Las divisiones del Papa.

Cuentan que Stalin preguntó o le explicaban la influencia de la Iglesia en el mundo. En un momento determinado preguntó " pero, díganme, cuantas divisiones acorazadas tiene el Papa?. Le explicaron que ninguna, que todo lo más una guardia suiza vestida de bellos colores y con alabardas. Parece que ante esta respuesta, Stalin quedó tranquilo. No sabía que llegaría un Papa de Polonia, que con la fuerza de Dios y de la dignidad humana mandaría a hacer puñetas, sin tiros, todo el montaje ruso, tan científico y poderoso él y tan defendido por toda la intelectualidad occidental alrededor de un gin-tonic. Quede para la historia.