Si estamos cerca de Cristo y seguimos sus pisadas, hemos de amar de todo corazón la pobreza, el desprendimiento de los bienes terrenos, las privaciones. (Forja, 997) |
¡Qué peligro tiene esto de la religión! Perdonad, espero saber explicarme y que podáis entenderme. Pero ¡es tan fácil engañarse con la religión! Porque está llena de manifestaciones externas de piedad, obras externas de misericordia, ritos sacramentales, reuniones y asambleas… Todo ello es bueno y necesario. Pero, si no estamos alerta, nos acabamos creyendo salvados, como el joven rico, por cumplir con todo: vamos a Misa, visitamos enfermos, damos limosna y acudimos puntualmente a nuestras reuniones parroquiales o de grupo. Cuando nos queremos dar cuenta, nos olvidamos de lo principal: el corazón. |
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