lunes, marzo 31, 2014

Hablar de religión sí, discutir no.











Si me permitís un consejo, nunca perdáis el tiempo discutiendo sobre religión. Tal como se discute hoy día, todo queda en una confrontación de ideas en la que nadie escucha al otro y en la que todos los «discutientes» no tienen sino un único objetivo: salirse con la suya. Además, os enfadáis y acabáis pecando. ¡Menuda gracia!
    Personalmente, me gustan los «reventadores de tertulias». Y el ciego de nacimiento es uno de ellos. Es de esas personas que no saben nada de ideas, y, por tanto, no pretenden discutir. Simplemente, te atizan con la realidad como si te dieran con un mazo y te tapan la boca.
    Sólo sé que yo era ciego, y ahora veo. Punto. Discusión terminada. ¿Qué puedes responder a eso? No hay idea, ni argumento, ni sofisma capaz de hacer que lo que no es sea. Por mucho que le digas a este hombre, no va a volver a ser ciego. Y, por mucho que argumentes, no podrás cambiar su pasado de tinieblas.
    ¡Ah, ya sé! El problema es que a gran parte de los cristianos no les ha sucedido absolutamente nada con Jesucristo. No se han acercado lo suficiente a Él. Por eso discuten. ¡Pobres!
http://www.espiritualidaddigital.com/el-reventador-de-tertulias/     

domingo, marzo 30, 2014

Tercera palabra.










Tercera Palabra:
"MUJER, AHÍ TIENES A TU HIJO. HIJO, AHÍ TIENES A TU MADRE"  (Jn 19,26)
  Está ya próxima tu muerte, la hora en que tu Madre tenía que estar cerca de ti. Esta es la hora que une, de nuevo, al Hijo y a la Madre. La hora de la separación y de la muerte. La hora que arranca a la madre viuda el hijo único.
 Una vez más tu mirada contempla a la tu Madre. No le ahorraste nada: ni la alegría ni la pena, las dos surgían de tu gracia, las dos provenían de tu amor. Amas a tu Madre porque te ha asistido y servido en la alegría y en el dolor; así llegó a ser completamente tu Madre.
 Tu Madre, tus hermanos y tus hermanas son los que cumplen la voluntad del Padre que está en los cielos. A pesar de tu tormento, tu amor vibra de la ternura terrena que une al hijo y a la madre. En la suprema agonía de la salvación, te has conmovido por el llanto de una madre. En ese momento, le has dado un hijo y al hijo una madre. Por esto la tierra nueva será posible.
 Pero ella no estaba sola con el dolor de madre a cuyo Hijo matan, estaba en nuestro nombre como Madre de los vivientes. Ofrecía a su Hijo por nosotros. Repetía su "fiat" a la muerte del Señor. Era la Iglesia junto a la cruz. Al entregar la Madre al discípulo amado, nos la has entregado a cada uno de nosotros.

 Señor Jesús, tu muerte no habrá sido inútil si me acojo a este materno corazón. Estaré presente cuando llegue el día de tus bodas eternas, en las que la creación, transfigurada para siempre, se unirá a ti para siempre.

sábado, marzo 29, 2014

Segunda palabra.











Segunda Palabra:
"YO TE ASEGURO: HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO" (Lc 23,43)
  Agonizas y, sin embargo, en tu corazón rebosante de dolor hay todavía un sitio para el sufrimiento de los otros. Vas a morir y te preocupas por un criminal que, atormentado en su martirio infernal, reconoce que su pena fue merecida por su vida de maldad. El abandono de Dios te ahoga y hablas del Paraíso. Tus ojos se velan en las tinieblas de la noche y oteas la luz eterna. Al morir nos preocupamos de nosotros mismos, pues los otros nos dejan solos y abandonados. Tú, sin embargo, piensas en las almas que deben ir contigo a tu Reino. ¡Corazón de misericordia infinita! ¡Corazón heroico y fuerte!
 Un delincuente miserable pide que te acuerdes de él y Tú le prometes el Paraíso. ¿Se puede transformar tan rápidamente con tu proximidad una vida de pecado y de vicio? Si pronuncias las palabras de absolución se perdonan hasta los pecados y las bajezas más repugnantes de cada vida criminal. Nada puede impedir la entrada a la santidad de Dios. Se puede admitir, llevando las cosas al límite, un poco de buena voluntad, en un pecador, pero su perversidad, sus instintos viciados, la brutalidad, el fango..., ¡eso no desaparece con un poco de buena voluntad y con un arrepentimiento fugaz en el patíbulo! ¡Uno de esa calaña no puede entrar en el Paraíso tan limpiamente como las almas que se purificaron toda la vida, los santos que prepararon sus cuerpos y sus almas para hacerlos dignos del Dios tres veces santo! Y, sin embargo, Tú pronuncias las palabras de tu gracia omnipotente que penetra en el corazón del ladrón y transforma el fuego infernal de su agonía en la llama purificadora del amor divino. El amor destruye la culpa de la criatura rebelde. Y así el ladrón entra en el Paraíso de tu Padre.

