sábado, diciembre 19, 2009

La torre de Babel del clima.



En su soberbia los gobernantes del mundo quisieron hacer una torre tan grande como Dios. Dios confundió o diversificó sus lenguas, no se entendieron y abandonaron el proyecto. Y desde entonces hay que ir a una academia de inglés. En Copenhage se ha reunido el mundo para salvar la tierra, y no han llegado a un acuerdo, han quedado para el próximo año. Detrás de todo esto hay mucho negocio, grandes pelotazos sólo para iniciados o amigos de los poderosos. Consigues una empresa que emita menos co2 y te la compran las grandes compañías que emiten mucho y equilibran. Por otra parte, de qué sistema se sirven los antisistema para ir en gran número a esas reuniones, con material cuasibélico. Parece que en el siglo XII Goenlandia producía hasta limones y que en el XVII el atlántico norte estaba congelado. El Papa ha propuesto que para la paz, cuidemos la creación, que Dios puso en nuestras manos. Creo en la divina providencia que cuida amorosamente de las criaturas y especialmente del hombre, siempre que no se destruya la ecología moral, la moral natural, que empieza por respetar la vida del no nacido. Hay que descontaminar las inteligencias y los corazones. Pongámonos y pónganse a ello.

4 comentarios:

Sinretorno dijo...

All the best, agradeceríamos su opinión cualificada en sistemas críticos y meteorología.

Anónimo dijo...

Mucha preocupación por todo el cambio climático por las ballenas del más alla.Y lo que tenemos delante de nuestros ojos ni caso.Cuántas miles de muertes a nuestro alrededor y todo el mundo acostumbrado sin decir na.La solución?Solo se me ocurre una:rezar ,rezar y rezar

Sinretorno dijo...

A Dios rogando y con el mazo dando. Esto de la ecología de la naturaleza y de la persona y sociedad parece serio.

eligelavida dijo...

Suscribo tu comentario. “La ecología moral”… Pues mira, es un tema del que nadie habla. Cuidemos la Creación, como nos pide el Papa, comenzando por el hombre, creado a imagen de Dios.

¡Feliz Navidad!