viernes, agosto 28, 2020

San Agustín.




San Agustín de Hipona

San Agustín de Hipona (354-430) nació en Tagaste (Numidia). El llamado «Doctor de la Gracia» fue uno de los más grandes pensadores del cristianismo en el primer milenio.
PADRES DE LA IGLESIA
Opus Dei - San Agustín de Hipona

Después de su conversión y bautismo, mientras enseñaba Retórica en Milán, decidió regresar a su patria con el deseo de servir mejor a la Iglesia. Allí fue ordenado presbítero el año 391 para ayudar al anciano obispo de Hipona, al que sucedería en la sede episcopal poco tiempo después. Su actividad de obispo estuvo en gran parte dirigida a defender la fe contra diversas herejías, como el maniqueísmo, el donatismo, el pelagianismo, el arrianismo etc.
San Agustín tiene una personalidad compleja y profunda: es filósofo, teólogo, místico, poeta, orador, polemista, escritor, pastor. Cualidades que se complementan entre sí y que convierten al Obispo de Hipona —en palabras de Pío XI— en un hombre “al cual casi nadie o sólo unos pocos, de cuantos han vivido desde el inicio del género humano hasta hoy, se pueden comparar”.
SAN AGUSTÍN TIENE UNA PERSONALIDAD COMPLEJA Y PROFUNDA: ES FILÓSOFO, TEÓLOGO, MÍSTICO, POETA, ORADOR, POLEMISTA, ESCRITOR, PASTOR
San Agustín sin embargo es ante todo un Pastor que se siente y se define como “siervo de Cristo y siervo de los siervos de Cristo”, y lo vive en sus consecuencias extremas: plena disponibilidad a los deseos de los fieles; deseo de no alcanzar la salvación sin los suyos (“no quiero ser salvo sin vosotros”); plegaria a Dios para estar siempre pronto a morir por ellos; amor hacia los que están en el error, aunque éstos no lo quieran, o aunque le ofendan. En definitiva, es Pastor en el sentido pleno de la palabra.
La predicación de san Agustín fue abundantísima. Hasta nosotros han llegado más de quinientas homilías suyas, predicadas de viva voz, entre las que se incluyen su Comentario a los Salmos (Enarrationes in Psalmos), al Evangelio de San Juan (In Ioannis Evangelium tractatus), y los Sermones, título con el que los estudiosos han agrupado los 363 discursos aislados considerados auténticos.
El público que escucha sus sermones es de lo más heterogéneo. Patricios y esclavos, pobres y ricos, hombres del pueblo con su cultura rudimentaria y letrados, buenos cristianos, herejes e indiferentes se dan cita para escuchar al gran orador. El Obispo de Hipona se esfuerza por presentar con claridad y, al mismo tiempo, con sencillez la Palabra divina, entablando con sus oyentes un diálogo de amor y de fe.
Para san Agustín, que expuso su teoría de la predicación en el libro IV De doctrina christiana, el predicador es ante todo el doctor y entendido en la Sagrada Escritura, que sabe exponer al pueblo de modo que le entiendan. De ahí su profundo conocimiento de la palabra de Dios revelada, con la que está sazonada toda su predicación.
En su predicación, entretejida de textos bíblicos, se sirve de los más usados en la liturgia del norte de Africa. Las citas del Evangelio corresponden a la versión de la Vulgata, aunque retoca algunos pasajes cuando la ocasión lo requiere o cuando, después de consultar el texto original, no le convence la traducción.

martes, agosto 25, 2020

Comunión espiritual.


Hoy es la fiesta de san José de Calasanz, fundador de los escolapios.
San Josemaría aprendió esta oración del Padre escolapio Manuel Laborda, en su preparación para la Primera Comunión.









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lunes, agosto 24, 2020

Biden versus Trump.









ESTADOS UNDOS
RAFAEL NAVARRO-VALLS
22/08/2020

Biden versus Trump

El autor subraya que el mayor interés en las elecciones a la Casa Blanca del próximo noviembre está en que sobre los dos candidatos, demócrata y republicano, se ciernen ‘cuervos negros’.

