Señor Jesucristo,
Hermano, Amigo y Redentor del hombre,
mira con amor a los jóvenes aquí reunidos
y abre para ellos la fuente eterna
de tu misericordia
que mana de tu Corazón abierto en la Cruz.
Dóciles a tu llamada,
han venido para estar contigo y adorarte.
Con ardiente plegaria
los consagro a tu Corazón
para que, arraigados y edificados en ti,
sean siempre tuyos, en la vida y en la muerte.
¡Que jamás se aparten de ti!
Otórgales un corazón semejante al tuyo,
manso y humilde,
para que escuchen siempre tu voz
y tus mandatos,
cumplan tu voluntad
y sean en medio del mundo
alabanza de tu gloria,
de modo que los hombres,
contemplando sus obras,
den gloria al Padre con quien vives,
feliz para siempre,
en la unidad del Espíritu Santo
por los siglos de los siglos.
Amén
7 comentarios:
Fue algo que no se puede explicar con palabras lo que sentimos alli Sinret.
Gracias por traer la oración de consagración.
Un abrazo.
Gracias Sinre, me la llevo para mandarla. abrazos
¡Qué profundo y emocionante fue ese momento ...!
Gracias
Estos han sido unos días muy intensos que darán, espero, para mucho. El Papa ha venido a confirmarnos en la fe, especialmente a los jóvenes, y espero que éstos mediten profundamente cada una de sus palabras.
Un abrazo!
Para mí como dice mjbo fue un momento de oración intensa imborrable.
¿Qué, de vacaciones, SinRetorno?
Yo ya he vuelto. Y mi blog viene con más fuerza que nunca.
Saludos,
A.
sean siempre tuyos, en la vida y en la muerte.¡¡¡
SIIIIIIIIIIIIIIIIIII
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