Pasados cuarenta días de la resurrección el Señor se va a la diestra de Dios padre. Siempre recuerdo la imagen de mi libro de religión de 6 o 7 años, Jesús subía con una nube debajo, con dos dedos unidos como saludando. Serían días tristes, os conviene que Yo me vaya, para que venga el Paráclito, donde los apóstoles se quedarían con cada gesto, con cada palabra, como cuando estás con alguien que va a irse o que le queda poco para morir. Pero el evangelio nos dice que volvieron muy alegres, dispuestos a cumplir la misión de Jesús. Además los discípulos sabían que le tenían en la Eucaristía y la Madre de Jesús estaba con ellos. No nos quedemos mirando al cielo, bajad a la ciudad al mercado, a la Universidad, al taxi, al trabajo y allí estaré con vosotros.
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