Gentileza de Hija de la luz.
No existe ni un solo texto... en todo el ámbito de la cultura humana cuya veracidad se pueda probar con la fuerza con la que se prueban los Evangelios.
Además, no solamente los Evangelios hablan de Cristo sino que con las citas de otros siete grandes escritores de entre los siglos II al VII se reconstruye el Evangelio entero: Justino, Ireneo, Clemente, Orígenes, Tertuliano, Hipólito y Eusebio, tal era la frecuencia con la que se citaba a Cristo, pero es más: los más importantes escritores del Imperio Romano, escritores contemporáneos y paganos nacidos en el siglo I: Plinio el jóven, Suetonio, Flavio Josefo y hasta el mismísimo Tácito mencionan a Cristo en sus escritos.
Esto es realmente importante, porque Jesús era un simple carpintero de una aldeucha insignificante de Palestina que murió crucificado como un malhechor. ¿Por qué iban a citarle, con todo lo que tenían que contar los historiadores de esa talla? Obviamente porque Jesús hizo cosas maravillosas.
Pero la gran prueba de la verdad de Cristo es su Resurrección. El mismo Cristo profetizó que al tercer día resucitaría.
Que murió, está claro. Bien muerto estaba.
Sus verdugos lo sabían, pues cuando fueron a partirle las piernas no lo hicieron: "Pero al llegar a Jesús, como le vieron ya muerto, no le rompieron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante, salió sangre y agua", nos cuenta Juan, que estaba allí presente, con lo que se cumplieron las profecías del Salmo 34, 21: "Dios cuida de todos sus huesos, ni uno solo será quebrado".
No le quebraron un solo hueso, ni tan siquiera los que les quebraban a todos los crucificados. Les partían las piernas con una maza de madera o de hierro para rematarles, porque de esta manera no podían ya apoyarse en el clavo de los pies y, al quedar colgados de los brazos, estos tiraban del diafragma, el diafragma oprimía los pulmones y el condenado se asfixiaba. Cuando van a rematar a Cristo, lo ven muerto y no le parten las piernas. Cristo estaba muerto.
Sus enemigos también sabían muy bien que estaba muerto. Los fariseos, con el trabajo que les costó llevar a Cristo a la cruz, es impensable que permitieran que se llevaran el cadáver sin estar seguros de que Cristo estaba muerto. Ellos sabían que Cristo había profetizado que al tercer dia iba a resucitar y precisamente para evitar que nadie se llevara el cadáver y simulara una resurrección pusieron guardias a la puerta del sepulcro día y noche.
Los fariseos y los sumos sacerdotes tuvieron mucho cuidado de que Cristo no fuese descolgado hasta que estuviese totalmente muerto. Ellos permitieron que le bajaran de la cruz y que le enterrasen porque estaba totalmente muerto, no se podían permitir que "reviviera" para que todo volviera a empezar.
Y obviamente, si la lanza le abrió el corazón, estaba indiscutiblemente muerto. San Juan, que estaba allí, nos dice que después de la lanzada, salió sangre a borbotones. Sangre y agua. Los médicos saben perfectamente que toda esa sangre sólo puede salir de la aurícula derecha: llena de sangre líquida en cadáveres recientes. El agua se explica también médicamente como una serosidad del pericardio causada por los traumatismos.
Cristo murió en la cruz y fué sepultado por su Madre, y sus amigos: José de Arimatea _dueño de la sepultura_ y Nicodemo. Le sepultan y se van, dejando la tumba vigilada por la guardia romana. Esto es un hecho probado.
Pero al tercer dia, cuando van sus amigas a terminar de hacer las ceremonias de la sepultura, la tumba está vacía y los centinelas estan "muertos de miedo" dice la escritura.
Si Cristo estaba muerto en la cruz, si a Cristo lo dejan muerto y al tercer dia la tumba está vacía, no hay más que dos explicaciones: alguien se llevó el cadáver o Cristo resucitó.
Nadie se pudo llevar el cadáver. ¿Por qué? muy fácil.
¿Quién se pudo llevar el cadáver?: O sus amigos o sus enemigos.
1. No se pudieron llevar el cadáver sus enemigos: Si los enemigos de Cristo, los fariseos, hubieran tenido el cadáver de Cristo, cuando se corre la noticia de que ha resucitado y empiezan a convertirse cientos de judios en cristianos por los testimonios entusiasmados de los apostoles, que estuvieron con El una vez que hubo resucitado y que ya le habían visto _ Pedro (el mismo Pedro cobarde que le niega delante de las criadas la noche en que le apresan) en un solo día Pedro convirtió a tres mil personas_ los fariseos habrían acabado con la noticia rapidísimamente enseñando su cadáver.
