Sigo los estudios del catedrático Elzo sobre el estado de la juventud en este país. Bajo la apariencia de gran libertad y disfrute vital, se esconde una muy baja estima y poco proyecto de futuro. Vive el hoy, del alcohol, de la droga, de la protección familiar que ya está bastante decosntruida. El panorama laboral no es bueno a corto y medio plazo. La edad media de abandono de los padres está en los 34. Su concepto de matrimonio no incluye la estabilidad de una vida común. Ven a la Iglesia como anticuada y lejana, " el Reino del no". No tienen perspectiva histórica y han probado demasiadas cosas antes de tiempo, quemados con 28 años. La Iglesia y todos debemos hacer un esfuerzo por descubrirles el sentido de la vida y hablarles de Cristo del que seguramente sus padres a penas les han dicho nada. Se pueden perder dos generaciones, urgente.
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