domingo, marzo 10, 2013

Confesar los pecados; la alegría de ser hijo pródigo.






1 comentario:

elsillóndepapá dijo...

Estoy plenamente deacuerdo, da miedo decirlo, con el poseído, debe ser terrible para el diablo ver como un alma, hiciese lo que hiciese, se limpie en cuestión de minutos y una buena penitencia. Bendito sacramento el del perdón, porque si no, nadie vería el Cielo. Un abrazo