sábado, diciembre 07, 2013

Informe PISA, estamos estancados.














Del blog de Ignacio Aréchaga, siempre certero y crítico.
http://blogs.aceprensa.com/elsonar/espana-no-pasa-la-revalida-del-pisa/



En esa especie de Olimpíadas educativas en que se ha convertido el informe PISA, España está estancada desde hace tiempo en una mediocre zona un poco por debajo de la media. El último PISA 2012 confirma esta dolencia, que ni el aumento del gasto educativo (un 35% desde 2003) ni los cambios de currículo han logrado enderezar. En el terreno educativo estamos lejos de una cultura de la excelencia, ya que, por ejemplo, solo el 8% de los alumnos españoles alcanzan ese nivel en matemáticas, frente a un 13% de media en el conjunto de países participantes.


Hasta ahora nos solíamos consolar con la idea de que, por lo menos, había más equidad que en otros países en los resultados educativos de los alumnos de distinto nivel socioeconómico. Lo cual no es mucho consuelo, pues era como decir que se había logrado la equidad en la mediocridad.



Pero el nuevo PISA 2012 nos quita hasta esa excusa, porque la equidad ha empeorado. En 2012 los alumnos de nivel socioeconómico más favorecido superan a los desfavorecidos en 34 puntos en matemáticas, una diferencia 6 puntos superior a la observada en 2003. También la diferencia de rendimiento educativo entre comunidades autónomas con mayor y menor rendimiento es el equivalente a casi año y medio de escolarización. Y, según el informe, el 85% de de las diferencias en rendimiento en matemáticas es atribuible a diferencias socioeconómicas.



Por eso resulta curioso que los que critican la nueva reforma que se propone la LOMCE defiendan un sistema que no produce ni calidad ni equidad. Como si ahora viviéramos en un edificio educativo de lujo, que el gobierno se empeñara en desmantelar. Se dice que la reforma educativa, al separar distintos itinerarios en la ESO a partir de los 14 años, va a discriminar a los alumnos que van peor. Más bien da la impresión de que la falta de exigencia que consagró la LOGSE perjudica más a los menos favorecidos. Y si alguien necesita el empuje de una buena formación para elevar su estatus es sobre todo el que parte de más abajo.



En este aspecto, es significativo que los países asiáticos que están en el pelotón de cabeza en el ranking en matemáticas, sean también los que cuentan con alumnos más resilientes, es decir, que vencen los pronósticos socioeconómicos que tienen en su contra y obtienen un rendimiento superior al esperado. En Hong-Kong, Corea, China-Macao, Singapur y Vietnam, un 12,5% de los alumnos destacan por su resiliencia, porcentaje que en el caso de España es un 6%, lo cual supone un descenso de 2 puntos respecto a 2003. El clima de exigencia del “tigre asiático” acaba siendo un estímulo más decisivo para el alumno menos favorecido.



El informe PISA recomienda a España una mayor autonomía para los centros y más evaluaciones externas. En realidad, ambas políticas van de la mano. La mayor autonomía de los centros a la hora de diseñar el currículo y los métodos tiene todo el sentido si se contrasta con evaluaciones externas que permitan medir la eficacia del proyecto educativo del centro. Y en esa línea van las reválidas que instaura la ley Wert, y que tanto asustan a los enemigos de la transparencia de los resultados educativos. Después de todo, ¿qué es el informe PISA sino una reválida que pasan los sistemas educativos?



La “marea verde”, que sigue batallando a favor del statu quo de la educación pública, debería plantearse por qué el sistema actual lleva años sin conseguir desencallar el barco de la enseñanza. Mantener todo igual y pedir más dinero es un conservadurismo cómodo.

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