Angel.

Sir Richard Ritz pedía un puesto de influencia a Tomás Moro. Moro le dijo, tengo un puesto para tí, maestro de filosofía. Pero Ritz, de que le sirve al hombre ganar el mundo...pero si es por Gales, quería un pequeño puesto político. Moro le aconseja, dedícate al estudio y a enseñar: tus testigos serán Dios y tus alumnos, no es mal público; pero Ritz se fue triste, aspiraba a a cosas mayores. Ayer un Tribunal de lujo, Navarro Valls, Martínez Torrón, Garcimartín, Mantecón y yo mismo proponíamos al profesor López Sidro como Titular de Universidad, mi mejor colaborador en la materia, en los últimos 14 años. Su ejercicio fue sobrio, académico, con notas de buen humor, sugerente, con ideas propias, destiladas en su experiencia docente e investigadora. Estuvieron presentes , Rafael y Herminia sus padres, su esposa Laura a punto de dar a luz a su segundo hijo; detrás de un hombre valioso descubres a una familia maravillosa. Ha sido la más grata y emocionante oposición de mi vida. No lo ha tenido fácil, pero como dijo Navarro Valls, las ostras heridas son las que dan origen a una perla maravillosa y el profesor López Sidro, lo es. Mi admiración, mi enhorabuena a un maestro, que enseña no sólo con su ciencia sino con su humanidad. Gracias Profesor López Sidro.