía, buscando la santidad, con afán de servir, y tratando de acercar a Dios a muchas personas. En Madrid y luego en Bilbao atendió de modo primordial a la formación cristiana de gente joven.

De 1950 a 1956 estuvo en México donde empezó el trabajo apostólico del Opus Dei. Quienes la trataron subrayan que su prioridad era cumplir la voluntad de Dios y que era constante su afán de ayudar a cada persona. Movidas por el aliento de Guadalupe, varias de sus amistades impulsaron actividades de promoción humana y cristiana, como un centro de capacitación social y profesional para campesinas, en una zona rural del Estado de Morelos.
En 1956 se estableció en Roma, donde colaboró con san Josemaría en el gobierno del Opus Dei. Después de dos años, por motivos de salud, se trasladó a España y reemprendió la enseñanza y la investigación en ámbito científico. Concluyó su tesis doctoral en Química y fue pionera del Centro de Estudios e Investigación de Ciencias Domésticas (CEICID). Al mismo tiempo, continuó ocupándose de tareas de formación cristiana en el Opus Dei. En todas sus acciones se refleja su anhelo de amar a Dios con su trabajo, su amistad y una honda alegría que transmitía paz y serenidad.
Como consecuencia de una enfermedad del corazón, falleció en Pamplona, con fama de santidad, el día la Virgen del Carmen del año 1975. Tenía 59 años.
Desde entonces, la devoción privada a Guadalupe se ha ido extendiendo cada vez más. Según el postulador, las personas que acuden a su intercesión reciben gracias muy variadas: curaciones, favores relacionados con el embarazo y con el parto, obtención de puestos de empleo, compaginar trabajo y familia, resolución de problemas económicos, reconciliaciones familiares, acercamiento a Dios de amigos y compañeros de trabajo, etc.
El itinerario de la causa de canonización (resumen de la cronología de la causa que se encuentra aquí).
El proceso sobre la vida, las virtudes y la fama de santidad de Guadalupe se instruyó en Madrid. Comenzó el 18 de noviembre de 2001 y finalizó el 18 de marzo de 2005. El tribunal interrogó a 32 testigos en Madrid y a 22 testigos en la Ciudad de México.
El 17 de febrero de 2006 la Congregación de las Causas de los Santos otorgó el decreto de validez del proceso y el 4 de agosto de 2009 fue presentada en ese dicasterio la Positio sobre la vida y las virtudes de Guadalupe.
Del 25 de mayo de 2007 al 16 de enero de 2008, se instruyó en Barcelona el proceso sobre la presunta curación milagrosa de Antonio Jesús Sedano Madrid, atribuida a Guadalupe. Posteriormente se entregaron las actas a la Congregación, que declaró la validez del proceso el 24 de octubre de 2008.
El 7 de junio de 2016, el congreso peculiar de los consultores teólogos dio respuesta positiva a la pregunta sobre el ejercicio heroico de las virtudes por parte de Guadalupe Ortiz de Landázuri. El 2 de mayo de 2017, la sesión ordinaria de los cardenales y de los obispos se pronunció en el mismo sentido.
El 4 de mayo de 2017, el Papa Francisco recibió del cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, una relación detallada de las fases de la causa, ratificó el voto de la Congregación de las Causas de los Santos y autorizó que se publicara el decreto por el que se declara venerable a la sierva de Dios Guadalupe Ortiz de Landázuri.
El 5 de octubre de 2017, el consejo de médicos de la Congregación de las Causas de los Santos, tras haber estudiado la curación de Antonio Jesús Sedano Madrid, declaró que es científicamente inexplicable. Y el congreso de teólogos consultores de la Congregación, reunido el 1 de marzo de 2018, afirmó que esa curación debe atribuirse a la intercesión ante Dios de Guadalupe.
En la sesión ordinaria del 5 de junio de 2018, los cardenales y obispos miembros de la Congregación de las Causas de los Santos, en conformidad con las conclusiones del consejo de médicos y del congreso especial de teólogos consultores de la Congregación, confirmaron la curación extraordinaria de Antonio Jesús Sedano Madrid por intercesión de Guadalupe Ortiz de Landázuri.
El 8 de junio de 2018, el Papa Francisco dio autorización a la Congregación para publicar el decreto sobre el milagro atribuido a Guadalupe.
Información sobre la Causa de canonización de Guadalupe