DICEN que la precampaña presidencial en Estados Unidos está siendo aburrida. No lo creo. Está siendo anómala, que es otra cosa. Fijémonos en las convenciones demócrata, recién concluida, y republicana, que empieza dentro de unos días. La anomalía reside en que se desarrolla en un marco virtual. Pero es el marco en que hemos vivido casi todo el planeta durante cuatro meses. Nos vamos acostumbrando a los mensajes telemáticos.
El interés de estas elecciones reside en que sobre los dos candidatos, Donald Trump y Joe Biden, se ciernen dos cuervos negros. Así, Biden, el silencioso, ha de demostrar que no es un anciano desorientado, como desde diversos flancos vienen acusándole. Además, tiene que convencer a los votantes de que no quiere abolir el American way of life (el estilo de vida americano) y transformar Estados Unidos en un país socialista aburrido. Trump, por su parte, ha de mostrar que no es un presidente con cerebro de adolescente inquieto, como tozudamente insisten algunos libros de antiguos asesores ( John Bolton, por ejemplo, ex asesor de Seguridad), de su propia familia (es decir, su sobrina Mary) o periodistas de prestigio (léase Bob Woodward).
La convención demócrata ha sido un griterío anti Trump. Desde Michelle Obama hasta Joe Biden en su discurso de aceptación de la nominación a la Presidencia han machacado sobre el supuesto desastre que está siendo Trump en la gestión de las tres crisis por las que pasa Estados Unidos: pandemia, economía y racismo. Las elecciones se van a decidir en estos tres temas. Lo que es indudable es que el discurso de Biden ha sido lo mejor de toda la convención. Ha usado su historia personal y familiar como arma electoral. Ha calificado la Presidencia de Trump como «etapa de oscuridad» y se ha lanzado contra la política del rubio presidente hacia la pandemia, calificándola de «fracaso» en la misión de cuidar a los estadounidenses: algo imperdonable. En síntesis, un discurso sombrío, pero esperanzador al prometer a la vez una política cercana al New Deal de F. Roosevelt.
Desde luego, la enlatada convención demócrata no ha sido una convención dramática como la de 1968 en Chicago, donde durante una semana los manifestantes contra el cónclave y los policías chocaron en las calles. Tampoco una convención disputada como fue la de 1980, en la que el presidente Carter tuvo enfrente a Ted Kennedy, al que ganó con esfuerzo, y de la que saldría una enemistad duradera entre ambos. Pero lo que sí ha sido es un unánime grito de «vamos a por ellos».
Ellos (los republicanos) han seguido muy de cerca el evento demócrata. Han tomado nota de los errores que puede producir una convención prácticamente virtual y cómo soslayarlos en su convención de Charlotte (Virginia). De momento, Donald Trump se ha lanzado a una presencia real por varios estados, una verdadera contraprogramación que ha intentado burlar el mensaje virtual (y algo monótono) de los demócratas.
Por otra parte, la casi segura aceptación de la nominación de Trump desde el césped de la Casa Blanca (con castillo de fuegos incluido) es un acto audaz, que está levantado ampollas, no solamente entre los demócratas. También entre los juristas –demócratas o no– de Estados Unidos. La cuestión que se debate es ésta: ¿puede una personalidad federal (en este caso el presidente) utilizar un edificio público, la Casa Blanca, para un acto partidista?
En 1939, el Congreso de EEUU aprobó la ley Hatch para limitar las actividades políticas de los empleados federales. Prohíbe presentarse a elecciones en los edificios en que trabajan, utilizar la autoridad oficial para interferir en una elección, etcétera.
Su conculcación permite que esos funcionarios sean suspendidos en sus funciones. Estudiando atentamente esta ley, los juristas estadounidenses coinciden en que no afecta al presidente o al vicepresidente. Pero utilizar la Casa Blanca para un discurso de aceptación se considera inapropiado. Además, como al resto de funcionarios federales sí les obliga la ley, todos los que ayudaran al presidente o vicepresidente entrarían dentro del área de restricción.
