jueves, marzo 06, 2014

Polvo somos, pero polvo enamorado.










Cerrar podrá mis ojos la postrera Sombra que me llevare el blanco día, Y podrá desatar esta alma mía Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Mas no de esotra parte en la ribera Dejará la memoria, en donde ardía: Nadar sabe mi llama el agua fría, Y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido, Venas, que humor a tanto fuego han dado, Médulas, que han gloriosamente ardido,

Su cuerpo dejará, no su cuidado; Serán ceniza, mas tendrá sentido; Polvo serán, mas polvo enamorado. Quevedo ( un genio).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y Góngora un cantamañanas!

Jyy+

Anónimo dijo...

Es curioso,cuando hace bastantes años se nos imponía la ceniza recordándonos que éramos polvo (me gusta más lo de ahora) yo encontraba cierta alegría en estos versos de Quevedo que son fascinantes.Es verdad,sólo los puede escribir un genio...enamorado.Precioso y certero,Sinre.Gracias.Vivamos Cuaresma arrepentidos y creyendo en el Evangelio que rezuma Vida por los cuatro costados.Un abrazo de Janusa