2. Es imposible que fueran sus amigos quienes robaron el cadáver: ¿Por qué?: porque los apóstoles MURIERON por Cristo, a quien vieron resucitado.
¿Y quién es tan imbécil de dar su vida por un farsante que ha muerto?: nadie. Nadie da la vida por lo que sabe que es una mentira. Luego ellos tampoco tenían el cadáver.
Y ESTA ES LA BASE Y LA RAZÓN DE TODA NUESTRA FE.
FELIZ PASCUA, A LA ESPERA DE LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO.
No existe ni un solo texto... en todo el ámbito de la cultura humana cuya veracidad se pueda probar con la fuerza con la que se prueban los Evangelios.
Además, no solamente los Evangelios hablan de Cristo sino que con las citas de otros siete grandes escritores de entre los siglos II al VII se reconstruye el Evangelio entero: Justino, Ireneo, Clemente, Orígenes, Tertuliano, Hipólito y Eusebio, tal era la frecuencia con la que se citaba a Cristo, pero es más: los más importantes escritores del Imperio Romano, escritores contemporáneos y paganos nacidos en el siglo I: Plinio el jóven, Suetonio, Flavio Josefo y hasta el mismísimo Tácito mencionan a Cristo en sus escritos.
Esto es realmente importante, porque Jesús era un simple carpintero de una aldeucha insignificante de Palestina que murió crucificado como un malhechor. ¿Por qué iban a citarle, con todo lo que tenían que contar los historiadores de esa talla? Obviamente porque Jesús hizo cosas maravillosas.
Pero la gran prueba de la verdad de Cristo es su Resurrección. El mismo Cristo profetizó que al tercer día resucitaría.
Que murió, está claro. Bien muerto estaba.
Sus verdugos lo sabían, pues cuando fueron a partirle las piernas no lo hicieron: "Pero al llegar a Jesús, como le vieron ya muerto, no le rompieron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante, salió sangre y agua", nos cuenta Juan, que estaba allí presente, con lo que se cumplieron las profecías del Salmo 34, 21: "Dios cuida de todos sus huesos, ni uno solo será quebrado".
No le quebraron un solo hueso, ni tan siquiera los que les quebraban a todos los crucificados. Les partían las piernas con una maza de madera o de hierro para rematarles, porque de esta manera no podían ya apoyarse en el clavo de los pies y, al quedar colgados de los brazos, estos tiraban del diafragma, el diafragma oprimía los pulmones y el condenado se asfixiaba. Cuando van a rematar a Cristo, lo ven muerto y no le parten las piernas. Cristo estaba muerto.
Sus enemigos también sabían muy bien que estaba muerto. Los fariseos, con el trabajo que les costó llevar a Cristo a la cruz, es impensable que permitieran que se llevaran el cadáver sin estar seguros de que Cristo estaba muerto. Ellos sabían que Cristo había profetizado que al tercer dia iba a resucitar y precisamente para evitar que nadie se llevara el cadáver y simulara una resurrección pusieron guardias a la puerta del sepulcro día y noche.
Los fariseos y los sumos sacerdotes tuvieron mucho cuidado de que Cristo no fuese descolgado hasta que estuviese totalmente muerto. Ellos permitieron que le bajaran de la cruz y que le enterrasen porque estaba totalmente muerto, no se podían permitir que "reviviera" para que todo volviera a empezar.
Y obviamente, si la lanza le abrió el corazón, estaba indiscutiblemente muerto. San Juan, que estaba allí, nos dice que después de la lanzada, salió sangre a borbotones. Sangre y agua. Los médicos saben perfectamente que toda esa sangre sólo puede salir de la aurícula derecha: llena de sangre líquida en cadáveres recientes. El agua se explica también médicamente como una serosidad del pericardio causada por los traumatismos.
Cristo murió en la cruz y fué sepultado por su Madre, y sus amigos: José de Arimatea _dueño de la sepultura_ y Nicodemo. Le sepultan y se van, dejando la tumba vigilada por la guardia romana. Esto es un hecho probado.
Pero al tercer dia, cuando van sus amigas a terminar de hacer las ceremonias de la sepultura, la tumba está vacía y los centinelas estan "muertos de miedo" dice la escritura.