No creo que esto detenga a Donald Trump. Está en una delicada situación frente a Biden, que va por delante en las encuestas por 49,8% contra 42.3% (Real Clear Politics 16. VIII), distancia que se estirará en las encuestas post convención.
Un césped de la Casa Blanca lleno de seguidores entusiastas es un marco ideal para las televisiones y la opinión pública. Las críticas que levante tendrán mucho menor impacto que un evento ante el símbolo de la presidencia y del poderío norteamericano. Por otra parte, puede utilizar para la preparación y desarrollo del acto técnicos o ayudantes que no sean estrictamente funcionarios federales. La alternativa –también mencionada por Trump– es Gettysburg, Pennsylvania, el histórico campo de batalla escenario de la victoria de los soldados de la Unión. Allí recibió Trump una buena paliza en su lucha contra Hillary Clinton. En todo caso, la sede oficial de la convención republicana seguirá siendo Charlotte (Carolina del Norte).
Todo –o casi todo– está permitido en estas elecciones. Por ejemplo, en el voto por correo. Trump sostiene que un voto masivo electrónico o postal implicaría unas «elecciones trucadas». En realidad, lo que el rubio presidente teme es que el voto por correo favorezca a los demócratas al facilitar el sufragio. Por eso Trump se ha negado a destinar nuevos fondos al sistema postal. Ya comienza a correr la voz de que quien vote por correo corre el peligro de que su voto no llegue a tiempo, dada la cantidad que se prevé y la falta de personal.
La popularidad de Trump no anda muy allá. Ya hemos mencionado la ventaja de Biden. Sin embargo, las cifras son engañosas. Los demócratas confían demasiado en la impopularidad de Trump. Allan Lichtman, emérito de la Universidad de Nueva York, demócrata, que suele acertar en sus previsiones, y que ha pronosticado la victoria de Biden, sostiene que las encuestas sobre popularidad tienen poca importancia. Gore era popular pero perdió ante el impopular Bush. Trump era muy impopular y ganó a Hillary Clinton, aunque no en número de votos.
ASÍ LAS COSAS, ¿quién ganará el 3 de noviembre? No tengo un pronóstico claro. Creo que los resultados se decidirán en los tres debates programados entre Joe Biden y Donald y el que enfrentará a los potenciales vicepresidentes, Mike Pence y Kamala Harris. Piénsese que los debates televisados han tenido importancia fundamental desde el de septiembre de 1960 entre Nixon y Kennedy. Este último barrió al primero, eliminando la inicial ventaja en las encuestas a favor de Nixon. Algo similar ocurrió con los debates Carter contra Ford y Carter contra Reagan. En el primero, Carter destrozó a Ford. En el segundo, fue Reagan quien hizo añicos a Carter. Y es que los debates, aparte de ser el marco adecuado para que cada candidato exponga su programa, es sobre todo una ventana abierta para medir la habilidad y personalidad en un ambiente de tensión. El sentido del humor, la rapidez en el ataque, las pullas y estocadas verbales, etcétera, pueden tener más peso entre el electorado que los genéricos planes políticos.
Los debates no los ganan los argumentos, sino los buenos argumentadores. En este aspecto, Trump puede superar a Biden y provocar un vuelco en los pronósticos. Sobre todo, si Trump sabe resaltar en su labor la aprobación del mayor paquete de estímulo de la historia de Estados Unidos : US&2 billones para enfrentarse al coronavirus. El plan incluye un pago de US&1.200 para la mayoría de adultos del país y para las empresas para abonar salarios. Ni Obama en sus mejores tiempos podría haberlo soñado.
De momento –no obstante las encuestas–, la contienda está en tablas, aunque la detención por desfalco del ex jefe de Campaña de Trump puede complicarse y desequilibrar la balanza.

