jueves, noviembre 20, 2008

Sensibilidades.

Es curioso como en una sociedad, que se dice cada vez más secularizada, adquieren tanta trascendencia temas o anécdotas religiosas. La última, la plaquita de la Madre Maravillas en el Congreso. Se argumenta que el parlamento es aconfesional, pero una plaquita diciendo que nació la madre Maravillas es un hecho de una española que es relevante y que recuerda que nuestro parlamento se construyó sobre un convento. Qué sensible el psoe, que de noche también quitó la estatua de Franco. En cambio otros santones laicos, golpistas todos ellos como Companys, Largo Caballero tienen sus estatuas, plazas y calles. Cristina Almeida confiesa que siente ganas de quemar los libros de César Vidal y de otros...uy uy, que me suena a inquisición laica. En cualquier caso para bien o mal en este país, aunque no sepamos quien es el buen samaritano, somos genéticamente cristianos. A los hechos me remito.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El milagro de la Madre Maravillas es que se ha llenado el Congreso.

Anónimo dijo...

¡Es Zaplana!