Si Cristo estaba muerto en la cruz, si a Cristo lo dejan muerto y al tercer dia la tumba está vacía, no hay más que dos explicaciones: alguien se llevó el cadáver o Cristo resucitó.
Nadie se pudo llevar el cadáver. ¿Por qué? muy fácil.
¿Quién se pudo llevar el cadáver?: O sus amigos o sus enemigos.
1. No se pudieron llevar el cadáver sus enemigos: Si los enemigos de Cristo, los fariseos, hubieran tenido el cadáver de Cristo, cuando se corre la noticia de que ha resucitado y empiezan a convertirse cientos de judios en cristianos por los testimonios entusiasmados de los apostoles, que estuvieron con El una vez que hubo resucitado y que ya le habían visto _ Pedro (el mismo Pedro cobarde que le niega delante de las criadas la noche en que le apresan) en un solo día Pedro convirtió a tres mil personas_ los fariseos habrían acabado con la noticia rapidísimamente enseñando su cadáver.
2. Es imposible que fueran sus amigos quienes robaron el cadáver: ¿Por qué?: porque los apóstoles MURIERON por Cristo, a quien vieron resucitado.
¿Y quién es tan imbécil de dar su vida por un farsante que ha muerto?: nadie. Nadie da la vida por lo que sabe que es una mentira. Luego ellos tampoco tenían el cadáver.
Y ESTA ES LA BASE Y LA RAZÓN DE TODA NUESTRA FE.
FELIZ PASCUA, A LA ESPERA DE LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO.
16 comentarios:
Un joven de 35 años (San José María Escrivá) puede con su alma y mucho más, aunque esté cruzando los Pirineos. ¿Por qué sus compañeros, jóvenes también, no necesitan de esos apoyos físicos? Es una vergüenza que se le retrate así.
Y respecto a la pérdida de 40 kg durante la guerra, permítame que le pregunte: ¿cuantos pesaba antes de estallar el conflicto? ¿90?
Preciosa entrada, creemos en Xto Resucitado, y esa Resurreccion puede tocar tu vida tan realmente que es cuando se certifica en tu corazón que ES VERDAD! impresionante verdad? ¡cómo no creer!
un abrazo y reza por mi mañana que me quitan un nódulo en una cuerda vocal vale? (por pedir que no quede)
Noreturn,
Buena entrada. Muy bien explicada la veracidad histórica de nuestra fe. Cómo se nota que el beato puso su influjo sobre el joven de la raya en el lado ;-)
Saludos
Si hubiera una sola "prueba" de la resurrección de Cristo, ésta sería un hecho empírico demostrable, con lo que sobraría la fe... A ver si estudiamos con un poquito de rigor la teología.
Lo del martirio de san Esteban, Pedro y san Pablo creo que es el argumento más convincente para el agnóstico, ¿Quién lleva las cosas hasta tal límite si no fueran ciertas?
Anónimo; Jesús resucitado se apareció a cientos, prueba física palpable incluidos la Virgen y los apóstoles y no por eso sobraba nada la fe ni prescindieron de ella, a ver si leemos el Evangelio antes de cacharrear la teología.
La prueba física que perdura hasta nuestros días es la Síndone, si es que hay pocas cosas que no haga nuestro Señor por nosotros, pero algunos no harán caso ni aunque resucite un muerto.
Los supuestos encuentros del resucitado siempre fueron con discípulos (María Magdalena, los Apóstoles...) y presuponen la fe. Lo de la síndone de Turín no es más que una reliquia que puede ser venerada por los fieles, pero nunca una prueba física de la resurrección de Cristo, porque repito para los sordos que no quieren oir: una prueba física invalidaría el acto de fe, sería un dato objetivo científicamente. Así me lo enseñaron cuando me licencié en teología.Y, desde luego, hubieran sobrado los intentos de san Anselmo o santo Tomás de Aquino por demostrar la existencia de Dios. Hubieran sido contribuciones superfluas.
Anónimo sabelotodo: no veo que problema hay en razonar un poco en base a los hechos que cuenta el Evangelio. La teología no es incompatible con la razón que yo sepa.
Gracias, un saludo.
