domingo, marzo 27, 2005

Feliz Pascua de Resurrección.

Tres, dos, uno...Jesús resucitó. La vida puede más que la muerte. Aquellas mujeres que iban al sepulcro tenían un problema físico, quién moverá la piedra, más que un problema metafísico. Jesús ha resucitado y desde ese día no hay ningún motivo de desesperanza, ni de pesimismo.. Aleluya,aleluya.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo siento: no me da el cuerpo para leerme todo el post de Manu y contestar uno a uno a sus argumentos; pero por si anima el debate tengo una cita muy conocida de San Pablo: «Si Cristo no ha no ha resucitado vana es nuestra fe» (1 Co 15, 14).

¿Como es posible que el mismísimo San Pablo no cayera en la cuenta de las severas incoherencias evangélicas? ¿Son sus palabras un alegato pro ateo sobre el que está a punto de hacer una novela Dan Brown?

El que no quiera creer en la Resurrección de Cristo está en su completo derecho; pero de ahí a decir que las Escrituras muestran que Cristo no resucitó, creo que hay un salto.

Anónimo dijo...

Prometo que estaba completamente preparado para leer con todo detalle cada una de las contradicciones que señala Manu. Si hacía falta renunciar a la vieja fe heredada de mis padres, estaba dispuesto a hacerlo...

Pero me he quedado en la primera grandiosa contradicción: el tal José de Arimatea es para Mateo un hombre rico discípulo de Jesús, para Marcos un miembro del Sanedrín que esperaba en el Reino, para Lucas un varón justo y bueno que formaba parte del Sanedrín, y para Juan un discípulo de Jesús... en secreto.

Llegados a este punto, me pregunto ¿dónde demonios está la contradicción? Lo siento en el alma, pero lo que veo es una de esas pruebas irrefutables de la veracidad de los evangelios: ni los evangelistas se pusieron de acuerdo en lo que debían recoger, ni lo recogieron al objeto de engañar a nadie: cada uno destaca su visión parcial de unos hechos sobradamente conocidos y reconocidos que no tienen que demostrar sino sobre los que ofrecen su modesto testimonio. Además, curiosamente los cuatro coinciden en algo tan relevante como es la intervención de José de Arimatea (un señor con pasta, buena gente, miembro del Sanedrín, que seguía a Jesús más bien en secreto por temor a los judíos). Creo que no es poco.

Si cuatro periodistas diferentes narrasen la participación de Florentino Pérez en el Real Madrid de las Galaxias, uno podría destacar que se trataba del "presidente de los zidanes y los pavones", otro decir que no era otro que "el jefe de ACS, el que trasladó su mentalidad empresarial al fútbol", otro preferir su pasado en política como "miembro de UCD" y el cuarto definirlo como "el que echó a Lorenzo Sanz". Si veinte siglos después llegase un analista y concluyese que estas "profundas incoherencias" sólo sirven para demostrar la falsedad de la existencia del Real Madrid... la carcajada sería estruendosa.

En fin, que no descarto que en el largo mensaje al que remite el link de Manu haya algo con más sustancia, pero la primera "profunda contradicción" me reafirma en la vieja fe que me transmitieron mis padres.

Otra vez será... o no.