Rafael Navarro-Valls es catedrático, académico y experto en la Presidencia de Estados Unidos.

viernes, agosto 14, 2020

María una vida junto a Jesús, merece la pena.




Libro electrónico: “María, una vida junto a Jesús”

Ofrecemos un libro electrónico con la narración de la vida de la Virgen María en veinte escenas, a partir de los Evangelios y de la tradición de la Iglesia.
LA VIRGEN
Opus Dei - Libro electrónico: “María, una vida junto a Jesús”Libro electrónico “María, una vida junto a Jesús”
La primera edición de este libro escrito por José Antonio Loarte sobre la vida de la Virgen vio la luz en el año 2011, en la página web del Opus Dei. Aquí se recogen, en forma de libro electrónico, los veinte capítulos que estructuran una semblanza completa de la Virgen María.
En la sección Virgen María se pueden leer los 20 artículos y los anexos a cada capítulo. También puede recurrir al libro «La Virgen María. Magisterio, Santos, Poetas», publicado en el año 2012 por ediciones Palabra, de Madrid. Allí se incluyen textos del magisterio, de santos y de poetas, de diversas épocas, que enriquecen los temas tratados.

jueves, agosto 13, 2020

El secreto de Joe Biden, de Navarro Valls.









EL SECRETO MEJOR GUARDADO DE LA CAMPAÑA
Cuando Andrew Harnik, fotógrafo de Associated Press, reveló las fotografías que acababa de hacer a Joe Biden de su actuación en una cita electoral en Wilmington, Delaware, comprobó sorprendido que además de los gestos del candidato Biden había captado también sus anotaciones para una rueda de prensa posterior. En estas anotaciones a mano, el viejo león demócrata había escrito una serie de elogios a la senadora Kamala Harris. Entre ellos: “No suele guardar rencor”, “se ha unido a mi campaña”, “tiene talento”, “le tengo respeto”.
El asunto alcanzó ribetes de certeza cuando el prestigioso medio Político anunció por error el 27 de julio que Joe Biden había elegido a Kamala Harris como compañera de fórmula en las elecciones de 2020. No obstante, a pesar del desmentido del propio periódico, las dos noticias lanzaron al estrellato a Harris.
Desde ese momento Kamala se convirtió en el comodín de la baraja de rostros femeninos que manejaba el ex vicepresidente de Obama como posibles número dos en el tícket que combatirá a Trump el 3 de noviembre. Esta mujer, que había confrontado duramente la candidatura de Joe Biden en las primarias, logró cerrar las heridas electorales, apoyándolo cuando se convirtió en el favorito de las primarias demócratas previa retirada de otra serie de candidatos, entre ellos la propia Kamala Harris.
Antes de los debates electorales, la senadora Harris estaba bastante unida a la familia Biden. Había sido fiscal federal en California al tiempo que Beau Biden (el hijo del ex vicepresidente) lo era en Delaware. Beau murió de un cáncer en el cerebro, completando las tragedias familiares de Joe Biden: tiempo atrás habían fallecido su primera mujer y su hija en un accidente de coche. Beau Biden logró sobrevivir entonces, pero la tragedia le alcanzó más tarde.
Cuando el cáncer de Beau se hizo evidente, Harris, desde California, lo había sostenido y animado. Biden siempre agradeció el gesto de la entonces fiscal y ahora senadora. Naturalmente, hay otros factores menos personales que han inclinado la balanza hacia la senadora de origen indio-jamaicano.
La elección de un (una) vicepresidente, en el caso de Biden, era una cuestión especialmente crucial. Su edad -que lo haría el presidente más anciano de la Historia de Estados Unidos- hace que cualquier cuestión de salud con efecto de muerte lleve al Despacho Oval a la vicepresidenta que elija. No se olvide que en la Historia política americana, un vicepresidente ha sucedido a un presidente dimisionario y otros ocho han accedido a la Casa Blanca por muerte del presidente.
La elegida como vicepresidenta -”a un latido del corazón del presidente”- tiene 55 años, edad en que las personas han madurado en el carácter, en el equilibrio interior y en la experiencia. Si por cualquier circunstancia hubiera de acceder a la presidencia, no sería una jovencita inexperta o una anciana en declive. Además, sería la primera mujer en la Historia de la Presidencia de Estados Unidos que alcanza el puesto más alto de la nación.
Existe aún otra razón: Joe Biden suele hablar de sí mismo -si alcanza la presidencia- como un “hombre puente” hacia una generación de líderes demócratas. Es decir, que no es descartable que, agotado el primer mandato, decida pasar el testigo a otra persona. Hay muchas posibilidades de que esa persona fuera la vicepresidenta. Que tendría todas las ventajas del mundo sobre otros candidatos demócratas en las primarias, y también frente a los contendientes republicanos. La Historia electoral de Estados Unidos así lo demuestra.
Por otra parte, aunque la base demócrata no es moderada, sino claramente progresista, eso no significa que sea radical. No puede olvidarse que los dos candidatos más a la izquierda en el universo demócrata -Bernie Sanders y Elizabeth Warren- acabaron asustando a la mayoría demócrata, precisamente por su extremismo.
La senadora Kamala Harris, aunque está un poco más a la izquierda que Biden, es lo suficientemente progresista-moderada para ser mayoritariamente aceptada.

En síntesis, el secreto mejor guardado ha desembocado en una buena elección de Biden, que forma con Kamala un ticket lo suficientemente sólido para dar mucha guerra a un Trump desnortado, con una economía a la baja y un coronavirus al alza.

miércoles, agosto 12, 2020

Opus Dei, datos.











6.5. Aspectos económicos
Las personas del Opus Dei atienden a sus necesidades personales y familiares por medio de su trabajo profesional ordinario[33]. Junto con los cooperadores cubren también los gastos derivados de la actividad apostólica de la prelatura. Estos gastos son, básicamente, los relativos al sostenimiento y formación de los sacerdotes de su presbiterio; los vinculados a la sede de la curia prelaticia, del vicario regional y las delegaciones; las limosnas de la prelatura, y las ayudas que, en caso de necesidad, se envían a los padres de numerarios y agregados.
Además, también con ayuda de los cooperadores y otras muchas personas, los fieles del Opus Dei procuran promover y sostener económicamente iniciativas de carácter civil (actividades asistenciales, educativas, etc., sin ánimo de lucro y con una finalidad de atención social), en primer lugar iniciativas de cuya orientación espiritual y doctrinal se hace cargo la prelatura. Cada iniciativa se financia del mismo modo que cualquier otra de su mismo tipo, es decir, con cantidades que pagan los beneficiarios, ayudas, donaciones, etc.
Como es lógico, los miembros del Opus Dei —como los demás fieles— se preocupan también de ayudar en su parroquia o en las iniciativas apostólicas diocesanas o religiosas que consideren oportunas.
7. Algunos datos
7.1. Personas
Actualmente forman parte de la prelatura alrededor de 93.400 personas, de las cuales unos 2.300 son sacerdotes.
Del total de fieles, aproximadamente el 57% son mujeres y el 43% hombres. La distribución por continentes es la siguiente: África 4%, América 34%, Asia 4%, Europa 57% y Oceanía 1%.
A la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz pertenecen, además de los sacerdotes de la prelatura, 1.957 presbíteros y también algunos diáconos, incardinados en distintas diócesis de todo el mundo..

