El mundo antiguo ansiaba un salvador; lo intuían sus poetas griegos y latinos; todo corazón humano espera un Salvador, no un salvapatrias, alguien que redima la tierra y los cielos, que enseñe el camino del amor y del perdón, que sea esperanza en un mundo hostil. Aquellos Magos estudiaban las estrellas, los signos de los cielos y fueron a buscar al Rey de los judíos que era el Salvador. Dejaron sus casas, su comodidad, sus estudios para seguir a una estrella: ilusos, inocentes, ingenuos, chalados? Preguntaron y encontraron. En Belén hay garrapatas y chinches pero también oro, incienso y mirra para un Rey. Ese niño no ha venido sólo para su pueblo, sino para toda la humanidad. "Lux fulgebit ex oriente". Claro que los astros hablan de Dios, y la ciencia, y la buena música, el arte, la belleza. Es la noche más mágica de las soñadas, la de la ilusión. Los Herodes han ganado en poder, mucho, pero no pueden acabar jamás con la ilusión, que no es una filfa, sino que es más real que ellos mismos. Hemos visto su estrella y venimos a adorarle.
3 comentarios:
Quedo encantada de leer hoy cómo describes todo, y pido que al regresar como los Reyes por otro camino lleve mi corazón ese encuentro.
un abrazo
"hemos visto su estrella, venimos a adorarle" Genial¡¡
Por cierto, los reyes me han dejado "luz del mundo" el libro del Papa.
Ya estoy en plena lectura
Gracias a vosotras, que sois luz del mundo.
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