  ¿Me darás a mí la gracia del atrevimiento temerario que exige y espera todo de tu bondad? ¿El coraje de decir, como si fuera el mayor de los criminales, "Señor, acuérdate de mí cuando estés en tu Reino”?

jueves, marzo 27, 2014

Primera palabra.








Las siete palabras, de Jesús en la cruz.Texto de Rhaner S.J.

"PADRE, PERDÓNALOS PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN”  (Lc 23,34)
 Cuelgas de la cruz. Te han clavado. No te puedes separar de este palo erguido sobre el cielo y la tierra. Las heridas queman tu cuerpo. La corona de espinas atormenta tu cabeza. Tus manos y tus pies heridos son como traspasados por un hierro candente. Y tu alma es un mar de desolación, de dolor, de desesperación.
 Los responsables están ahí, al pie de la cruz. Ni siquiera se alejan para dejarte, al menos, morir solo. Se quedan. Ríen. Están convencidos de tener la razón. El estado en que estás es la demostración más evidente: la prueba de que su acto no es sino el cumplimiento de la justicia más santa, un homenaje a Dios, del que deben estar orgullosos. Se ríen, insultan, blasfeman. Mientras tanto cae sobre Ti, más terribles que los dolores de tu cuerpo, la desesperación ante tal iniquidad. ¿Existen hombres capaces de tanta bajeza? ¿Hay, al menos, un punto común entre Tú y ellos? ¿Puede un hombre torturar así a otro hombre, hasta la muerte? ¿Desgarrarlo hasta matarlo con el poder de la mentira, de la traición, de la hipocresía, de la perfidia.... y mantener la pose del juez imparcial, el aspecto del inocente, las apariencias de lo legal? ¿Cómo lo permite Dios? ¡Oh Señor, nuestro corazón se habría destrozado en una furiosa desesperación! Habríamos maldecido a nuestros enemigos y a Dios con ellos.
 Sin embargo, Tú dices: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen". ¡Eres incomprensible, Jesús! Amas a tus enemigos y los encomiendas al Padre. Intercedes por ellos. Señor, si no fuera una blasfemia, diría que los disculpas con la más inverosímil de las excusas: "no saben". Sí, sí saben, ¡lo saben todo! ¡Pero quieren ignorarlo todo! No hay cosa que se conozca mejor que aquello que se quiere ignorar, escondiéndolo en el subterráneo más profundo del corazón; pero, al mismo tiempo, le negamos la entrada a nuestra conciencia. Y Tú dices que no saben lo que hacen. Sí, hay algo que no saben: tu amor por ellos.
 Pronuncia tu palabra de perdón sobre mis pecados. Di al Padre: "Perdónalo porque no sabe lo que ha hecho". Mas lo sabía... lo sabía todo, pero no conocía tu amor.
 Hazme pensar tu primera palabra cuando recite distraído el Padre Nuestro y afirme perdonar a los que me ofenden. Necesito tu fuerza para perdonar de corazón a aquellos que mi orgullo y mi egoísmo consideran como enemigos.

martes, marzo 25, 2014

Policía intocable....




Art. de Sostres en el Mundo. Pelín exagerado pero muy certero; conozco las policías de USA y Canadá, allí te la juegas...

Tocar a un policía


Tocar a un policía, sólo rozarle, tendría que estar castigado con cuantiosas multas económicas y severas penas de cárcel. Porque agredir a un policía es agredir a la esencia misma de la convivencia democrática. Es agredir al orden, y el principal enemigo de la libertad es el caos.
Golpear hoy a un policía sale gratis y se ve como un ritual de fin de fiesta reivindicativa. Algunos ciudadanos han aprendido a canalizar su frustración, y su mediocridad, a través de este tipo de violencia; y se creen héroes cuando son auténticos criminales.
En los países civilizados el patrimonio de la violencia es del Estado, y en España tenemos a unos manifestantes cada vez más violentos y a una Policía que administra esta ira con cautelas condescendientes y paternalistas.
Si ningún manifestante agrediera a ningún policía, no habría nunca disturbios de ningún tipo. Quien busca la violencia no es la Policía, que evita al máximo cargar contra los manifestantes y, cuando no tiene más remedio que hacerlo, trata de usar la mínima fuerza posible. Aunque sea al precio de acabar con 64 agentes heridos.
Yo soy partidario de más mano dura porque siempre he pensado que educar es reprimir. Y los que critican al ministro del Interior por excesivo tendrían que saber que otros ministros del Interior, menos católicos y más protestantes, más exigentes con los deberes de cada cual y menos piadosos con las flaquezas de algunos, actúan con mucha más dureza y sin ninguna contemplación contra delincuentes, como los que atacaron a la Policía en la llamada Marcha de la Dignidad del pasado sábado.
El izquierdismo callejero puede quejarse tanto como quiera, en su inconsciencia y en su incultura, del ministro Fernández Díaz y de la Policía española, pero tiene mucha más suerte de la que merece con el ministro del Interior que le ha tocado, comprensivo y piadoso; y de vivir en un Estado que, después de 40 años de franquismo y otros 40 de democracia, se continúa sintiendo culpable y ejerce sus potestades de un modo, como mínimo, vergonzante. Algún día se nos pasarán los complejos y estos mozos sabrán lo que es correr.
Mientras tanto, es muy decepcionante que por todo se quejen y por nada den las gracias. El domingo se concentraron para exigir la puesta libertad de los agresores que habían sido detenidos el sábado, y a ninguno se le ocurrió abandonar ni que fuera sólo un instante su retórica autoindulgente y onanista para rendir algún homenaje a Adolfo Suárez, que justo en aquella hora fallecía. Él fue quien hizo posible este sistema de libertades tan generoso y expansivo que hasta pueden aprovecharse de él las personas más absurdas y equivocadas. Nadie alzó la voz para darle las gracias. Tal vez porque nadie entre la turba sabía quién era Adolfo Suárez.
Tocar a un policía tendría que tener consecuencias dramáticas y a los que tanta dignidad exigen estaría bien que fuéramos a reclamársela. La queja permanente es estéril y degradante, y te hundes un poco más con cada excusa que encuentras para justificarte. Comprendo al ministro del Interior en su moderantismo, pero es hora de que el Estado comparezca con toda su importancia y tenga claro que los que atentan contra el orden son los únicos culpables.

