lunes, diciembre 30, 2019

En Navidad, más cordero.





San Jerónimo y el niño Jesús.








.Se cuenta que una noche de Navidad, después de que los fieles se fueron de la gruta de Belén, San Jeronimo se quedó allí solo rezando y le pareció que el Niño J...esús le decía: "Jerónimo ¿qué me vas a regalar en mi cumpleaños?". Él respondió:


"Señor te regalo mi salud, mi fama, mi honor, para que dispongas de todo como mejor te parezca". El Niño Jesús añadió: "¿Y ya no me regalas nada más?". Oh mi amado Salvador, exclamó el anciano, por Ti repartí ya mis bienes entre los pobres. Por Ti he dedicado mi tiempo a estudiar las Sagradas Escrituras... ¿qué más te puedo regalar? Si quisieras, te daría mi cuerpo para que lo quemaras en una hoguera y así poder desgastarme todo por Ti".

El Divino Niño le dijo: "Jerónimo: regálame tus pecados para perdonártelos". El santo al oír esto se echó a llorar de emoción y exclamaba: "¡Loco tienes que estar de amor, cuando me pides esto!". Y se dio cuenta de que lo que más deseaba Dios que le ofrezcamos los pecadores es un corazón humillado y arrepentido, para perdonarlo y sanarlo.... Ese es Dios.





San Jeronimo, Patriarca y Padre de la Iglesia, tradujo la Biblia del griego y el hebreo al latin, lo hizo en Belen.

jueves, diciembre 26, 2019

Sagrada familia, familias del Opus Dei.


https://opusdei.org/es/article/consagracion-de-las-familias-de-los-fieles-del-opus-dei/?fbclid=IwAR3pxOPbfrpzoD_6IdZIwEv8plZPdZJqahPmnqICe_L_6tWaxRjS6mCFEvI


Oración por las familias de las personas del Opus Dei

Desde 1951, en el Opus Dei se pide con especial intensidad a la Sagrada Familia de Nazaret en el domingo que sigue a la Navidad por las familias de los fieles de la Obra. Esta es la oración y unos apuntes sobre su origen.
DEL OPUS DEI
Opus Dei - Oración por las familias de las personas del Opus DeiMons. Fernando Ocáriz con una familia.
Es una tradición que, desde 1951 (lea el relato de El Fundador del Opus Dei, (III): Los caminos divinos de la tierra, Andrés Vázquez de Prada), se repite cada año, el día en el que la Iglesia celebra la fiesta de la Sagrada Familia. Ese día, en los centros de la Obra del mundo entero se pide a Dios que llene de bendiciones a las familias de los fieles del Opus Dei.
Recogemos un fragmento:
«Oh Jesús, amabilísimo Redentor nuestro, que al venir a iluminar el mundo, con el ejemplo y con la doctrina, quisiste pasar la mayor parte de tu vida sujeto a María y a José en la humilde casa de Nazaret, santificando la Familia que todos los hogares cristianos debían imitar: acoge benignamente la consagración de las familias de tus hijos en el Opus Dei, que ahora te hacemos (..). Tómalas bajo tu protección y custodia, y haz que se acomoden al divino modelo de tu Sagrada Familia. (...)
Concédeles, Señor, que conozcan mejor cada día el espíritu de nuestro Opus Dei, al que nos llamaste para tu servicio y nuestra santificación; infunde en ellos un amor grande a nuestra Obra; haz que comprendan cada vez con luces más claras la hermosura de nuestra vocación, para que sientan un santo orgullo porque te dignaste escogernos, y para que sepan agradecer el honor que les otorgaste.
Bendice especialmente la colaboración que prestan a nuestra labor apostólica, y hazles siempre partícipes de la alegría y de la paz, que Tú nos concedes como premio a nuestra entrega».
Como narra Vázquez de Prada en la biografía del Fundador, la consagración se hizo por vez primera en un momento de necesidad urgente, por las dudas que atravesaban las familias de algunos de los primeros fieles de la Obra. Así lo contaba el propio san Josemaría en una carta en 1951:
«Me gustaría ahora contaros los detalles de la Consagración de la Obra, y de las familias de cada asociada y de cada socio a la Sagrada Familia, el día 14 de mayo de este año, en el oratorio —que por eso se llama, desde entonces, de la Sagrada Familia— todavía sin paredes, entre trozos de tablas y de clavos, del encofrado que sostuvo el cemento de las vigas y del techo, hasta que fraguó. Pero se conservan unas notas precisas, redactadas entonces. No me extiendo más aquí, por tanto.
Os comunicaré que únicamente podía acogerme al cielo, ante las maquinaciones diabólicas —¡las permitía Dios!— de ciertos desaprensivos, que hicieron firmar a algunos padres de familia un documento repleto de falsedades, y lograron que terminara en manos del Santo Padre. Jesús, María y José se ocuparon de que pasara el nublado, sin descargar ninguna granizada: todo se aclaró».
Inmediatamente se hicieron sentir los efectos del recurso a la Sagrada Familia. La misma semana de la presentación del escrito al Sumo Pontífice se echó atrás uno de los firmantes. El resto se percató enseguida de lo infundada que era la «angustiosa situación» de que se hablaba en la denuncia. En adelante no pusieron impedimento alguno a sus hijos, y el Señor devolvió la paz a esos hogares. La exposición de agravios hecha a Su Santidad se desvaneció por falta de peso, y don Josemaría tuvo el profundo gozo de ver crecer el afecto de las familias de sus hijos hacia el Opus Dei.
(Fragmentos extraídos de El Fundador del Opus Dei. Vol. III. Andrés Vázquez de Prada).

