domingo, junio 20, 2010

Saramago, visto por V. M. Arbeloa.



Hay que ver, a la hora de la muerte de cualquiera, la turbamulta de hipócritas que revuelan en torno del cadáver, como moscas zumbonas. Así, ahora, tras la muerte de Saramago. Los exarcebados elogios llegan de donde menos se esperaban, porque nadie quiere dejar de zumbar, y nadie quiere sobre todo que le dejen sin zumbido. Ha habido alguien cerca de nosotros que hasta le ha llamado profeta. No estoy de acuerdo con Fuentes en que el Nobel portugués nunca escribió un mal libro, pero dejemos a los gustos gustar lo suyo. He seguido a este hombre famoso desde que se instaló en España, y he subrayado alguna vez su ignorancia inmensa y supina sobre la Biblia y la teología cristiana, con las que tanto se entretuvo; su antiteísmo sectario, y su sectarismo político, como buen comunista portugués y, además, en la punta extrema de tal partido. Pero, por lo visto, todo esto no tiene el menor interés ni aun para aquéllos que elogian justamente la coherencia entre su vida y su literatura. Hasta creyó inventar un nuevo argumento sobre la no existencia de Dios, diciendo que si fuéramos inmortales, no creeríamos en Dios! Es decir, que si fuéramos dioses (dii inmmortales, decían los latinos), no habría Dios! Hombre, según la clase de divinidad de cada uno. El autor de Caín, según una de sus últimas declaraciones, se veía empapado de valores cristianos y aceptaba los que coincidían con valores de humanismo; menos mal, pero ya sabemos qué significa humanismo para un marxista-leninista-estalinista. Ya Merleau-Ponty habia advertido que una característica del hombre es pensar en Dios, aunque para él eso no quiere decir que Dios exista. No se puede hacer desparecer la existencia de Dios declarándola simple ilusión: se presenta una y otra vez inexorablemente y tiene una concreta repercusión en el pensamiento. Luchó José Saramago por algunas causas justas, cuando coincidían con su sectarismo político.T ransterrado voluntariamente en España, se hizo hispanófilo y hasta revivió la vieja causa del Iberismo. Fue trabajador activo hasta el final y se convirtió para muchos en un signo de progresismo y de rebeldía. ¡A estas alturas! (http://www.vmarbeloa.es/ )

7 comentarios:

javier dijo...

Don Arbeloa tiene cerrados los comentarios de su blog. Con su permiso, don Caraacara, le mando una felicitación desde aquí.
Y a usted también.(Con mi oración por los tres: por don Arbeloa, por don usted y por don Saramago).

Stepario dijo...

A Saramago se le habrán caído ahora los palos del sombrajo...

Anónimo dijo...

siempre imagino a un tio de estos
que se declara agnostico y presume de ello, en el momento de encontarse ante el juicio final (debe ser la leche)..pero en fin la misericordia de Dios es tan grande que quien sabe.
En una ocasion visite a un homosexual agonizante en un hospital victima del sida.No hacia mas que repertirme ¿ donde esta ahora el dia del orgullo gay? QUIERO SALVARME,estoy convencido de que su arrepentimiento le llevaron a Dios.
AUPA ESPAÑA ( no debemos decir la roja, a españa nunca se la ha conocido por la roja eso es un invento de la cuatro, no caigamos en su juego ESPAÑA ES ESPAÑA, la roja era una tia de mi padre que era comunista.

goyo

Juan de Dios dijo...

Me parece increíble que habléis así de un muerto con su cadáver caliente aún. ¿De veras que sois católicos?
Lo dudo.

Sinretorno dijo...

Rezamos por él y no se le juzga. Como no le conozco demasiado y su obra, tomo la información de Arbeloa que me merece crédito.

c3po dijo...

Personalmente, soy católico. Pero, si no lo fuera, también sabría diferenciar entre el culo y las siete temporas. Una cosa es hablar de Samaramago (por muy caliente que esté su cadaver) y otra cosa muy diferente, dar por buenas e indiscutibles sus ideas.
Su caso me recuerda el de dos famosísimas pintadas.
La primera decía "Dios ha muerto. Firmado, Niettzsche"
Y, al lado, otra que replicaba "Nietzsche ha muerto. Firmado, Dios"
Salud!

MIC dijo...

Sólo he leido un libro de él, cuyo titulo no recuerdo, pero me pareció deprimente y nunca más le he leido.
Además eso de escribir sin puntos, ni comas, ni ná, no me pareció serio.
Descanse en paz.
Luisa