martes, agosto 11, 2020

El Opus Dei.





escriva-de-balaguer




https://opusdei.org/es-es/article/datos-informativos-opusdei-2020/, para saber más o contactar.
1. Descripción general del Opus Dei
1.1. Identidad y misión
El Opus Dei es una institución pastoral de la Iglesia católica que fue fundada en Madrid, el 2 de octubre de 1928, por san Josemaría Escrivá de Balaguer. En 1983 san Juan Pablo II configuró el Opus Dei como prelatura personal. Su nombre completo es Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei, aunque se llama también prelatura del Opus Dei o, sencillamente, Opus Dei, expresión latina que significa «Obra de Dios».
La finalidad del Opus Dei es contribuir a la misión evangelizadora de la Iglesia, promoviendo entre todos los cristianos una vida coherente con la fe en sus circunstancias ordinarias, especialmente a través de la santificación del trabajo profesional.
Santificar el trabajo supone realizarlo según el espíritu de Jesucristo: procurar cumplir lo mejor posible la propia tarea, para dar gloria a Dios y servir a los demás. El trabajo se convierte así en lugar de encuentro con Dios, y en ámbito de mejora y maduración personal.
La actividad principal del Opus Dei es la formación espiritual y la atención pastoral de sus miembros, para facilitar que, cada uno en su propio lugar en la Iglesia y en el mundo, desarrolle de modo personal un apostolado variado y promueva a su alrededor el ideal de la llamada universal a la santidad. Los fieles del Opus Dei procuran contribuir en todos los ámbitos a solucionar cristianamente los problemas de la sociedad, dando testimonio de su fe.
También a las personas que lo desean, no solo a los propios miembros, el Opus Dei ofrece formación y atención espiritual.
1.2. Mensaje
El Opus Dei, desde su fundación en 1928, difunde el mensaje de que todos los bautizados están llamados a la perfección cristiana —a la santidad[1]—, en el cumplimiento del propio trabajo y de las obligaciones personales de cada uno. «El espíritu del Opus Dei […] lleva a que cada uno cumpla las tareas y deberes de su propio estado, de su misión en la Iglesia y en la sociedad civil, con la mayor perfección posible»[2].
La difusión de este mensaje coincide con uno de los principales propósitos del Concilio Vaticano II: recordar que «todos los fieles, de cualquier estado o condición, están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad»[3], y esto «en todos y cada uno de los deberes y ocupaciones del mundo, y en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social […]. Allí están llamados por Dios para que […] contribuyan a la santificación del mundo como desde dentro, a modo de fermento. Y así hagan manifiesto a Cristo ante los demás, primordialmente mediante el testimonio de su vida»[4].
Algunos rasgos del mensaje del Opus Dei son los siguientes:
 Hijos de Dios
Todo el espíritu del Opus Dei tiene como base un principio evangélico fundamental: por el bautismo, los cristianos son hijos de Dios. Por eso san Josemaría afirmaba que «la filiación divina es el fundamento del espíritu del Opus Dei»[5]. Como consecuencia, la formación que proporciona la prelatura fomenta la confianza en la providencia divina, la sencillez en el trato con Dios, un profundo sentido de la dignidad de la persona y de la fraternidad entre los seres humanos y un verdadero amor cristiano al mundo, que infunde serenidad y optimismo, con la alegría de dejar actuar al Espíritu Santo.
Sentido cristiano de la vida ordinaria
Todos están llamados a buscar la plenitud de la vida cristiana, es decir, la identificación con Jesucristo, a través de las circunstancias de su vida y de las actividades que desarrollan. No hay virtud sin importancia para el cristiano: la fe, la esperanza y la caridad, apoyadas en las virtudes humanas, como la generosidad, la laboriosidad, la justicia, la lealtad, la alegría, la sinceridad, etc. Con el ejercicio de las virtudes, el alma se va configurando con Jesucristo.
Otra consecuencia del valor santificador de la vida ordinaria es la trascendencia de las pequeñas cosas que llenan la existencia de un cristiano corriente. «La santidad grande está en cumplir los deberes pequeños de cada instante»[6]. Así, los detalles de servicio, de buena educación, de respeto a los demás, de orden material, de puntualidad, etc., cuando se viven por amor de Dios, son importantes para la vida cristiana.
Santificar el trabajo, santificar con el trabajo, santificarse en el trabajo
