viernes, mayo 19, 2006

Barcelona.


Es campeón de Europa, felicidades. Pero que tiene que ver el nombre de un equipo? Acabó el partido y el señor Etoo se puso la bandera de su pais, otros brasileños la suya, otro apareció con la catalana,ni una bandera de España y los comentaristas diciendo que era un triunfo del fútbol español, los reyes , Zapatero de cuerpo presente, etc. El Barca como la mayor parte de los equipos es una multinacional con sede social en Barcelona, dejémonos de gaitas y de equipos y de fútbol español y nacional y tripartito, y lo único que le han enseñado a decir a Etoo es que esto es la OO...., lamentable espectáculo, y luego diecen que no hay dioses ni ídolos. Sólo a tu Dios amaras con todo tu corazón, tu mente. Pero menos mal que hay fútbol, por lo menos.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

En tiempos de franco he oido decir que todo era más auténtico, los equipos de futbol eran de españoles españoles o no? y por vocación. Ahora igual que está el futbol está el pais,hecho una mierdddd...Tiene razón caraacara que miscelania tenemos!!

Anónimo dijo...

Ultimamente tenemos cierta tendencia a verlo todo de color negro: el pais está mal, el Barça es una multinacional, Zapatero tal y cual, fraude de los sellos, todo es una mierda... Si los cristianos que somos hijos de Dios no hablamos de lo positivo del mundo, entonces ¿quien va a hablar?. Esta época no es peor que la que encontró Juan Pablo II cuando llegó al pontificado y lo llenó todo de optimismo. ¿Quizá es que entonces eramos mas jóvenes y nos afectaban menos los problemas?, pensemos en el 75 y en los 80, con el miedo a una guerra nuclear, el telón de acero, Solidaridad en Polonia, la Teología de la liberación (que se la cargó el Papa, sin mas) y muchos otros problemas de los últimos treinta años. Todo ello estaba visto con gran optimismo por el Papa, incluso su atentado, ¿por qué hablamos sólo de lo negativo?. ¡Vámos a ver el mundo de otro color!, ¡vamos a volver a ser jóvenes!, ¡jóvenes de cincuenta años, como tenía el Papa cuando llegó al pontificado!. ¡Somos sal, no hiel!.

Sinretorno dijo...

Gracias, es verdad. Tienes razón.

Sinretorno dijo...

no me arevo a opinar solo a obedecer.

Anónimo dijo...

Yo opino: Me parece correcta la decisión del Benedicto XVI en una serie de restricciones en su ministerio; más correcto hubiese sido que el mismo viendo su conducta tan condenable se hubiese ido mucho antes.Conductas así hacen daño a la iglesia y a Dios y no creo se consideren debilidades ni pecados como para seguir en la brecha. Dios perdona siempre. Rezaré por el.

Lilian dijo...

Pasé a saludarte,veo que tu blog sigue siendo el mejor.
Le cuento que vi parte de ese partido, extraordinario, especialmente el talento de Ronaldhino. Y bueno, Ud. tiene razón, ese futbol, no es futbol español, ¿pero en todas partes del mundo, la cosa no está igual? Mire Ud la Iglesia... ahí también está su riqueza. Ya sé que no es lo mismo, pero el mundo camina, creo yo, a un mundo sin fronteras
Un abrazo, desde Chile ;)

Anónimo dijo...

Por Qué hay tanto de esto en la iglesia??? Si no pueden guardar la castidad o tienen desviaciones que se vayan. Pudiera ser que si no hubiese celibato no pasarían estas cosas?? Tema complicado para la iglesia. Como puede ser que personas con una idea tan sublime sean capaces de esto?? enfermos, reprimidos?? NO sé.

Anónimo dijo...

Una pena lo de este sacerdote.Lo peor es que estas cosas luego dan pie para que la gente ponga a caer de un burro a la iglesia.Iglesia santa y a la vez pecadora...Dios sabe más.No soy del BarÇa y además les tengo tirria,es más que un equipo,si, un buen negocio...

Sinretorno dijo...

El post era del Barcelona y del fútbol. No sé por qué aparece lo del Padre Maciel y todos como locos.El Papa no le ha impuesto ninguna sanción simplemente que no tenga mnisterio público y vida de penitencia. No ha habido proceso canónico.Recemos, seamos prudentes y consideremos nuestra debilidad.

Anónimo dijo...

¿No fue esa la actitud de Bernard Cardinal Law en Boston? Taparlo todo, mirar a otro lado...
Al final, el Vaticano le hizo dejar Boston.
Benedicto XVI toma el toro por los cuernos.