viernes, febrero 25, 2011

Revoluciones.


Todas las que han sido, las que serán. Lo que está pasando en el norte de Africa es apasionante. Un pueblo maltratado, por sus autoridades tiránicas y sojuzgado por autoridades religiosas unidas al poder, que aprueban y sojuzgan. Parece que estas revoluciones han cambiado por internet y situaciones insostenibles, que han corrido como la pólvora. Gadhafi, MubaraK, Mohamed, eran los guardianes de Occidente y su petróleo; nos protegían del Islam radical.



Si la autoridad se convierte en autoritarismo dictatorial y esta situación se prolonga en el tiempo, se pierde la continuidad histórica, mueren o envejecen los hombres de gobierno, llegan a la edad madura personas sin experiencia para dirigir, y la juventud —inexperta y excitada— quiere tomar las riendas: ¡cuántos males!, ¡y cuántas ofensas a Dios —propias y ajenas— recaen sobre quien usa tan mal de la autoridad!


La frase es de Marx?; de Wittgenstein?; Habbermas, quizás?. No . Josemaría Escrivá, punto 397 de Surco.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Increíble!!!!! Lo de las ofensas de Dios no lo diría Marx...