Un mal sacerdote, pecador, poco ejemplar, cuando consagra el cuerpo y la sangre de Cristo, consagra válidamente; cuando absuelve tus pecados no dice y en el nombre de Dios y mis méritos, dice simplemente "Yo te absuelvo", porque ese poder es de Cristo, de Dios. Jesús cuando lava los pies a los apóstoles, pies con mugre auténtica de Jerusalén, les dice así debéis actuar vosotros. Los sacerdotes son Cristo que nos lava los pies. Estábamos apañados si la eficacia de los sacramentos dependiese de la santidad del sacerdote. Al tiempo hay que rezar y ayudar y acoger a los sacerdotes. Un franciscano americano, me decía que al salir del gimnasio, vestido de sacerdote, una madre protegió a sus hijos como si pasara un demonio. Y el franciscano ofreció esa pequeña humillación. Si ya de por sí el camino que lleva al cielo es estrecho, aunque para Dios nada hay imposible, los ataques a la Iglesia y sus sacerdotes para muchos son como un tranquilizador de conciencia: " ya te decía yo, que son unos mangantes". Craso error; puede que a través de todo esto te esté llamando Dios para que seas mejor, santo. Ese franciscano me decía que le movió a ser sacerdote, el mal ejemplo de algún sacerdote que trataba con descuido a Dios en la Eucaristía; podía haber quitado el hombro, pero se dijo voy a ser sacerdote y darle a Dios el amor que veo le falta a éste o al otro. Estamos desolados? Puede ser, pero la única respuesta es tomar la cruz como el cirineo y procurar ser mejor. Escrivá lo dijo y sigue resonando: estas crisis mundiales son crisis de santos. Empecemos por cada uno de nosotros.
Estás en un blog espumoso, intimista, paradójico; de lo humano y de lo divino. No soy mejor que tú... Me propongo hablar a la cara y que me hables a la cara, sin caretas, sin retorno, a quemarropa... blog del Profesor Tirapu
domingo, abril 11, 2010
La Gracia y los sacerdotes.
Un mal sacerdote, pecador, poco ejemplar, cuando consagra el cuerpo y la sangre de Cristo, consagra válidamente; cuando absuelve tus pecados no dice y en el nombre de Dios y mis méritos, dice simplemente "Yo te absuelvo", porque ese poder es de Cristo, de Dios. Jesús cuando lava los pies a los apóstoles, pies con mugre auténtica de Jerusalén, les dice así debéis actuar vosotros. Los sacerdotes son Cristo que nos lava los pies. Estábamos apañados si la eficacia de los sacramentos dependiese de la santidad del sacerdote. Al tiempo hay que rezar y ayudar y acoger a los sacerdotes. Un franciscano americano, me decía que al salir del gimnasio, vestido de sacerdote, una madre protegió a sus hijos como si pasara un demonio. Y el franciscano ofreció esa pequeña humillación. Si ya de por sí el camino que lleva al cielo es estrecho, aunque para Dios nada hay imposible, los ataques a la Iglesia y sus sacerdotes para muchos son como un tranquilizador de conciencia: " ya te decía yo, que son unos mangantes". Craso error; puede que a través de todo esto te esté llamando Dios para que seas mejor, santo. Ese franciscano me decía que le movió a ser sacerdote, el mal ejemplo de algún sacerdote que trataba con descuido a Dios en la Eucaristía; podía haber quitado el hombro, pero se dijo voy a ser sacerdote y darle a Dios el amor que veo le falta a éste o al otro. Estamos desolados? Puede ser, pero la única respuesta es tomar la cruz como el cirineo y procurar ser mejor. Escrivá lo dijo y sigue resonando: estas crisis mundiales son crisis de santos. Empecemos por cada uno de nosotros.
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18 comentarios:
No me había fijado en ese aspecto. Qué puedo hacer para amar por los que no aman. Gracias.
Es fácil criticar de todo ,ahora toca a la iglesia,a los sacerdotes y al Papa...y es la hora de llegar con nuestra oración donde no lleguemos físicamente .nos vendrá bien a cada uno de nosotros para q no nos aburguesemos .hay q ponerse las pilas.como siempre aciertas con las palabras...
Lo más bonito que dijo San Josemaría de los sacerdotes es que había que matarlos. Y dio una pista estupenda para acabar con todos ellos (nosotros) sin caer en el código penal: ir en masa a confesar los pecados y no darles excusa alguna para abandonar el confesonario. ¿Bromeaba? Yo creo que hablaba en serio.
Cuánta razón tienes!! Así que a ponernos las pilas y suplir por los que, no solo no Le aman, sino por los que Lo ofenden. Estas cosas hay que recordarlas de vez en cuando. Gracias
Me lo recuerdo a mí y gracias a ti, a vosotros.
Bravo!!, de verdad.
Muy bueno y el comentario de Javier Vicens tambien, no conocía esa cita de San Josemaría
Hoy en día el no va más es que un hijo sea médico,ingeniero,arquitecto etc.Yo pido todos los días al Señor que algún hijo mío sea sacerdote.Para mí no habría más honor.
Anónimo o anónima, vamos a rezar, con una madre así, seguro.
Sinretorno, yo si conocía lo de matar a los sacerdotes que comenta Javier. Maria Jesús es que no sabe tanto:)
Por cierto, el que esté libre que tire la primera piedra¿no?
Los sacerdotes son estupendos pero hay que rezar mucho ¡más! por todos y cada uno de ellos.
Me gusta lo que dices. Hacen falta sacerdotes santos y fieles santos.
Mas que por los sacerdotes, habrá que rezar y mucho por sus víctimas.
Al fin y al cabo los sacerdotes son personas adultas mientras que sus victimas son simples inocentes.
Claro y rezo por usted para que en vez de parecer alegrarse de todo esto tome buena nota y haga algo por mejorar su entorno, su mundo, su vida.
Al último comentario...en todas partes cuecen habas pero tu miratelo,tienes un problema.Vete a un spa y relajate...y deja este blog en paz.Un saludo
No, calvo, el problema no lo tengo yo, el problema lo tiene la igelsia por encubrir a delincuentes, no confundamos.
En cuanto a mis visitas al blog no son sino fruto de su propio título:
CARA A CARA.
Lástima que por verguenza o maldad o por sabe dios que, el administrador bore los comentarios que no son de su agrado agache su cara para esconder el sonrrojo que le produce la verdad CARA A CARA.
Salúos.
chacequem, paz, paz. Persiga otro blog, los hay a miles. No vamos a llegar a un acuerdo.
si quiere me escribe un mail y le mando material.
Quiero dejar claro que mi intención es sólo denunciar la mentira allá donde se halle pero sin perseguir a nadie. No me compare usted con un torquemada cualquiera.
Si en algún momento he dado esa sensación, pido las más sinceras disculpas.
Hasta siempre.
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