martes, diciembre 24, 2019

Navidad es compromiso.










“Tiempo de compromiso en el mundo para los cristianos”
Artículo de S. S. Benedicto XVI publicado el 20/12/2012 en el Financial Times
“Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, fue la respuesta que Jesús dio cuando se le preguntó lo que pensaba sobre el pago de impuestos. Los que lo interrogaban, obviamente, querían tenderle una trampa. Querían obligarlo a tomar posición ante el encendido debate político sobre el dominio romano en tierra de Israel. Sin embargo había en juego mucho más: si Jesús era realmente el Mesías esperado, entonces seguramente se habría opuesto a los dominadores romanos. Por lo tanto la pregunta, estaba calculada para desenmascararlo, o como una amenaza para el régimen, o como un impostor.
“La respuesta de Jesús conduce hábilmente la cuestión hasta un nivel superior, advirtiendo sobre el peligro de la politización de la religión y la deificación del poder temporal, pero también ante la incansable búsqueda de la riqueza. Quienes lo escuchaban tenían que comprender que el Mesías no era César, y que César no era Dios. El reino que Jesús venía a instaurar era de una dimensión absolutamente superior. Como respondió a Poncio Pilatos: “mi reino no es de este mundo”.
“Las narraciones de Navidad del Nuevo Testamento tienen el objeto de expresar un mensaje similar. Jesús nació durante un “censo del mundo entero”, querido por César Augusto, el emperador famoso por haber llevado la Pax Romana a todas las tierras sometidas al dominio romano. Sin embargo este niño, nacido en un oscuro y lejano rincón del imperio, estaba por ofrecer al mundo una paz mucho más grande, verdaderamente universal en sus objetivos y trascendente sobre cada límite de espacio y de tiempo.
Jesús se nos presenta como heredero del rey David, pero la liberación que él trajo a su propia gente no significaba ahuyentar los ejércitos enemigos sino vencer para siempre el pecado y la muerte.
El nacimiento de Cristo nos desafía a repensar nuestras prioridades, nuestros valores, nuestro mismo modo de vivir. Y mientras la Navidad es sin duda un tiempo de gran alegría, es también una ocasión de profunda reflexión, más aun, es un examen de consciencia. Al final de un año que ha significado privaciones económicas para muchos ¿qué cosa podemos aprender de la humildad, de la pobreza, de la sencillez de la escena del pesebre? La Navidad puede ser el tiempo en el que aprendemos a leer el Evangelio, a conocer a Jesús no solamente como el Niño del pesebre, sino como aquel en el cual reconocemos a Dios hecho Hombre. Es en el Evangelio donde los cristianos encuentran inspiración para toda su vida cotidiana y para su participación en los asuntos del mundo - sea que esto suceda en el Parlamento o en la Bolsa-. Los cristianos no deben escapar del mundo; por lo contrario, deben comprometerse en él. Pero su participación en la política y en la economía deben trascender cada forma de ideología.
