Ayer tuve una magnífica reunión de profesores de universidad para compartir experiencias de cómo ayudar a nuestros estudiantes, también en su vida espiritual. Yo reconozco que he aprendido mucho de mis estudiantes, de los buenos, porque he de reconocer que hay mucho manta en la Universidad, y que decir hoy que se es universitario es como decir nada. Uno de los profesores dijo que era mejor llamarlos estudiantes, pues alumno suena más a enseñanza secundaria. Es más el propio profesor es un estudiante, que sabe y quiere enseñar y el estudiante quiere aprender. Todo esto es mucho suponer. Por cierto todavía nadie ha dicho cuanto cuesta un estudiante de universidad en España, la diferencia entre comunidades autónomas es bestial, y las del psoe las que menos dedican a este asunto.
3 comentarios:
Y que pasa por ser " alumno de secundaria " se caen los anillos?
La verdad, creo que a los de secundaria habría que llamarlos estudiantes, y reservar para los universitarios el calificativo de "matriculados". En la Universidad se hace de todo menos estudiar.
Sinceramente no sé cómo llamar a esos invididuos que diariamente van a centros educativos y hacen como que estudian.
Menudo futuro tiene este país...
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