lunes, marzo 24, 2014

Políticos, Putin, tramoyas...





Poco antes de fallecer, Iñaki Azkuna, el mejor alcalde del mundo, llamó a Mons. Iceta: ““A veces no la entiendo, pero soy hijo de la Iglesia y estoy muy contento de ello, por eso te he llamado, como pastor de esta Iglesia de Bilbao y obispo mío que eres. Quería despedirme de ti”. 
Adolfo Suárez Yllana acaba de decirnos, con lágrimas en los ojos, que su padre está en manos de Dios. 
Afirmaba Edith Stein (o sea: Santa Teresa Benedicta de la Cruz) que cuanto más oscuro se vuelve aquí todo para nosotros, tanto más tenemos que abrir el corazón a la luz que viene de arriba. (http://lavidaeshuella.com/2014/03/21/politicos/).



Sin casi un tiro Crimea ha pasado a Rusia, Putin no se ha liado con dobles preguntas. A continuación Ucrania aspira sin temor a formar parte de la UE. Así de sencillo, en un fin de semana.

Muerto el burro, alfalfa al  rabo; cansinos elogios del gran Adolfo Suárez. La verdad es que Suarez entre 1976 y 1978, acabó con el franquismo radical y nos dejó una Constitución generosa, de consenso, que en cuanto se ha querido clarificar ha dado problemas; lo propio del consenso es aparcar los problemas hasta que se hacen insoportables.

sábado, marzo 22, 2014

Confesarse, sacramento de la alegría.









http://www.espiritualidaddigital.com/que-hace-falta-para-poder-confesarse/


    Nos enseñaron, de pequeños, las cinco condiciones necesarias para acudir al sacramento del Perdón: «examen de conciencia, dolor de los pecados, propósito de la enmienda, decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia». Las cinco son verdaderas y necesarias. Pero quien exija que se cumplan a la perfección no ha entendido nada; ha olvidado que el sacramento es para pecadores, no para santos. Y -peor aún- ha echado en olvido la misericordia de Dios. No tiene sentido exigir al pecador que sea santo antes de confesarse. Con la ayuda de la gracia, podrá serlo después. Antes no es más que un pobre hombre herido por el pecado.
    Poco le exigió el padre al hijo pródigo. Le bastó con que volviese a casa y dijera -con un discurso medido e interesado- que había pecado. Y aquel padre se le echó al cuello y se puso a besarlo.
    Por tanto, y sin negar las cinco condiciones que aprendí de pequeño, si hoy alguien me pregunta qué hace falta para poder confesarse, le digo: «Tener pecados y saberlo. Lo demás déjaselo al confesor». Y os aseguro que me quedo muy tranquilo. He visto de lo que es capaz la misericordia de Dios.

viernes, marzo 21, 2014

Muy clarito, mucho....el Papa a los mafiosos.







El Papa, tras la vigilia por las víctimas
El Papa, tras la vigilia por las víctimas Efe

Alvaro del Portillo, próximo beato.








"Álvaro del Portillo es, a mi parecer, la persona más santa que he conocido en mi larga vida de 88 años. Es una declaración y a la vez un canto de Acción de Gracias a Dios, por el inmenso don de haberme permitido conocerle, sentirme aconsejada, querida, y muy ayudada por él".
- Madre María de Jesús Velarde, Fundadora del Instituto Religioso Hijas de Santa María del Corazón de Jesús.




miércoles, marzo 19, 2014

San José....




Perdóname por tratarte poco; tengo mucho que aprender de ti, a callar, a obedecer, a querer.





Felicidades por San José.....



Pensaba hablar algo de San  José, que es tan bueno que no dijo nada, pero actuó mucho. Hoy felicito a los padres y a los valencianos con gran cariño.






lunes, marzo 17, 2014

Sobrinos......