Los cristianos combaten la pobreza porque reconocen la dignidad suprema de cada ser humano, creado a imagen de Dios y destinado a la vida eterna. Los cristianos trabajan por una repartición equitativa de los recursos de la tierra porque están convencidos de que, en su calidad de administradores de la creación de Dios, tenemos el deber de hacernos responsables de los más pobres y de los más vulnerables. Los cristianos se oponen a la avidez y a la explotación, convencidos de que la generosidad, y un amor que se olvida de sí mismo, enseñados y vividos por Jesús de Nazaret, son el camino que conduce a la plenitud de la vida. La fe cristiana en el destino trascendente de cada ser humano implica la urgencia de la tarea de promover la paz y la justicia para todos.
Debido a que tales fines son compartidos por muchos, es posible una gran y fructífera colaboración entre los cristianos y los demás. Sin embargo los cristianos, dan a César solamente aquello que es de César pero no aquello que pertenece a Dios. Algunas veces a lo largo de la historia los cristianos no han podido condescender a las solicitudes hechas por César. Desde el culto del emperador de la antigua Roma hasta los regímenes totalitarios del siglo apenas transcurrido, César ha tratado de ocupar el puesto de Dios. Cuando los cristianos rechazan de inclinarse ante los falsos dioses propuestos en nuestros tiempos no es porque tienen una visión anticuada del mundo. Por el contrario, eso sucede porque están libres de ataduras ideológicas y son animados por una visión tan noble del destino humano, que no pueden aceptar compromisos con nada que lo pueda insidiar.
En Italia, muchas escenas de nacimientos están adornadas con ruinas de los antiguos edificios romanos como fondo. Esto demuestra que el nacimiento del niño Jesús marca el fin del antiguo orden, el mundo pagano, en el que las reivindicaciones de César parecían imposibles de desafiar. Ahora hay un nuevo rey que no confía en la fuerza de las armas, sino en la potencia del amor. Él lleva la esperanza a todos aquellos que, como Él mismo, viven al margen de la sociedad. Lleva esperanza a cuantos son vulnerables en las fluctuantes fortunas de un mundo precario. Desde el pesebre, Cristo nos llama para vivir como ciudadanos de su reino celestial, un reino que cada persona de buena voluntad puede ayudar a construir aquí sobre la tierra.

lunes, diciembre 23, 2019

Navidad 2019, gentileza del Opus Dei.

https://opusdei.org/es-es/article/navidad/

Navidad 2019

Vídeos, textos y audios de san Josemaría, el Papa Francisco y Mons. Fernando Ocáriz, además de otros recursos para preparar y celebrar la Navidad.
DE LA IGLESIA Y DEL PAPA
Opus Dei - Navidad 2019El Papa Francisco besa al Niño Jesús.
Vídeos sobre la Navidad
 El Niño Jesús de San Josemaría: Siendo un joven sacerdote, San Josemaría tenía devoción a una talla del Niño Jesús: le mecía, le cantaba y bailaba con él. “Me gusta verte chiquitín –le decía el santo– para hacerme la ilusión de que me necesitas”.
• El belén que puso Dios: El Papa Francisco ha animado a los cristianos a mantener la costumbre de poner un belén en cada casa para celebrar la Navidad.
• “Aquí Pasó” (5): Navidad.
• Prelado del Opus Dei: Navidad: que seamos testigos del amor a Jesucristo en la vida ordinaria.

