miércoles, octubre 16, 2024

Sic.

¡Que el otro está lleno de defectos! Bien... Pero, además de que sólo en el Cielo están los perfectos, tú también arrastras los tuyos y, sin embargo, te soportan y, más aun, te estiman: porque te quieren con el amor que Jesucristo daba a los suyos, ¡que bien cargados de miserias andaban! –¡Aprende! (Surco, 758)

Por eso, alégrate más cuando te desprecien que cuando te honren. Sabe mal, pero sienta bien. El mayor honor, el único honor verdadero y saludable, es sufrir con Jesús. Lo demás… basura.


 

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