sábado, agosto 21, 2010

La Iglesia y el glamour.



Leo en http://www.scriptor.org/ una entrevista que se le hace a un intelectual joven, judío, converso al catolicismo, francés, llamado Fabrice y el apellido es muy difícil. Dice que la Iglesia no aspira a competir por ser portada del vanity fair. La barca de Pedro, no es un portaviones (lo digo yo), y parece estar siempre en crisis; de ahí el asombro de que siga navegando, con sucesión apostólica desde hace dos mil años, con una doctrina sólida y esencialmente sin grandes contradicciones. Los medios que han denunciado todo lo de la pederastia, pecados horribilis, en el fondo demuestran que de la Iglesia siempre se espera más. La consideración de que un sacerdote abuse es más grave que la de un profesor de educación física. Eso , en el fondo indica "la pureza de la misión del sacerdote" que es percibida socialmente. Ha hecho daño a la Iglesia, claro. Pero es la única Institución que no niega la verdad de estas miserias y que se ha propuesto remedios radicales en estas situaciones lamentables.

4 comentarios:

filósofo dijo...

MSR,
La Iglesia es el faro de Occidente, la Estrella Polar que guía conciencias. Esto al poder no le gusta, porque percibe en la Iglesia un competidor.
Dice el Señor a Pilatos: "Yo para eso he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad". Justamente esa es la misión de la Iglesia.
Un saludo

Sinretorno dijo...

Mr. filósofo, siempre acertado. Le he visto por otros blogs. Usted debería tener su blog, ande anímese.

filósofo dijo...

MSR,

A sus pies. Un amigo siempre dice algo así como "si hay algo que funciona y bien, ¡ hay que apoyarlo ! ¿ para qué crear otra cosa que persiga los mismos fines ?"
Pero como sus lectores, a poco que intercambiemos dos palabras elogiosas, enseguida se erizan (como los gatos), para disimular un poco, le añado un comentario a su entrada.
El glamour, que viene a ser como el hermano rico de la moda, es algo pasajero y la Iglesia huye de las modas mundanas.

Un saludo SinRe

Anónimo dijo...

Este judio converso suyo tiene más razón que un santo de toda la vida.
Saludos