viernes, mayo 15, 2009

Bendecir la mesa.



Costumbre sencilla y es de bien nacidos ser agradecidos. Gracias Dios nuestro, por estar en la misma mesa, por tener pan para comer, porque cuidas de nosotros. Lo importante es compartir un plato de comida. Qué triste, a veces, comer solo. Recuerdo que alguien me enseñó, que cuando caía un trozo de pan al suelo, se besaba y se comía. "Le conocieron al partir el pan". Es una pequeña costumbre cristiana, pero que dice mucho de nuestra actitud en la vida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nuestra vida está llena de cosas pequeñas.Y esas son las que tienen importancia.Grandes como mucho habrá 2 o 3.En casa con la familia hay que cuidar esos detalles pequeños.La bendición de la mesa,para no actuar como un pagano,para ser agradecidos de lo que tenemos es un buen detalle.A partir de ahora intentaré no caer en la rutina y bendecirla dándome cuenta de lo que hago

Anónimo dijo...

Así me lo enseñaron y así lo hacemos, aunque comamos fuera de casa. Se bendice la mesa. Son costumbres bonitas, de hijos que recuerdan a su Padre.¿Por qué perderlas?
Espero que mis hijos continuen y tomen el testigo.
Un salu2

Anónimo dijo...

Bendito pan de cada día..