jueves, abril 22, 2010

Samaranch, ejemplo de memoria histórica.



Fue un caballero de los deportes, del olimpismo, embajador de España, Barcelona le debe unos juegos, del final de la guerra fría deportiva (Moscú, Los Angeles). Los catalanes conmocionados, un hombre que abrió España al mundo, bla, bla. Que conste que rezo por él y que lo que digo es sincero; pero es que las rutinas de la necrológica son demasiado rutinarias. En España somos muy dados al "muerto el burro, alfalfa al rabo", no es el caso de Samaranch. Pero Samaranch no surgió del frío, ni de la nada. En el 80 tenía 59 años. Fue director general de deportes con Franco, no conozco muchos datos de su biografía, pero tuvo su carrera, su trayectoria en el franquismo y desde el franquismo (tampoco se le conocen maniobras opositoras o disidentes al franquismo). Para algunos su obituario empezaría en 1980, pero Samaranch tenía 89 años. No se puede borrar la vida de las personas, ni la historia de las naciones; y menos por ley.

4 comentarios:

javier dijo...

La que usted ha hecho no es -desde luego- una nota necrológica rutinaria. Para empezar ha hablado usted de oración en su nota. Los que hacen rutinariamente esas notas pueden dedicar mil elogios bobísimos a un difunto a quien no conocieron ni conocerán jamás porque no les importan ni su alma, ni la verdad de su vida ni la pena de su familia por su muerte.

maria jesus dijo...

Bueno, al menos usted, se atrevió a ser politicamente incorrecto.

Anónimo dijo...

Muy atinado y certero. Qué hubiese pasado en España con el triunfo, no de la república sino del comunismo? Miren Polonia, Chequia, etc.

Anónimo dijo...

A Ortega y Gasset, quizás el mejor filósofo español del XX, no lo tragan porque volvió a España. Casi dos generaciones de gente valiosa tuvieron que convivir en el Régimen y su labor fue salir del Régimen. Curioso que lo que la generación de la guerra había perdonado, los nietos la aviven con la complacencia especial de la izquierda.