Tengo cinco: Carlos, Daniel, María, Lucía y Javier. Los quiero a morir, aunque parece que poco caso me hacen.
Aquí está Dani, gran jugador de basket , estudiante de Telecos en Tecnun; es el que lleva la bici, con dos compañeros. Han sido seleccionados para un premio de no sé qué de regadíos inteligentes. Aúpa Dani!!!





viernes, marzo 14, 2014

Recortes en la Armada, peligroso.






Quién perdona siempre????






perdon    Permíteme una pregunta incómoda: ¿Qué es más fácil, reconciliarse con Dios, o con los hombres? Y una respuesta rápida: es más fácil reconciliarse con Dios.
    Y es que Dios perdona siempre al pecador arrepentido. Cuando te arrodillas en el confesonario, por muchos y graves que sean tus pecados, el Señor te recibe con misericordia y lava tus culpas; por eso sales reconfortado. Con los hombres no siempre sucede eso, y lo sabes. Por eso te cuesta más trabajo reconciliarte con ellos. En ocasiones, cuando les pides perdón, te desprecian, te colman de reproches, o, simplemente, te ignoran.
    Y, sin embargo, dice el Señor: Vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Si has ofendido a tu hermano, no basta con que pidas perdón a Dios por tu pecado. El mismo Dios, con todo cariño, te pedirá que te acerques a tu hermano y te disculpes ante él. Si te perdona, la deuda está zanjada y curada la herida. Y, si no te perdona, o te desprecia, o te colma de reproches… Quédate tranquilo; tú has cumplido tu parte. Ofrece esa humillación en penitencia, y lo que falta por hacer quede entre Dios y él.
http://www.espiritualidaddigital.com/siempre-es-facil-pedir-perdon/ , gran blog espiritual, breve y siempre acertado de cuestiones espirituales, del sacerdote José Fernando Rey Ballesteros.

jueves, marzo 13, 2014

Manifiesto de médicos por la vida 2014.




#Manifiesto2014

Médicos por el Derecho a Vivir

Al Sr. Presidente del Gobierno, al Sr. Ministro de Justicia:
Ante el anuncio del Gobierno de modificar la actual legislación sobre el aborto y la derogación de la Ley Orgánica 2/2010, de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo, los profesionales de la medicina al cuidado de la mujer y de su hijo durante su vida prenatal y a lo largo de su infancia:
  • Reconocemos que el “Anteproyecto de Ley Orgánica para la Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada” supone un avance hacia una mayor protección, que no total, de la vida prenatal.
  • Nos reafirmamos en el Manifiesto de Madrid 2009, que declara:
Existe sobrada evidencia científica de que la vida empieza en el momento de la fecundación. Los conocimientos más actuales así lo demuestran: la Genética señala que la fecundación es el momento en que se constituye la identidad Genética singular; la Biología Celular explica que los seres pluricelulares se constituyen a partir de una única célula inicial, el cigoto; la Embriología describe el desarrollo y revela cómo se desenvuelve sin solución de continuidad.
El embrión (desde la fecundación hasta la octava semana) y el feto (a partir de la octava semana) son las primeras fases del desarrollo de un nuevo ser humano y en el claustro materno no forman parte de la sustantividad ni de ningún órgano de la madre, aunque dependa de ésta para su propio desarrollo.
Un aborto no es sólo la «interrupción voluntaria del embarazo» sino un acto simple y cruel de «interrupción de una vida humana».
  • Creemos firmemente en nuestra vocación como médicos al cuidado de nuestros pacientes y afirmamos que el aborto no debe ser denominado “acto médico”, ya que este es el que se realiza con la intención de curar o de paliar el sufrimiento de un ser humano, y no la de acabar con su vida.
  • Apoyamos la eliminación de nuestra legislación del aborto inducido como derecho de la mujer, ya que ante este concepto la vida del hijo queda totalmente desprotegida, a merced de lo que un tercero decida hacer con ella.
  • Ningún ser humano puede ser discriminado sobre la base de una enfermedad o discapacidad, ya sea pre o postnatalmente. Nuestro deber como médicos es procurarles la atención y los cuidados de máxima calidad, y promover el adecuado estudio de las enfermedades neonatales, su prevención y tratamiento. Por este motivo, apoyamos la decisión de abolir el aborto eugenésico, y que esta medida se extienda a TODOS los enfermos sin distinción, sea cual sea su patología y su gravedad.
  • Reivindicamos nuestro derecho a ejercer  la objeción de conciencia para no colaborar ni directa ni  indirectamente con el aborto, sin sufrir ningún tipo de discriminación laboral, sin exigir una inconstitucional declaración escrita y sin restricciones en el tiempo.
Los abajo firmantes, especialistas en Obstetricia y Ginecología, Pediatría, Psiquiatría, Genética Médica, Radiología y Diagnóstico Prenatal, Médicos de Familia y otras especialidades apoyamos la intención del Gobierno de proteger la vida de nuestros pacientes, en este caso las mujeres y sus hijos y pedimos que la nueva Ley garantice los siguientes apartados:
  1. Coordinar centros de apoyo sanitario y sociolaboral que ayuden verdaderamente a la mujer y garanticen la seguridad que todo concebido merece.
  2. Potenciar la información sobre  los daños psicofísicos que el aborto supone garantizando –así- la protección que la mujer precisa.
  3. Propiciar protocolos que ofrezcan tratamientos adecuados para las discapacidades, favorezcan la integración social y que garanticen la atención integral que la familia necesita.
  4. Promover controles de las clínicas que realizan abortos para evitar fraudes a la Ley  y exigir que los especialistas que certifiquen los supuestos contemplados pertenezcan al Sistema Nacional de Salud, impidiendo, así, que existan intereses económicos o de vinculación laboral propios del ámbito privado.
  5. Evitar que la Ley continúe promoviendo “programas de salud sexual”  en menores violentando las convicciones educativas de los padres en temas en los que no hay consenso social ni evidencia de efectividad al no haber logrado disminuir la tasa de embarazos no deseados.

