Hasta ahora no habías comprendido el mensaje que los cristianos traemos a los demás hombres: la escondida maravilla de la vida interior. ¡Qué mundo nuevo les estás poniendo delante! (Surco, 654) |
No puedo copiarlo todo, aunque me gustaría, porque me quedo sin espacio para comentar. Dios se está encarando con su pueblo: «Os he enviado profetas y los habéis matado. Os he enviado a mi Hijo, y lo mataréis. Os he dado la llave de la puerta, y habéis taponado la puerta… No me habéis hecho caso nunca, no me habéis obedecido, ¡me llamáis Señor y hacéis lo que os viene en gana!» |
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