«El quicio de la espiritualidad específica del Opus Dei es la santificación del trabajo ordinario»[7] en el ámbito familiar, profesional y social. Se santifica el trabajo haciéndolo por amor de Dios, lo que implica el esfuerzo por realizarlo con la mayor calidad posible, es decir, con competencia y honradez profesional y con el afán de servir a los hombres. Quien trabaja de este modo, se perfecciona a sí mismo y perfecciona al prójimo. Cualquier trabajo honrado, importante o humilde a los ojos humanos, es santificable. Fomentando este espíritu, los fieles del Opus Dei procuran contribuir desde la raíz a la construcción y al desarrollo de la sociedad.
Caridad y apostolado
Las personas del Opus Dei se esfuerzan por dar testimonio de su fe cristiana con ocasión de las actividades ordinarias y de la vida de relación con los demás. Su apostolado se dirige a todos sin distinción alguna y es consecuencia de la llamada de Cristo a vivir la caridad hacia Dios y hacia el prójimo. Por ello su apostolado es inseparable del deseo de contribuir a resolver las necesidades materiales y los problemas sociales del entorno.
Vida de oración y de sacrificio
Estar en continuo contacto con Dios y vencerse a sí mismo son medios imprescindibles en la lucha por la santificación en la vida ordinaria. Por eso los fieles del Opus Dei cuidan algunas formas concretas del trato con Dios: oración mental, participación diaria —si es posible— en la santa Misa, confesión sacramental, lectura y meditación del Evangelio, devoción a la Virgen, etc. Otro elemento igualmente importante es el sacrificio y la penitencia: se renuncia, por ejemplo, a pequeñas comodidades, se limitan los consumos personales, se busca crecer en generosidad, etc. Se favorecen especialmente aquellas mortificaciones que facilitan el cumplimiento del propio deber y hacen la vida más agradable a los demás.
Amor a la libertad
La libertad personal es un don de Dios, una «maravillosa dádiva humana»[8], inseparablemente unida a una responsabilidad igualmente personal y al respeto de la libertad y las convicciones de los demás. En consecuencia, el Opus Dei fomenta el respeto al legítimo pluralismo que existe entre los propios católicos: «El pluralismo es querido y amado, no sencillamente tolerado y en modo alguno dificultado»[9]. Los fieles a su vez deciden con libertad y responsabilidad personales en sus actuaciones profesionales, familiares, políticas, económicas, culturales etc., sin involucrar a la Iglesia o al Opus Dei en sus opciones.
Unidad de vida
La amistad con Dios, las ocupaciones ordinarias del trabajo o de la vida familiar y social, el empeño apostólico personal, etc., han de fundirse y compenetrarse en unidad de vida. Así se alcanzará una coherencia profunda entre todas las actuaciones, deseos y aspiraciones. Esa unidad interior evitará que se produzca «una doble vida: la vida interior, la vida de relación con Dios, de una parte; y de otra, distinta y separada, la vida familiar, profesional y social […]. Hay una única vida, hecha de carne y espíritu, y ésa es la que tiene que ser —en el alma y en el cuerpo— santa y llena de Dios»[10].
Ambiente de familia
Una característica del espíritu del Opus Dei es el ambiente de familia cristiana. Ese tono familiar está presente en las actividades que organiza la prelatura. Se materializa también en el calor de hogar de sus centros, en la sencillez y confianza en el trato, y en las actitudes de servicio y comprensión en la vida cotidiana.
Matrimonio como vocación cristiana
Para la mayoría de los cristianos corrientes el matrimonio y la familia son una realidad cotidiana que debe santificarse. «El matrimonio no es, para un cristiano, una simple institución social, ni mucho menos un remedio para las debilidades humanas: es una auténtica vocación sobrenatural. […] Los casados están llamados a santificar su matrimonio y a santificarse en esa unión»[11].

sábado, agosto 08, 2020

El Profesor Javier Hervada.




Javier Hervada, un jurista sabio y servicial

Texto: Antonio Viana, decano de la Facultad de Derecho Canónico  
El 11 de marzo falleció Javier Hervada (1934-2020), catedrático y antiguo profesor de las facultades de Derecho, de la que fue decano, y de Derecho Canónico, de la que fue vicedecano. Compaginó una gran implicación con sus alumnos con una producción científica amplia, la creación y dirección de revistas especializadas así como el impulso a centros de investigación, entre ellos el Instituto Martín de Azpilcueta, del que fue uno de los principales gestores.