miércoles, marzo 12, 2014

Prelado del Opus Dei sobre Papa Francisco.






Prelado del Opus Dei, mons. Echevarría: El Papa Francisco, “sacerdote auténtico, que reza y sabe escuchar”

El Papa Francisco es un “sacerdote auténtico que reza mucho y sabe escuchar”, según lo definió hoy el prelado del Opus Dei, mons. Javier Echevarría, durante la apertura de un congreso celebrado en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz con motivo del centenario de Álvaro del Portillo, su primer Gran Canciller.
Recordando el primer aniversario del pontificado, mons. Echevarría dijo que el ejemplo del Papa Francisco es un “estímulo para que todos los cristianos procuremos llevar el amor y la misericordia de Cristo hasta el último rincón de la tierra”. Añadió que resulta  “natural que cultivemos el deseo de agradecer al Papa Francisco el dinamismo apostólico que está difundiendo y su interés concreto por acercarse a cada persona”.
El prelado del Opus Dei dijo que “muchas personas han reconocido en el Papa Francisco al sacerdote auténtico, que reza mucho y que sabe escuchar a quien se encuentra con él. Todo esto es motivo de gran gozo filial y de acción de gracias al Cielo”.
Conectado el aniversario con la figura de Álvaro del Portillo, primer sucesor de san Josemaría al frente del Opus Dei, recordó que un aspecto central de su predicación fue precisamente la fidelidad a la Iglesia y el amor al Papa. “Allí donde se trasladaba, Mons. Álvaro del Portillo pedía que se rezara por las intenciones del Romano Pontífice.  Siempre le movía el deseo de llevar ‘Roma a la periferia’ y la ‘periferia al Papa’, según la expresión de san Josemaría”. 

martes, marzo 11, 2014

11 de marzo, centenario de Alvaro del Portillo.




Nació en esta fecha de 1914; tercero de ocho hermanos, estudió en los marianistas de Madrid. Doctor en Ingeniería de caminos, Filosofía y Derecho canónico.Será beatificado en Madrid el 27 de setiembre de este año.



Opus Dei - Don Álvaro del Portillo
Don Álvaro del Portillo
En 1935 se incorporó al Opus Dei, fundado por san Josemaría Escrivá de Balaguer el 2 de octubre de 1928. Vivió con fidelidad plena la vocación al Opus Dei, mediante la santificación del trabajo profesional y el cumplimiento de los deberes ordinarios, y desarrolló una amplísima actividad apostólica entre sus compañeros de estudio y con los colegas de trabajo.

Muy pronto se convirtió en la ayuda más firme de San Josemaría, y permaneció a su lado durante casi cuarenta años, como su colaborador más próximo.

El 25 de junio de 1944 fue ordenado sacerdote. Desde entonces se dedicó enteramente al ministerio pastoral, en servicio de los miembros del Opus Dei y de todas las almas.

En 1946 fijó su residencia en Roma, junto a San Josemaría. Su servicio infatigable a la Iglesia se manifestó, además, en la dedicación a los encargos que le confirió la Santa Sede como consultor de varios Dicasterios de la Curia Romana y, especialmente, mediante su activa participación en los trabajos del Concilio Vaticano II.

Opus Dei - Don Álvaro del Portillo con una familia
Don Álvaro del Portillo con una familia
PRIMER SUCESOR DE SAN JOSEMARÍA

El 15 de septiembre de 1975 fue elegido primer sucesor de San Josemaría. El 28 de noviembre de 1982, al erigir la Obra en Prelatura Personal, el Santo Padre Juan Pablo II le nombró Prelado del Opus Dei, y el 6 de enero de 1991 le confirió la ordenación episcopal.

Toda la labor de gobierno del Siervo de Dios se caracterizó por la fidelidad al Fundador y su mensaje, en un trabajo pastoral incansable para extender los apostolados de la Prelatura, en servicio de la Iglesia.

