lunes, agosto 20, 2007

Duras palabras.

























El evangelio de la Misa de ayer es de esos que hacen pensar y que no acaba uno muy bien de entender (cuanto más tiempo pasa me veo más torpe y sorprendido de las palabras de Cristo). Viene a decir algo así como que Jesús no ha venido a traer la paz sino la división. En una familia de cinco, tres contra dos y dos contra tres, el padre contra el hijo, la madre contra la hija(o viceversa). No era este el que fue anunciado como que venía a traer la paz a todos? Ciertamente Jesús dividió algunos le creyeron, otros no, nos anunció persecuciones,dolores. Tampoco se entiende muy bien cuando señalando a sus discípulos, preguntado por su madre y sus parientes, dijo que esos eran su Madre y sus hermanos. La persona de Jesús no nos deja ser indiferentes. Se admiten exégetas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Jesús venía a traer paz a todos, pero no todos la quisieron (ni antes ni ahora). Dentro de la misma familia habrá quien quiera seguir a Jesús y quien no. Lógicamente eso desune. Los humanos somos así de libres y puñeteros.
Pero Jesús no quiere, ni mucho menos la división.

Alberto Tarifa Valentín-Gamazo dijo...

Has sido premiado con el Thinking Blogger Award, galardón para blogs que hacen pensar, cosa que el tuyo logra conmigo.
Felicidades.

Lilian dijo...

Don SR
El Evangelio del domingo ha de entenderse en armonía con los otros textos, en especial el de Jeremías, que fue castigado por profetizar en nombre de Dios, cosas que molestaban a la gente, es decir, por anunciar la Verdad. El Evangelio, la Buena Nueva,la Verdad es Jesús, por lo tanto el que lo anuncia arriesga la persecución. El Evangelio, mejor dicho, las lecturas del domingo nos animan a decir la VERDAD y eso no trerá paz porque la verdad molesta, incomoda, duele.

QDtb
un abrazo

Anónimo dijo...

Llevo tiempo leyendo tu blog y no acabo de acostumbrarme a tu literatura, o mejor dicho a tu falta de literatura. Yo gracias al cura, que no se le entiende, no me enteré de la misa del domingo. Ahora ya se de qué fué. No tiene por qué ser sólo la paz con los demás, trajo también paz interior, la tranquilidad que da saber con certeza que somos hijos de Dios y que ha su lado tanto lo bueno como lo malo se convierte en mejor: que el bien que hagas y el mal que puedas sufrir te sirva como remedio de tus pecados, aumento de gracia y premio de vida eterna, como dice el cura en la absolución

Anónimo dijo...

no me refería a la literatura sino a la sintaxis