Eran primas carnales de mi amatxo. Religiosas marianistas; Lucía en Huarte ( navarra) y Pilar en el colegio Belén de la cuesta de Aldapeta. Mujeres fuertes de Castilla, recias y alegres, sencillas, motores de oración y de acción por el Señor y su Madre María, especialmente en el campo de la educación. Han recorrido casi toda España, educando a niñas y niños. Siempre las veo pacientes, con una sonrisa. Pilar está un poco delicada, está entre los ochenta y los noventa años y me comentaba que sigue siendo la administradora del Colegio y de la comunidad. Del servicio a los demás y a Dios no hay jubilación. Pilar además, ha sido agente de pastoral en la prisión de Martutene, con etarras incluidos. Las queremos de corazón y les agradecemos su ejemplo discreto y sereno.
5 comentarios:
Qué suerte , con esa familia , así has salido. Imagino que rezan por los blogueros.
Sí.
Me sumo a este pequeño homenaje.Lo que más me llama la atención en ellas es la serenidad que tienen ante los problemas de la vida ,con una sonrisa y un abandono total en la Providencia divina.Buen ejemplo para todos.
siempre pensando en los demás y con alegría no con cara de asco.No están apegadas a las cosas terrenales.Eso es lo más difícil:estar en el mundo y no ser mundano¡
Son mis hermanas (soy religioso marianista) y me ha emocionado leer tu entrada.
Gracias! Me uno al homenaje.
smdani
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