Opus Dei - San Josemaría Escrivá con Don Álvaro del Portillo
San Josemaría Escrivá con Don Álvaro del Portillo
Su entrega al cumplimiento de la misión recibida, siguiendo las enseñanzas de San Josemaría, hundía sus raíces en un hondo sentido de la filiación divina, fruto de la acción del Espíritu Santo, que le llevaba a buscar la identificación con Cristo en un abandono confiado a la voluntad de Dios Padre, constantemente alimentado por la oración, la Eucaristía y una tierna devoción a la Santísima Virgen.

Su amor a la Iglesia se manifestaba por su profunda comunión con el Papa y los Obispos. Su caridad con todos, la solicitud infatigable por sus hijas e hijos en el Opus Dei, la humildad, la prudencia y la fortaleza, la alegría y la sencillez, el olvido de sí y el ardiente afán de ganar almas para Cristo, reflejado también en el lema episcopal —regnare Christum volumus!—, junto con la bondad, la serenidad y el buen humor que irradiaba su persona, son rasgos que componen el retrato de su alma.

En la madrugada del 23 de marzo de 1994, pocas horas después de regresar de una peregrinación a Tierra Santa, donde había seguido con intensa piedad los pasos terrenos de Jesús, desde Nazaret al Santo Sepulcro, el Señor llamó a Sí a este siervo suyo bueno y fiel. La mañana precedente había celebrado su última Misa en el Cenáculo de Jerusalén.

Opus Dei - El Santo Padre Juan Pablo II acudió a rezar ante los restos mortales de Don Álvaro
El Santo Padre Juan Pablo II acudió a rezar ante los restos mortales de Don Álvaro
El mismo día 23 de marzo, el Santo Padre Juan Pablo II acudió a rezar ante sus restos mortales, que ahora reposan en la Cripta de la Iglesia Prelaticia de Santa María de la Paz —viale Bruno Buozzi, 75, Roma—, continuamente acompañados por la oración y el cariño de los fieles del Opus Dei y de millares de personas. 

lunes, marzo 10, 2014

Benedicto XVI habla de Juan Pablo II, santo.





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Los años de trabajo con Juan Pablo II prepararon al cardenal Joseph Ratzinger para el pontificado.

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El periodista polaco Wlodzimierz Redzioch  ha sido el primero en entrevistar a Benedicto XVI desde que es papa emérito. La razón no ha sido otra que hablar de su predecesor Juan Pablo II. El volumen, titulado Junto a Juan Pablo II. Los amigos & los colaboradores cuentan, recoge 21 entrevistas a personas cercanas al beato polaco, la primera de ellas la de Joseph Ratzinger.

Publicamos a continuación extractos del volumen
Junto a Juan Pablo II - Los amigos & los colaboradores cuentan (ediciones Ares) de Wlodzimierz Redzioch.

Sobre su encuentro con Wotjyla
El primer encuentro consciente que tuve con el cardenal Wojtyla fue en el
 cónclave en el que fue elegido Juan Pablo I. Durante el Concilio, habíamos colaborado ambos en la Constitución sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo, sin embargo fue en secciones diferentes, por lo que no nos habíamos visto. En septiembre de 1978, con ocasión de la visita de los obispos polacos en Alemania, yo estaba en Ecuador como representante de Juan Pablo I. La Iglesia de Munich y Frisinga está unida a la Iglesia ecuatoriana por un hermanamiento realizado por el arzobispo Echevarría Ruiz (Guayaquil) y el cardenal Döpfner. Y así, con mi enorme pesar, perdí la ocasión de conocer personalmente al arzobispo de Cracovia. Naturalmente había oído hablar de su obra de filósofo y pastor, y desde hacía tiempo quería conocerle.

Wojtyla, por su parte, había leído mi
 Introducción al Cristianismo, que había citado también en los ejercicios espirituales predicados por él a Pablo VI y la Curia, en la Cuaresma de 1976. Por eso era como si interiormente ambos esperásemos encontrarnos.

Sentí desde el inicio una gran veneración y una simpatía cordial por el metropolitano de Cracovia. En el pre-cónclave de 1978 el cardenal Wojtyla
 analizó para nosotros de forma asombrosa la naturaleza del marxismo. Pero sobre todo percibí en seguida con fuerza la fascinación humana que de él emanaba y de cómo rezaba, advertí cuan profundamente estaba unido a Dios.

Sobre el nombramiento a prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe


Juan Pablo II me llamó en 1979 para nombrarme prefecto de la
 Congregación para la Educación católica.

Habían pasado apenas dos años de mi consagración episcopal en Munich y
 veía imposible dejar tan pronto la sede de san Corbiniano. La consagración episcopal representaba de alguna manera una promesa de fidelidad hacia mi diócesis de pertenencia. Por tanto le pedí al Papa que pospusiera ese nombramiento [...] Fue durante el 1980 que me dijo que quería nombrarme, al finales de 1981 como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, como sucesor del cardenal Šeper.

