miércoles, enero 06, 2016

Llegaron ya los tres Reyes Magos!!!!!!

y por cierto estos alcaldes populistas que quiten sus sucias manos en las tradiciones y en la ilusión de los niños que son sagradas!! Ignacio Camacho que pone en su sitio a esos alcaldes populistas que han metido mano y doctrina leninista en las cabalgatas de los Reyes Magos: No perdonan ni la inocencia de los niños. El proyecto leninista es un designio totalitario de ingeniería social que pretende encajar todas las relaciones humanas en la uniformidad de un marco ideológico. En ese empeño no caben excepciones, y mucho menos las relativas a mitos simbólicos o sentimentales que puedan determinar espacios íntimos de libertad fuera del control del pensamiento hegemónico. Cómo iban los profetas del nuevo orden a soslayar en su propósito revisionista la fiesta de los Reyes Magos; una tradición secular sobre la que invadir con su pedagogía doctrinaria el blando, germinal territorio de la infancia. Subraya que: Ese sentido implacable del dogmatismo no concede margen a la fantasía. Necesita operar sobre cualquier categoría emocional para colonizar todos los ámbitos de la conciencia. Plantar su huella en cualquier predio interior, reescribir todo relato, por nimio que sea, susceptible de albergar valores colectivos diferentes. Asaltar incluso los recónditos pliegues de la imaginación, modificar la sustancia etérea de los más inocentes espejismos. Implantar la cuota de ideología hasta en las candorosas liturgias de la niñez. Prohibir, y en su defecto reconducir, organizar o intervenir los sueños

1 comentario:

Ana Márquez dijo...

Así es, Daniel, los atuendos de los "reyes" de la cabalgata de la señora Carmona parecían túnicas de pitonisas. Las coronas ¿eran de papel? Igual es que las compró en un bazar chino... En casa lo estuvimos comentando. Me gustó que por fin Baltasar fuera realmente negro :-) y que Gaspar tuviera ese acento extranjero tan propio de alguien que viene de fuera, claro :-) Pero en otros aspectos la cabalgata fue muy cutre... Y los niños no son tontos.

Un beso, y ánimo.
Ana