viernes, enero 12, 2007

Pérdida del pudor.

















El pudor es natural, sonrojarse también y tener un espacio de intimidad es muy sano. Hace treinta años leí un ensayo de Choza sobre el sentido del pudor y ahí hay más cera que la que parece que arde. No entiendo como en programillas, ante millones de personas un tío cuenta que está colado por una secretaria y que cuando se va la susodicha, huele el asiento y vaya usted a saber y además dice que tiene novia. El consejo de la sexóloga de turno es que lo hable con su novia o que vaya al sexólogo. Insisten en que no hacen ninguna valoración moral, pues este y espectáculos peores o parecidos, pues yo sí la hago y me parecen guarradas asquerosas, y algunos cobran. El Catecismo de la Iglesia dice que lo peor del sexo despersonalizado es la mentira, aparentar que se ama sin amar, realizar actos desprovistos de su sentido verdadero. Pues eso, el pudor es importante, no pacato y estúpido. Algunas mamás visten a sus hijas muy mal y lo único que van a pescar es un buen catarro. Y en una tele privada o pública no es ético. Decir que no se hacen valoraciones morales es ya una valoración moral, que con ese cuento me excluye.

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