Visto que continuaba a sentirme en obligación hacia mi diócesis de pertenencia, para la aceptación del cargo me permití poner una condición, que sin embargo creía irrealizable. Dije que
 sentía el deber de continuar publicando trabajos teológicos. Habría podido responder afirmativamente solamente si ésto hubiera sido compatible con la labor de prefecto. El Papa, que conmigo era siempre muy benévolo y comprensivo, me dijo que se informaría sobre la cuestión para hacerse una idea. Cuando sucesivamente le hice una visita, me explicó que las publicaciones teológicas son compatibles con el oficio de prefecto; también el cardenal Garrone, dijo, había publicado trabajos teológicos cuando era prefecto de la Congregación para la Educación católica. Así acepté el encargo, bien consciente de la importancia de la tarea, pero sabiendo también que la obediencia al Papa exigía entonces de mí un ´sí´.
Sobre la colaboración entre el prefecto Ratzinger y el Papa Wotjyla.
La colaboración con el Santo Padre estuvo siempre caracterizada por amistad y afecto. Esta se desarrolló sobre todo en dos planos: el oficial y el privado.

El Papa
 cada viernes, a las seis de la tarde recibe en audiencia al prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que deja a su decisión los problemas surgidos. Tienen preferencia naturalmente los problemas doctrinales, a los que se añaden también las cuestiones de carácter disciplinar: la reducción al estado laical de sacerdotes que lo han solicitado, la concesión del privilegio paulino para aquellos matrimonios en los que uno de los cónyuges no es cristiano, y así sucesivamente. A continuación se añadía también el trabajo en curso para elaborar el Catecismo de la Iglesia Católica. En ocasiones, el Santo Padre recibía antes la documentación esencial y por tanto conocía anticipadamente las cuestiones de las que se iba a tratar. De esta forma, sobre problemas teológicos pudimos conversar fructuosamente. El Papa era también muy conocedor de la literatura alemana contemporánea, y era siempre bonito --para ambos-- buscar juntos la decisión justa sobre todas estas cosas [...].

Finalmente, era costumbre del Papa
 invitar a comer a los obispos en visita ad limina, como también a grupos de obispos y sacerdotes de distinta composición, según la circunstancia. Eran casi siempre ´comidas de trabajo´ en los que a menudo se proponía un tema teológico.

[...] El gran número de presentes hacía siempre variada la conversación y de gran alcance. Y quedaba siempre lugar también para el
 buen humor. El Papa reía con ganas y así esas comidas de trabajo, aún en la seriedad que se imponía, de hecho eran también ocasiones para estar en agradable compañía.

Sobre los desafíos doctrinales afrontados juntos.
A) Sobre Teología de la Liberación

El primer gran desafío que afrontamos fue la Teología de la Liberación que se estaba difundiendo en América Latina. Tanto en Europa como en América del Norte era opinión común que se trataba de un apoyo a los pobres y que por tanto de una causa que se debía aprobar sin duda. Pero era
 un error.

La pobreza y los pobres eran sin duda tema de la Teología de la Liberación y sin embargo en una prospectiva muy específica. Las formas de ayuda inmediata a los pobres y las reformas que mejoraban las condiciones eran condenadas como reformismo que tiene el efecto de consolidar el sistema: amainaba, se afirmaba, la rabia y la indignación que sin embargo eran necesarias para la transformación revolucionaria del sistema. No era cuestión de ayudas y de reformas, se decía, sino de la gran conmoción de la que debía surgir un mundo nuevo. La fe cristiana era usada como motor por este movimiento revolucionario, transformándola así en una fuerza de tipo político. Las tradiciones religiosas de la fe eran puestas al servicio de la acción política. De tal manera la fe era profundamente distanciada de sí misma y se debilitaba así también el verdadero amor por los pobres. [... El Papa continua aquí hablando sobre el tema de Teología de la liberación].

B) Sobre ecumenismo

Uno de los principales problemas de nuestro trabajo, en los años en los que fui prefecto, fue el esfuerzo por llegar a una
 comprensión correcta del ecumenismo.

También en este caso se trata de una cuestión que tiene un doble perfil: por un lado, se afirmaba con toda urgencia la tarea de trabajar por la unidad y de abrir los caminos que conducen a ella; por otro lado, es necesario rechazar las falsas concepciones de unidad, que
quisieran alcanzar la unidad de la fe a través del atajo de aguar la fe. [...].

C) Sobre la tarea de la Teología en la época contemporánea

Por último nos hemos ocupado también de la cuestión relativa a la naturaleza y a la tarea de la Teología en nuestro tiempo. La ciencia y la unión con la Iglesia a muchos hoy les parecen elementos en contradicción entre ellos. Y sin embargo
 la Teología puede existir únicamente en la Iglesia y con la Iglesia. Sobre esta cuestión hemos publicado una Instrucción.

Sobre encíclicas más importante de Juan Pablo II

Creo que
 son tres las encíclicas de particular importancia. En primer lugar quisiera mencionar la Redemptor Hominis, la primera encíclica del Papa, en la que ha ofrecido su síntesis personal de la fe cristiana [...] En segundo lugar quisiera mencionar la encíclica Redemptoris Missio [...] En tercer lugar quisiera citar la encíclica sobre problemas morales Veritatis Splendor.

