domingo, diciembre 11, 2005

Alegría.


Tercer domingo de adviento, una llamada a la alegría, alegraos en el Señor. Que empeño ponen algunos en presentarnos a la Iglesia, a los cristianos como gente amargada, reprimida, llena de complejos, que se refugian en el templo porque no saben vivir en la calle. Un ambiente triste no puede ser cristiano. Caras largas, modales bruscos, aire antipático, así no se anima nadie a seguir a Jesús. Vamos buscando la carcajada, la liberación de la droga, la paz exterior. Sólo en Dios podemos ser y estar alegres, con serenidad, sabiendo que la vida va en serio, pero que Dios te quiere más que todas las madres del mundo juntas. Peguy decía que hacia los cuarenta o cincuenta años, llegamos a la conclusión de que no vamos a ser plenamente felices aquí, pero ese anhelo de felicidad no cumplida lo pone ese mismo hombre en su hijo. Por qué su hijo sí y él no? La esperanza nos mantiene en el ser. Escrivá decía, estás triste? Piensa si hay algo que te aparta de Dios y cambia , volverá la alegría. Un santo triste, es un triste santo.

4 comentarios:

marmota dijo...

Y un alegre profesor es un profesor alegre ,estupendo leerlo de buen talante .

Anónimo dijo...

Amargados
Reprimidos
Doble moral

Oliva dijo...

Pues creo que sí que estáis un poco amargados la mayor parte del año. Está bien eso de alegrar a los fieles.

El anónimo podría dar la cara, para dar opiniones están los blogs.

Sinretorno dijo...

Lo siento, con todo el respeto, no tenéis ni idea, ojalá conocieráis el don de Dios. Paz, amor, caridad,sabiduría,fortaleza. Y todo el año. La fiesta es siempre cristiana, en su mejor sentido. Las monjitas o monjazas, las familias numerosas de padres cristianos son las más felices del mundo. Un amigo protestante me dijo, os tengo envidia a los católicos por el sacramento del perdón de los pecados. Incluso morir es vivir.