Ratas,tacaños.

Lo mejor del post anterior es el chiste foto en que embrión y enfermo se encuentran en la otra vida. Hoy hablaré de los tacaños y ratas. De mi padre, entre otras muchas cosas aprendí a ser generoso y hasta espléndido. Mi padre nos invitaba al aperitivo después de Misa, comíamos muy bien en días de fiesta. Mi padre es clase media. No iba a penas al cine, dejó el fútbol aunque ahora que la Real se salva a lo mejor va y es verdad que al hacerse mayor mira más las cuentas. Pero sus hijos y sus nietos han aprendido ese estilo. En el bar se recogen siempre las cosas en la barra para mayor comodidad de los hosteleros. El rata, que no suele ser el más pobre, es de los que quedas a comer y pagas la primera vez, la segunda, la tercera y ninguna más porque el tío o tía no saca la cartera nunca. Peor son esos que dicen, pagamos a pachas, dadme el dinero a mí que yo ya pago con mi tarjeta. Ridículas peleas por ver quien paga pero nadie echa mano a la cartera, cuando me dicen al pagar, no déjame pagar a mí siempre digo de acuerdo, y más de una vez me han dicho , mira es que aquí no tengo billetes y con tarjeta no quiero...pues no digas nada. He conocido catedráticos, altos funcionarios, políticos que no pagan de su bolsillo ni a tiros. Labradores, y gente de clase media baja enormemente generosa. El pobre Zapatero no ha trabajado nunca, entró como Diputado psoe en el 86, se tragó el GAL, la corrupción, al hermano de guerra y siempre con dietas del partido, del Congreso, tarjeta de gastos por Diputado Presidente. 80 céntimos el café en el Congreso, cualquier español podría entrar a ese bar soberano y de todos los españoles. Los políticos de profesión no saben lo que vale un peine, porque es que viven su mundo político, donde les pagan cinco años después de cesar para que se reincorporen a la vida normal. Ni tacaños, ni ratas, ni indios gorrones, aunque , de verdad, siempre hay más alegría en dar que en recibir. Dios no es tacaño, sangre y agua de su costado por todos y cada uno de nosotros. Buena Semana Santa, que nos metamos en los misterios de estos días, son misterios de Dios y de los hombres. Cuando multiplicó panes y peces para tantos, sobraron cestos y se recogió.