domingo, noviembre 12, 2006

Pinchazo.
















Cuenta un autor teatral la siguiente escena. Un conductor, tenso, preocupado, conduce con habilidad. Nota un pinchazo. Firme, con rapidez , despliega el material para el cambio de rueda. Mira el reloj. A las horas sigue sentado con la nueva rueda puesta. Y piensa," por qué tanta prisa para cambiar la rueda si no sé dónde voy". Muchas veces pasamos la vida cambiando ruedas sin saber dónde vamos.

2 comentarios:

marmota dijo...

Casi siempre son tan importantes las pausas como el propio bagaje ...
Saludos profesor .

Anónimo dijo...

Creo que siempre hemos de saber dónde vamos.El pinchazo en sí tiene arreglo siempre;otra cosa es cuando nos dirigimos hacia el pinchazo sabiéndolo..