El pasado 11 de marzo falleció el profesor Javier Hervada [Der Can PhD 62] a los 86 años. Buena parte de su vida la dedicó a la Universidad de Navarra, a la que se vinculó muy pronto, nada más terminar sus estudios de Derecho en Barcelona, allá por 1957.
En su formación, el Derecho y el Derecho Canónico estuvieron profundamente unidos. Él consideraba que el Derecho de la Iglesia es inseparable del fenómeno jurídico en general, de modo que ser canonista supone ser jurista. Esta convicción tuvo un claro reflejo en la vida académica de Javier Hervada, pues, en efecto, trabajó en las dos facultades jurídicas de la Universidad, como profesor y en distintos cargos directivos.
A lo largo de estos meses, han sido varias las semblanzas sobre la figura y el pensamiento del profesor Hervada, testimonios que se unen a numerosos estudios dedicados a profundizar en sus enseñanzas publicados en vida de este insigne jurista. 
Por mi parte me gustaría ofrecer una modesta aportación personal sobre su trabajo en la Facultad de Derecho Canónico, que he conocido más de cerca.
A partir de 1985 se dedicó con especial empeño y generosidad a la ayuda en la formación de profesores que dábamos nuestros primeros pasos. Había comenzado por entonces la que más tarde sería la Facultad de Derecho Canónico de la Università della Santa Croce en la capital italiana. Algunos profesores con más experiencia se marcharon a Roma y otros nos incorporamos a la Facultad de Pamplona para cubrir el hueco que dejaban. Recuerdo que Javier Hervada nos dedicó mucho tiempo. Nos reuníamos frecuentemente con él y nos hablaba de la situación del Derecho Canónico, nos contaba anécdotas de los comienzos de la Facultad, que él había vivido como pionero, y, sobre todo, nos ampliaba horizontes y nos transmitía ilusión por la tarea universitaria. Su natural timidez podía malinterpretarse como actitud distante pero en aquellos encuentros descubríamos, además de una figura de tremenda autoridad, a un hombre con una inteligencia tan impresionante como su sencillez. Era poco dado al lucimiento y vivía volcado en servir comunicando su ciencia y su experiencia.
Toda aquella actividad debió costarle: por entonces había dejado de trabajar en el Derecho Canónico para cultivar especialmente el Derecho Natural y la Filosofía del Derecho, que le apasionaban. Pero venció esa dificultad con la colaboración del beato Álvaro del Portillo, que le convenció de la importancia de regresar al Derecho de la Iglesia, según declaró el propio Hervada en más de una ocasión. 
La última etapa de su quehacer universitario la vivió bajo la influencia de una dura enfermedad que le iba apartando de su trabajo ordinario, que tanto amaba, aunque intentaba perseverar en él con las fuerzas que le quedaban. Finalmente hubo de abandonar por completo su tarea docente e investigadora. A pesar de ello, seguía muy de cerca lo que se desarrollaba en la Facultad: leía nuestras publicaciones, a veces las discutía, pero sobre todo no paraba de estimular y celebrar la labor que hacíamos. Durante los años que dirigí la revista Ius canonicum, que él había comenzado de la nada, recibí muchas llamadas desde su casa para comentar el último número, que leía siempre con mucho interés. En especial le alegraba la publicación de manuales y monografías de profesores jóvenes de sus facultades, creo que porque veía en ellos la continuidad del empeño que tantos años atrás había asumido con su maestro y amigo Pedro Lombardía en favor de la modernización del derecho y de la ciencia canónica. Muchos pensamos que esta última etapa suya fue de lo más fecundo y guardamos como un tesoro sus consideraciones, sugerencias y observaciones. Impresionaba su espíritu cristiano de servicio y la conciencia de gastar sus fuerzas en impulsar algo que valía la pena.

martes, agosto 04, 2020

Casablanca, siempre.