• Papa Francisco: “Jesús es el verdadero sentido de la Navidad”.
Textos del Papa, San Josemaría y Mons. Fernando Ocáriz sobre la Navidad
• «El hermoso signo del pesebre»: Carta apostólica del Papa Francisco sobre el significado y el valor del belén.
 Felicitación navideña del prelado (2019): En el silencio de Belén –de la mano de María y de José– encuentran su lugar, con renovada claridad, nuestras alegrías, nuestros anhelos y nuestras penas.
• El Nacimiento de Jesús: texto y audios de San Josemaría sobre esta escena del Evangelio.
 Rezar ante el belén como un personaje más: textos de san Josemaría para contemplar el nacimiento de Jesús (disponible en PDF, ePub y Mobi).
• Venite adoremus: Libro electrónico de Mons. Echevarría sobre la Navidad, que recoge fragmentos de las cartas que entre 2006 y 2016 escribió a los fieles del Opus Dei.
• Libro electrónico: “Homilías de Navidad de Benedicto XVI”: Descargar ePub - Descargar Mobi y “Homilías de Benedicto XVI sobre la Epifanía”: Descargar ePub - Descargar Mobi
Textos para meditar sobre la Navidad
• El Belén perenne del Sagrario (texto y audio): en este artículo de Guillaume Derville se recuerda que los Magos llevaron oro, incienso y mirra. ¿Y qué llevamos nosotros al Niño Jesús?: El trabajo de todas las actividades humanas.
 La puerta de la humildad: “Venid a mí, que soy manso y humilde de corazón”. Dios se ha hecho pequeño, para que podamos ser grandes, con la grandeza verdadera: la humildad de corazón.
• Un tierno silencio de Navidad: artículo de Guillaume Derville.
• Tiempo de Navidad: la luz de Belén: editorial de la serie Año Litúrgico, contenido en el libro «El tiempo de una presencia».
• Vida de María (VII): El nacimiento de Jesús.
Villancicos para disfrutar durante las navidades
• Navidad en 22 villancicos: Audios de varios villancicos y documento con letras de canciones navideñas populares.
• Letras de Navidad (también en PDF): Luis Ramoneda, filólogo, escritor, poeta y crítico literario, ha seleccionado varios textos literarios navideños.
• Érase una vez... otra nueva Navidad... Relatos y poemas de Navidad de autores noveles y escritores consagrados en una sencilla publicación. Descarga en PDF.
Preguntas, respuestas y artículos de interés sobre la Navidad
• ¿Qué pasó en Belén?: Preguntas y respuestas de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra sobre la historicidad y la doctrina de los acontecimientos que celebramos en Navidad.
• ¿Por qué se celebra la Navidad? ¿Jesucristo nació un 25 de diciembre? ¿Cómo sucedió? ¿Los Reyes Magos existieron? Aquí tienes la respuesta a algunas de las preguntas más habituales sobre la Navidad.
• La Encarnación: Es la demostración por excelencia del Amor de Dios hacia los hombres, pues la Segunda Persona de la Santísima Trinidad —Dios— se hace partícipe de la naturaleza humana en unidad de persona.
Audios para rezar en Navidad
• El Nacimiento de Jesús: capítulo II del Evangelio de San Lucas que narra el Nacimiento de Jesús (editado por la Fundación Maiestas).
• Homilía de Navidad “El triunfo de Cristo en la humildad” (texto y audio), pronunciada por san Josemaría, fundador del Opus Dei, el 24 de diciembre de 1963, y publicada en “Es Cristo que pasa”.
• Prelado del Opus Dei. Navidad: que seamos testigos del amor a Jesucristo en la vida ordinaria.
El prelado del Opus Dei, en la Basílica de los Mártires de Uganda, felicita la Navidad y nos anima a que, al contemplar la familia de Nazaret —con Jesús recién nacido—, demos testimonio de fe y vida cristiana en la familia.

sábado, diciembre 21, 2019

La Iglesia y y los hechos.




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Felicitación navideña del Prelado dela Obra.