La Fe y la razón,la Razón y la fe...Quien sabe algo de esto y nos anima a no temer el razonamiento no es ningún pardillo.Se lo digo al amigo anónimo,licenciado en teologia.Yo soy muy ignorante en esta materia,y en otras muchísimas,pero valoro mucho el que esta entrada me lleve de la mano desde la cruz del Señor hasta el martirio de sus apóstoles.Soy tan cobarde,que el testimonio de los mártires me anonada.Y pienso que aquellos hombres de Galilea,escogidos por Jesús,que dejaron sus comodidades y su resuelta vida para seguirle,no hubiesen muerto por un embaucador que les habia dejado en la estacada.Le vieron resucitado y creyeron,hasta ahi lo que me mueve a razonar.Nosotros creemos sin haberle visto y por eso nos llamó "felices",esta es nuestra fe y nuestra gloria.Un abrazo de Janusa
Es que estoy de acuerdo contigo: primero la fe que después pide su profundización desde la razón; o si se quiere: "primero" la razón que constituye los preambula fidei para dar el salto de la fe. Pero, desde luego, nunca una prueba objetiva, demostrable, empírica, científica. Si el propio Jesús hubiera querido podría haber bajado de la cruz como le pedían quienes contemplaban burlescamente el sangriento espéctaculo de su crucifixión y hubiera sido un hecho objetivo para todos que era el Hijo de Dios, ¿no te parece?
Por cierto "Consolatrix", un poco más de humildad no te vendría mal...
Si,anónimo,me parece.Pero dejo de lado el terreno de lo científico,de lo empírico,y vuelvo a la cabeza cortada de un Pablo,por ejemplo.Creo que a partir de sus cartas,de las autentificadas,se fué estructurando (?) la teologia cristiana.El no conoció al Señor personalmente,sus seguidores le parecian impostores.Aunque Jesús hubiese bajado de la cruz,como entonces no habia videos,hubiese dicho que eran cosas que se decían de un falso mesias.Necesitó ser "derribado",necesitó la experiencia personal del milagro.Hasta aqui,otra vez el misterio.Pero yo creo ,aqui ya juega papel la fe,que el martirio de Pablo rubrica sus cartas,las que han llegado hasta mi para que yo pueda razonar acerca de Aquel de quien me he fiado.Y vana sería nuestra fe si El no hubiese resucitado.Anónimo,gracias por tu atención,seguramente me explico mal pero voy tirando si me entiendo a mi misma a medias.Un abrazo de Janusa
Muchas gracias por sus intervenciones. Lo primero es la caridad sr. teólogo. Yo tambiénestudié filosofía, teología, derecho y derecho canónico y no sé demasiado..Estoy más en la línea de consolatrix y de la Tía Janusa. Si lo robaron los fariseos, al hablar del resucitado, lo hubiesen mostrado; si lo robaron los apostoles fueron unos farsantes y no lo son porque así les creo en su testimonio. Creo ut intelligam, INTELLIGO UT CREDAM. Abrazos yu oraciones al resucitado de unos por otros.
Bajar de la Cruz sería caer en tentación. Jesús no está para demostrarnos y respondernos todo lo que queramos y cualquier capricho que tengamos.¡Él no está a nuestro servicio!Aunque tomó la condición de esclavo y sirvió, nadie se confunda: El es el centro y objeto de todo conocimiento de la fe y de la razón.Lo que sé es que esa reliquia perdura por algo después de mil periplos y vicisitudes. Jesús encarnado es la mayor prueba de la existencia real y palpable de Dios en el mundo, y como era hombre; lo mataron.Él es así la prueba que nos conduce a Dios. El martirio es un testimonio de la verdad tan fuerte que esa sangre es semilla de cristianos. Dios se encarnó y la segunda persona de la santísima Trinidad es verdadero hombre también y el Resucitado vive,viene y vendrá de ese mundo de vida que nos espera.
¡¡¡Maranatha!!!
Paz y bien a todos vosotros y a propósito; a nadie de nosotros nos viene mal un poquito más de humildad, claro que no. ¡Qué arma más grande y poderosa la humildad! ¡No lo sé bien! pero ese testimonio apostólico irrefutable me sosiega.Un abrazo.
¡Uf, cuántos estudios! Mejor no saco mis títulos para no entrar en una estúpida y vanidosa discusión... Si prefieres seguir la máxima atribuida a Tertuliano: "Credo quia absurdum", estás en tu derecho...
Hasta qué absurdo? no veo donde está el absurdo, me he perdido... no sé a qué absurdo se refiere el anónimo.
Ah anónimo disculpa, siento que te haya molestado lo de "sabelotodo", ha sido un poquito para espabilarte, ya que aquí creo que no se ha hablado nunca de RIGOR TEOLÓGICO, pero aquí sencillamente se están razonando los hechos que narra el Evangelio, sin más pretensiones...
Disculpas aceptadas...
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