miércoles, noviembre 24, 2010

Ante la confusión, lo que ha dicho el Papa sobre el preservativo.


7 comentarios:

Pablo dijo...

“Desde luego, la Iglesia no los considera una solución auténtica y ética. Pero en algún caso pueden ser, en la intención de reducir el riesgo de infección, un primer paso en un camino hacia otra manera, más humana, de vivir la sexualidad”


”Al mismo tiempo, el Papa considera una situación excepcional en que el ejercicio de la sexualidad representa un verdadero riesgo par la vida del otro. En ese caso, el Papa no justifica moralmente el ejercicio desordenado de la sexualidad, pero considera que la utilización del preservativo para disminuir el peligro de contagio puede ser ‘un primer acto de responsabilidad’, ‘un primer paso en un camino hacia otra manera, más humana, de vivir la sexualidad’, preferible a no utilizarlo y poner así en peligro la vida del otro."


Diga aqui nuestro búnker particular lo que quiera, cuando se da el ejemplo de que en ciertos ámbitos es mejor usar el preservativo que no usarlo, eso es cambiar la postura de descalificación contra el condón :)

Te hago un croquis platón??

Angelo dijo...

Menuda cruz la de este papa. Con lo claro que dice las cosas y no paran de malinterpretárlas. Digo esto por ser benévolo con los que sacan siempre las cosas de su lugar, y buscan el notición, a falta de inteligencia.

Sinretorno dijo...

Pablo, le veo demasiado tenso. Soy un búnker? Platón a qué viene. Provocador :)

Pedrito dijo...

No encuentro motivo para tanto escándalo (además por parte de los anti-católicos). El preservativo no es justificable en las relaciones normales de pareja, ya que éstas deben estar abiertas a una nueva vida. En el resto de los casos como si te lo pones en la nariz...

Pablo dijo...

Sinre, siento decirle que no es el centro de mi mundo xD!!

Lo del búnker igual que lo de platón iba para nuestro filósofo particular... parece usted nuevo :)


Pedrito, la cuestión es que en el resto de los casos hasta hace poco se decía que el preservativo no prevenía contra el SIDA, se sacaban estudios sobre la porosidad del preservativo y se decía que en cualquier caso era inútil. Ahora, al menos en casos concretos, la Iglesia acepta su utilidad :) No hay polémica, hay alegría :)

filósofo dijo...

Sr. Pablo,

Hoy no estoy para diatribas, así que sólo le puedo decir: que Dios le bendiga, le guarde de todo mal y le lleve a la Vida Eterna (de corazón) :-)

Saludos

Miriam dijo...

“El viaje a África fue totalmente desplazado en el ámbito de las publicaciones por una sola frase. Me habían preguntado por qué la Iglesia católica asume una posición irrealista e ineficaz en la cuestión del sida. En vista de ello me sentí realmente desafiado, pues la Iglesia hace más que todos los demás. Y sigo sosteniéndolo. Porque ella es la única institución que se encuentra de forma muy cercana y concreta junto a las personas, previniendo, educando, ayudando, aconsejando, acompañando. Porque trata a tantos enfermos de sida, especialmente a niños enfermos de sida, como nadie fuera de ella.

He podido visitar uno de esos servicios y conversar con los enfermos. Ésa fue la auténtica respuesta: la Iglesia hace más que los demás porque no habla sólo desde la tribuna periodística, sino que ayuda a las hermanas, a los hermanos que se encuentran en el lugar. En esa ocasión [vuelo a África en marzo de 2009] no tomé posición en general respecto del problema del preservativo, sino que, solamente, dije -y eso se convirtió después en un gran escándalo-: el problema no puede solucionarse con la distribución de preservativos. Deben darse muchas cosas más. Es preciso estar cerca de los hombres, conducirlos, ayudarles, y eso tanto antes como después de contraer la enfermedad.

Y la realidad es que, siempre que alguien lo requiere, se tienen preservativos a disposición. Pero eso solo no resuelve la cuestión. Deben darse más cosas. Entretanto se ha desarrollado, justamente en el ´ambito secular, la llamada teoría ABC, que significa: “Abstinence-Be faithful-Condom!” [Abstinencia-Fidelidad-Preservativo], en la que no se entiende el preservativo solamente como punto de escape cuando los otros dos puntos no resultan efectivos. Es decir, la mera fijación en el preservativo significa una banalización de la sexualidad, y tal banalización es precisamente el origen peligroso de que tantas personas no encuentren ya en la sexualidad la expresión del amor, sino sólo una suerte de droga que se administran a sí mismas. Por eso, la lucha contra la banalización de la sexualidad forma parte de la lucha por que la sexualidad sea valorada positivamente y pueda desplegar su acción positiva en la totalidad de la condición humana.

Podrá haber casos fundados de carácter aislado, por ejemplo, cuando un prostituido utiliza un preservativo, pudiendo ser esto un primer acto de moralizacion, un primer tramo de responsabilidad a fin de desarrollar de nuevo una consciencia de que no todo está permitido y de que no se puede hacer todo lo que se quiere. Pero ésta no es la auténtica modalidad para abordar el mal de la infección con el VIH. Tal modalidad ha de consistir realmente en la humanización de la sexualidad.