Una de las películas patrón de mi vida es Casabalanca. Me enamoré de Ingrid Bergman, lloré con Rick, y le dije a Sam que tocase una y mil veces el tiempo pasará. Mi madre cuando se casó se parecía mucho a Ingrid. El ambiente de aquel bar es un resumen del mundo. Amor,codicia, miedo,brutalidad,lealtad, decisiones heroicas, ironía,humor y muchos cócteles variados y cigarros en la sombra. Creo que Rick comienza seis diferentes copas en los primeros diez minutos de película. Es un mundo onírico que me da vueltas continuamente. Hoy estuve con Pepe, un genio enamorado de la literatura y de todo tipo de cócteles, de angosturas, bares de los años cincuenta, limas de jamaica, rones y ginebras y mucho dry martini, que por cierto sólo lleva una gota de martini muy seco. Me sentí transportado al Rick´s Bar de Casablanca. No ví a Ingrid Bergman, pero Sam tocaba continuamente, los camareros eran como los de antes, de esos que casi te piden perdón cuando te pasan la factura, que se te cuadran al encargar, y no esa especie de chorrrada americana de pedir en cola la hamburguesa de mierda o el café del Starbucks, que tardan más y te sale caro. Por un momento creí que Rick se me acercaba, entendí a todos los locos de la pintura y la literatura que han bebido para crear y me dí cuenta de que un cóctel hablando de libros y de literatura vale más que mil ruidos de bacalao y discoteca. Siempre nos quedará París, o Roma, o Madrid, o Donosti.

domingo, agosto 02, 2020

Un gran día.










El 12 de enero de 1990 se casó Inma con Carlos, y viceversa. Teníamos pendiente celebrar los 30 años como Dios manda.

Entre pitos y flautas, covid, uno en Zaragoza, otra en Pamplona, otro en Barna y otro en Madrid, no había modo. Hoy, estábamos nueve, falta la esposa embarazada de Carlos Junior. Misa de una en San José, con petición por el matrimonio , sus hijos y los dos hermanos. Pequeñas tensiones con el horario, pero todo bien.

Y después al Santi, comida familiar de  alto copete. Bogavantes, chuletón, solomillo, cocochas para el nene Javi; nada de regímen. Brindis de Isabel, de Lucía, de Carlos, de Dani. Foto familiar, parabienes y recuerdo de los aitonas y gracias por tantas cosas buenas en este tiempo.

Una reflexión, el amor conyugal y familiar y de amistad se compone de obras de misericordia: inteligencia, corazón, sentimiento; perdón, aceptación ,paciencia. misericordia, ternura y también de oración, de enseñar, de corregir, de aprender. Obras de misericordia espirituales.

Un gran día, a por otros 30, por lo menos.

Lucía, Carletes, Carlos, Inmaculada, tía Isabel, Dani el joven, María, tío Dani, Javier.

sábado, agosto 01, 2020

Relatos breves de Joan Flaquer. Ultima conversación.

https://relatosbrevesweb.wordpress.com/


Juan Flaquer Fuster




Sea bienvenido a este blog el enlace de relatos breves, del científico y humanista Joan Flaquer.



—¿Me permite sentarme en el asiento libre de la ventanilla? —preguntó un joven a un apacible anciano sentado en el lado del pasillo.
—Lo siento, caballero. No es posible— respondió este sin inmutarse, con el periódico abierto en la sección de deportes.
—Perdone, pero ¡si está vacío y nadie más se va a subir al autobús hasta que lleguemos al final de trayecto! —insistió el muchacho ostensiblemente contrariado.
—Mire, joven, tiene que saber que yo siempre viajo con mi mujer— señalando el asiento vacío—. ¿No querrá quitarle el sitio?
—¿Su mujer? — Ya entiendo… subirá en una parada no prevista, de esas que se consiguen con…
—No me entiende— respondió el anciano con paciencia—. Tiene que saber que yo siempre he viajado con mi esposa. Compro dos billetes. Y el de la ventanilla se lo cedo a ella.
El joven se quedó perplejo. Más aún, como viendo visiones.
“¿Su mujer? ¿El asiento vacío? Debe de estar mal de la cabeza”, se dijo a sí mismo el joven.
—Usted pensará que estoy loco, y no es así. El asiento vacío me recuerda a mi difunta esposa. El viaje se me hace más llevadero. Me la imagino a mi lado comentándome el paisaje, preguntándome por lo que estoy leyendo, diciéndome lo que tendremos para cenar, hablándome de las pastillas que he de tomar. No hemos tenido la suerte de tener hijos. ¿Se imagina usted cómo sería mi viaje sin tenerla a ella a mi lado? De todos modos, voy a hacer una excepción con usted. Estoy seguro que ella aprobará que le ceda el sitio. Solo le pido un favor: ¿sabe algo de deportes?
—De fútbol, casi todo.
—¿Me puede recordar la alineación actual del Real Madrid? Me interesa saber, en particular, quién es el actual portero titular.
—Tendré que buscar con el móvil.
—¡Así sabría yo también casi todo de fútbol!…
Ya el joven plácidamente sentado, el anciano —satisfecho con las informaciones que le dio su compañero de viaje— cerró los ojos y se dejó llevar de sus ensoñaciones.
Días después llegaría la pandemia que alejaría los unos de los otros, no así al anciano de su querida esposa.