sábado, junio 23, 2007

Tomás Moro.























Ayer fue su fiesta. Un laico, padre de familia, usaba cilicio, Lord Canciller de Inglaterra, patrono de los políticos, renacentista, utópico, pero fiel a Cristo y a la Iglesia antes que al Rey. Se defendió todo lo que pudo con su saber jurídico y su prudencia, pero al final le cortaron la cabeza. Un tipo de bandera y la película de un hombre para la eternidad genial. Moro, muy inglés, con sentido del humor pero implacable consigo mismo y su conciencia de discípulo de Cristo. Muchos de los que condenaron a Moro también fueron ejecutados pero no son mártires y su Rey moría de sífilis años después.

2 comentarios:

gente sin prejuicios dijo...

muy buena la película caraacara no se si te has leído algun libro de Tomás Moro. Hace poco cayó en mis manos una biografía de Peter Ackroyd ¿sabes cual es?
La mejor frase: soy servidor del rey pero primero de Dios.
SALUDOS

Miriam dijo...

Muy bueno el post.

Santo Tomás Moro es uno de los santos que más admiro. Su valor, su entereza, su ejemplo... Su persona y su historia me han parecido siempre interesantísimos.

Me ha gustado encontrarle en por aquí.

Un saludo.