Durante estos días de formación y de descanso en el Colegio mayor Ayete de San Sebastián, hemos tenido la suerte de contar con D. José Velaz, delegado del Prelado de la Obra para Camerún, Costa de marfil y Congo. Me ha sorprendido muy gratamente el desarrollo de la labor en esos países. El apostolado en Africa no sólo exige ayudar a los pobres, sino formar clases dirigentes, clase media que se queden en esos países, disminuyan la corrupción. Son gente, a diferencia de nuestro primer mundo hastiado de sí mismo, con una enorme ilusión por la vida, que agradecen la formación humana y cristiana. No estoy hablando de teorías pues en este curso había varios africanos, jóvenes profesionales, que nos han dado ejemplo de madurez, alegría y alto nivel cultural. Personalmente me han ayudado a la esperanza y a dar gracias a Dios.
3 comentarios:
sin retorno
gracias una vez mas por sus comentarios,el Opus Dei es uno de los tesoros mas grandes que existen
es sin lugar a duda LA OBRA DE DIOS.
En el OPUS nos suben el nivel humano y espiritual,( Tengo en casa una chica Polaca ha venido a aprender Español y de paso habla a los niños en Ingles, su madre acaba de pedir la admision a la obra en Polonia, La chica nos cuenta entusiasmada como la obra es una esperanza en Polonia despues de tantos años de comunismo.
Gracias Dios mio por haberme dado
vocacion a esta maravilla.
GRACIAS S. retono
GOYO
Después de unos diez años me he encontrado en Valencia con amigo sacerdote de Costa de Marfil. Fuimos compañeros de estudios pero él estaba más preparado que yo para los estudios y para la vida. La última aventura que me ha contado da para una novela. Durante más de un mes estuvo secuestrado y metido en un zulo, solo, con una comida diaria, por la guerrilla. Tiene la misma sonrisa de siempre. El día que lo secuestraron le dijeron: esta noche te mataremos. No lo hicieron y eso me alegra. ¿Una oración por los guerrilleros de Costa de Marfil?
Me alegra comprobar que la fotografía que ilustra el post, es la primera dedicada a S. Josemaría, en Africa.
Es el regalo que hicieron las niñas del colegio Orvalle de Madrid, hace ya unos años. En concreto, el año de la Eucaristia proclamado por Juan Pablo II.
Old chap
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