Estoy en Donosti. La tierra que me vió nacer. Uno vuelve a sus orígenes siempre, y si eres de San Sebastián más; el donostiarra puede recorrer el mundo, pero al fin se asoma a la Kontxa y se siente protegido, ante el prodigio de esa Copacabana verde y cantábrica, con el Urgull y su Sagrado Corazón, el Igeldo y la Isla de Santa Clara justo casi en el medio. Voy a Misa con el aita, que se recupera de una operación, y a la salida hay unos puestecillos de libros usados, antiguos, invendibles. Son puestos de librerías euskaldunas, con obras de indudable interés: cómo dejar de ser español en diez pasos; los crímenes de Franco en Euskal- Herría; las recetas de Nicolasa; memorias de gudaris y republicanos. Ante la mirada atenta de mi aita ( padre), le pregunta a la encargada, prototipo de mujer euskaduna moderna de pelo rasta y rojo, : No tendrán ustedes La fiel Infantería de García Serrano?. Sonrío con emoción. Con la edad desaparecen esos tontos respetos humanos, pero sin herir. Se lo comento a mi padre y me dice, lo he preguntado con total inocencia. Como los niños...
12 comentarios:
Aproveche a su Aita... La gente mayor son los verdaderos libros del pasado...
No imaginas cuanto me gustaria poder disfrutar de mamá y papá como lo has hecho tu. Daria lo que fuese por poder abrazarlos una vez más.
Los abrazarás...
Olé tu padre! Incluso si lo ha dicho con total inocencia, hay que ser muy libre para decir en este país (más aún en esa parte de este país, madre, en que jardín me estoy metiendo yo sola) que te interesa un libro de este tipo.
¿Sabes cuántas veces he leído yo Embajador en el infierno? Y siempre me emociono...
Felicita a tu padre de mi parte, porque ellos son la verdadera cultura e historia. Como dice Maria, son libros, cargados de verdades...
Un beso pá los dos.
Nacho, me ha molestado tu comentario que no publico. Tú eres más nazi y esto era una anécdota de mi padre, te ríes del tuyo.
Has sido declarado persona non grata en este blog. Buscate un retrete para tus excrecencias, gilito.
No sé lo que habrá dicho Nacho,pero lo que me gusta es la de Sinretorno del suyo.Nuestros padres nos han defendido(por lo general)con uñas y dientes,y es correspondencia de amor hacer lo mismo cuando nos toca.
Y por cierto,me encanta la anécdota,por un lado por la inocencia sin complejos que da la sabiduría de la vida y por otro por los ojos del hijo que sabe descubrirlo.
Un abrazo.
Yo soy gente mayor,ojalá-como dice Maria-sepa ser,sin acritud,verdadero libro del pasado.Y ojalá también sepa descubrir la inocencia de los demás y no perder la mia.Don sinre,disfruta a tope a tu padre y a tu tierra y portazo a los retretes.Que se quede dentro la mala uva de los seres superiores.Un abrazo de Janusa
Cada vez me encanta más la gente mayor. Por esa desenvoltura y sentido comun que tienen
Por cierto, y la cara de la encargada?
La encargada, inmutable; no le sonaba el título...gracias Miriam.
Permiso para contar algo y desviarme del tema.Creo que ha sido Maria quien ha hablado de embajadores en el infierno.Pués bién,era yo bastante pequeña y en mi colegio habia una monja de apellido Catillo Montoto.Un hermano suyo,teniente,y dos capitanes,Rosaleny y Palacios(autor del mencionado libro)volvieron a España,repatriados en el Semíramis,creo,después de mil penalidades porque el padrecito Stalin no se quedó atrás en purgas,etc,etc.Bueno,pués los trés,vinieron al colegio para acción de gracias en la capilla,a rebosar de niñas y familias.Yo,por entonces,debía saber nada de toda esta historia que luego me ha apasionado bastante.Pero nunca he olvidado a aquellos hombres hechos una piltrafa.Si los hubiese visto-cosa imposible-la dependienta se hubiese implicado un poquito y hubiese buscado el otro libro.Lamento no tenerlo.Un abrazo de Janusa
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