La Constitución del Vaticano II sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo, frente a la orientación de la época, prevalentemente Iusnaturalis de la Teología moral, quería que
 la doctrina moral católica sobre la figura de Jesús y su mensaje tuviera un fundamento bíblico. Esto se intentó a través de indicaciones durante un breve periodo, después se fue afirmando la opinión que la Biblia no tenía alguna moral propia para anunciar, pero que dirigía a los modelos morales en ocasiones válidos. La moral es cuestión de razón, se decía, no de fe.

Desapareció así por una parte, la moral entendida en sentido de la ley natural, pero en su lugar no se afirmaba ninguna concepción cristiana. Y como no se podía reconocer ni un fundamento metafísico ni uno cristológico de la moral, se recurrió a soluciones pragmáticas: a una
 moral fundada sobre el principio del equilibrio de bienes, en la cual no existe ya lo que es realmente mal y lo que es realmente bien, sino solo lo que, del punto de vista de la eficacia, es mejor o peor.

La gran tarea que el Papa tuvo en esta encíclica fue dibujar nuevamente un
 fundamento metafísico en la antropología, como también una concretización cristiana en la nueva imagen de hombre de la Sagrada Escritura. Estudiar y asimilar esta encíclica permanece un importante y gran deber.

De gran significado es también la encíclica
 Fides et ratio [...] Por último es absolutamente necesario mencionar la Evangelium vitae, que desarrolla uno de los temas fundamentales de todo el pontificado de Juan Pablo II: la dignidad intangible de la vida humana, desde el primer instante de la concepción.

Sobre la espiritualidad del Papa polaco
La espiritualidad del Papa se caracterizaba sobre todo por
 la intensidad de su oracióny por tanto está profundamente arraigada en la celebración de la Santa Eucaristía y hecha junto a toda la Iglesia con la recitación del Brevario.

En su libro autobiográfico
 Don y Misterio se puede ver cuanto el sacramento del sacerdocio haya determinado su vida y su pensamiento. Así su devoción no podía nunca ser puramente individual, sino que estaba siempre llena de preocupación por la Iglesia y por los hombres [...] Todos nosotros hemos conocido su gran amor por la Madre de Dios. Donarse por entero a María significó ser, con ella, todo para el Señor [...]

Sobre la fama de santidad de Wojtyla en vida

Que Juan Pablo II fuera un santo, en los años de colaboración con él me ha parecido cada vez más claro. Sobre todo hay que tener en cuenta naturalmente su intensa relación con Dios, su estar inmerso en la comunión con el Señor de la que acabo de hablar. De aquí venía
su alegría, en medio de las grandes fatigas que debía pasar y la valentía con la cual cumplió su tarea en un tiempo realmente difícil. Juan Pablo II no pedía aplausos, ni miró nunca alrededor preocupado por cómo serían acogidas sus decisiones. Él ha actuado a partir de su fe y sus convicciones y estaba preparado también a sufrir los golpes.

La valentía de la verdad es a mis ojos un criterio de primer orden de la santidad. Solo a partir de su relación con Dios es posible entender también su
 incansable compromiso pastoral. Se dio con una radicalidad que no puede ser explicado de otro modo.

Su compromiso fue incansable, y no solo en los grandes viajes, cuyos programas estaban cargados de encuentros, desde el inicio hasta el final, sino también día tras día, a partir de la misa matutina hasta la noche tarde. Durante su primera visita en Alemania (1980), por primera vez tuve una experiencia muy concreta de este enorme compromiso. Para su estancia en Munich, decidió que debía tomarse una pausa más larga a medio día. Durante ese intervalo me llamó a su habitación. Le encontré recitando el Breviario y le dije:
 "Santo Padre, debe descansar"; y él: "Puedo hacerlo en el cielo".

Solo quien está lleno profundamente de la urgencia de su misión puede actuar así. [...] Pero debo honorar también su extraordinaria bondad y comprensión.
 A menudo habría tenido motivos suficientes parar culparme o poner fin a mi encargo como prefecto. Y aún así me sostuvo con una fidelidad y una bondad absolutamente incomprensibles.

También aquí quisiera poner un ejemplo. Frente a la tormenta que se había creado en torno a la declaración
 Dominus Iesus me dijo que durante el ángelus pretendía defender sin equívoco el documento. Me invitó a escribir un texto que fuera, por así decir, hermético y no permitiera ninguna interpretación diversa. Debía emerger de forma del todo inequívoca que él aprobaba el documento incondicionalmente.

Por tanto, preparé un breve discurso; no pretendía, sin embargo, ser demasiado brusco y así intenté expresarme con claridad pero sin dureza. Después de haberlo leído, el Papa me pregunto otra vez: "
¿Es realmente suficientemente claro?" Yo respondí que sí. Quien conoce los teólogos no se asombrará del hecho que, sin embargo, después hubo quien mantuvo que el Papa había prudentemente tomado distancia del texto.

La última frase

Mi recuerdo de Juan Pablo II está lleno de gratitud. No podía y no debía intentar imitarlo, pero he intento llevar adelante su herencia y su tarea lo mejor que he podido. Y por eso estoy seguro que
 todavía hoy su bondad me acompaña y su bondad me protege.