jueves, febrero 02, 2012

Santa Teresa, de Marcelle Auclaire.

Es una de las mejores biografías que he leído. Ciertamente el personaje, mujer, santa, culta, lista, inteligente, adelantada, audaz, con humor, escritora de primera, reformadora, rompemoldes; ayuda. Pero Marcelle, argentina de origen francés, escribe como un ángel y es una enamorada y conocedora de la Santa, que hace deliciosa y apasionante la lectura. Pobre Santa Teresa, escribió tanto, porque sus directores espirituales, medio inquisidores como el Tostao, la tenían el día escribiendo su vida para ver si aquello era de Dios. La acusaron de todo; de haber tenido un hijo y ocultarlo, a lo que contestaba que si lo hubiera tenido no les costaría verla criarlo. Traigo dos anécdotas; en una ocasión comía con fruición unas perdices, lo que llamó la atención de dos monjas, la santa les dijo, " Hermanas cuando a la oaración, oración; cuando a las perdices perdices". Otra vez , en una de su fundaciones, al pasar un río volcó el carromato" ay, Señor, si así tratais a vuestros amigos, no me extraña tengáis tan pocos". Quien a Dios tiene nada le falta.

2 comentarios:

javier dijo...

Y otra vez andaba ella cavilando cómo podía Dios encontrar regocijo en tratar con su alma siendo su alma una cosa tan vil y le dijo el Señor: "No es vil tu alma, hija mía, que está hecha a mi imagen".

Francisco Javier dijo...

Pues yo te recomiendo la obra de Francis Trochu, el Santo Cura de Ars, es la mejor vida de santos que he leído hasta ahora (sin contar la autobigrafía de algún santo), muy completa, van por la 16 edición.
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