Felicitación navideña del Prelado del Opus Dei

Mensaje de Mons. Fernando Ocáriz con ocasión de la solemnidad del Nacimiento de Jesús.
CARTAS PASTORALES Y MENSAJES
Opus Dei - Felicitación navideña del Prelado del Opus Dei
Queridísimos: ¡que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos!
Se acerca la noche en la que celebramos el nacimiento del Niño Jesús. Son jornadas en las que el ambiente externo acompaña nuestra alegría interior. La señal dada a los pastores de Belén para que pudieran reconocer al Mesías fue que encontrarían «un niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre» (Lc 2,12): allí les esperaba el Hijo de Dios. ¡Acerquémonos a la sencillez y silencio de Belén! Dejémonos envolver por ese recogimiento del corazón al que nuestro Padre llamaba «el portero de la vida interior» (Camino, n. 281). En el silencio de Belén –de la mano de María y de José– encuentran su lugar, con renovada claridad, nuestras alegrías, nuestros anhelos y nuestras penas.
Con mi bendición más cariñosa, os deseo una muy feliz y santa Navidad
vuestro Padre
Roma, 16 de diciembre de 2019

miércoles, diciembre 18, 2019

El niño de Belén.












18Cuando llegan las Navidades, me gusta contemplar las imágenes del Niño Jesús. Esas figuras que nos muestran al Señor que se anonada, me recuerdan que Dios nos llama, que el Omnipotente ha querido presentarse desvalido, que ha querido necesitar de los hombres. Desde la cuna de Belén, Cristo me dice y te dice que nos necesita, nos urge a una vida cristiana sin componendas, a una vida de entrega, de trabajo, de alegría.

No alcanzaremos jamás el verdadero buen humor, si no imitamos de verdad a Jesús; si no somos, como El, humildes. Insistiré de nuevo: ¿habéis visto dónde se esconde la grandeza de Dios? En un pesebre, en unos pañales, en una gruta. La eficacia redentora de nuestras vidas sólo puede actuarse con la humildad, dejando de pensar en nosotros mismos y sintiendo la responsabilidad de ayudar a los demás.

Es a veces corriente, incluso entre almas buenas, provocarse conflictos personales, que llegan a producir serias preocupaciones, pero que carecen de base objetiva alguna. Su origen radica en la falta de propio conocimiento, que conduce a la soberbia: el desear convertirse en el centro de la atención y de la estimación de todos, la inclinación a no quedar mal, el no resignarse a hacer el bien y desaparecer, el afán de seguridad personal. Y así muchas almas que podrían gozar de una paz maravillosa, que podrían gustar de un júbilo inmenso, por orgullo y presunción se trasforman en desgraciadas e infecundas.

Cristo fue humilde de corazón. A lo largo de su vida no quiso para El ninguna cosa especial, ningún privilegio. Comienza estando en el seno de su Madre nueve meses, como todo hombre, con una naturalidad extrema. De sobra sabía el Señor que la humanidad padecía una apremiante necesidad de El. Tenía, por eso, hambre de venir a la tierra para salvar a todas las almas: y no precipita el tiempo. Vino a su hora, como llegan al mundo los demás hombres. Desde la concepción hasta el nacimiento, nadie —salvo San José y Santa Isabel— advierte esa maravilla: Dios que viene a habitar entre los hombres.

La Navidad está rodeada también de sencillez admirable: el Señor viene sin aparato, desconocido de todos. En la tierra sólo María y José participan en la aventura divina. Y luego aquellos pastores, a los que avisan los ángeles. Y más tarde aquellos sabios de Oriente. Así se verifica el hecho trascendental, con el que se unen el cielo y la tierra, Dios y el hombre.

¿Cómo es posible tanta dureza de corazón, que hace que nos acostumbremos a estas escenas? Dios se humilla para que podamos acercarnos a El, para que podamos corresponder a su amor con nuestro amor, para que nuestra libertad se rinda no sólo ante el espectáculo de su poder, sino ante la maravilla de su humildad.

Grandeza de un Niño que es Dios: su Padre es el Dios que ha hecho los cielos y la tierra, y El está ahí, en un pesebre, quia non erat eis locus in diversorio, porque no había otro sitio en la tierra para el dueño de todo lo creado. Escrivá).