jueves, enero 01, 2009

Escena de nochevieja familiar.

Las familias cristianas no son angelicales. Los pecados (soberbia, ira, inoportunidad, victimismo, quejas,vagancia, falta de tacto, llevar la contraria, capricho, etc) nos afectan a todos. Las dos hermanas gemelas sugieren cenar todos juntos( en total diez, no son muchos). Desde las seis preparando todo,los niños y mayores ayudan. Los pequeños están más nerviosos. No cabemos en la mesa, al peque no le hace gracia estar en mesa aparte y más baja, comienza su mosqueo que irá en aumento. Su tío le dice que calle, su madre le dice al tío que él no manda, el padre se pone serio, el abuelo no aguanta y empieza a decir cosas inconexas. El abuelo reclama el vino bueno, una de las hijas le dice que basta de beber, el que juega al basket dice que él es el puto amo, que lo único que le gusta es el jamón y que falta pan, alguien le sugiere que vaya a por él. El rape está bueno pero media botella de cocacola acaba de caer en los mejilones. El ambiente se tensa, menos mal que llega el postre y el turrón. Se pone la tele. El abuelo domina el mando y se engancha en la ETB 1 donde unos tíos bailan al son de una acordeón.La madre dice que por ella ya se habría ido a la cama. Leti con voz de pito solicita continuamente que se ponga la cuatro para las campanadas, Carlos dice que veamos las de la uno. No se puede salir a la terraza a fumar porque está sucia. Los tres peques empiezan a comer las uvas mientras el hermano mayor da las campanadas en una botella medio vacía de cava. El tío está mosca desde que le mandaron callar. Leti dice que las campanadas buenas son las de la cuatro, el abuelo dice que es el último año que pasa esto. La tía llora con recuerdos,el peque estira sus pies en el sillón. Suena el teléfono con una amiga petarda de una de las hermanas, todos le dicen que vaya lagarta y pesada la que llama. El abuelo saca orfidales para tomar en vez de uvas. Por fin vemos las campanas de la uno. Leti llora con su gorrito y gafas de cotillón. Se cae el resto de la botella sobre el cenicero. Alguien sugiere cantar un villancico. El abuelo dice que no. Hogar, dulce hogar; siempre pensando que este año saldrá todo mejor. Desde el Belén me pareció que el niño Jesús se reía. Feliz año, viva la familia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que más me ha gustado ha sido lo de "ayudan mayores y pequeños",he quedado exhausta para el resto del 2009.Te ha faltado que bailamos la conga ...no mires,unete...Pues,bien, ha sido una buena nochevieja,faltaba la cabeza pero ha sido recordada...

Anónimo dijo...

Suena a relato autobiográfico. Le viene bien palpar elmundo real. Feliz año.

Anónimo dijo...

Bienvenido al club...

Asther