miércoles, enero 31, 2007

Ortega Lara.



















Sí aquel que fue liberado después de más de 560 días, secuestrado por la humanitaria ETA. Se decidió a hablar en una entrevista, demoledor. Tenía sus rutinas, rezaba 7 u 8 rosarios al día, hacía ejercicio, pensaba en los suyos, en su mujer. De ahí sacó las fuerzas imposibles. Con que facilidad olvidamos el pasado más reciente. Zapatero, como te gusta decir, puedes mirar de frente a Ortega Lara, a Irene Villa, a las viudas, a los hijos de las víctimas de ETA? Propongo que los etarrras que hicieron eso vivan en las mismas condiciones durante un año, sólo un año, que Ortega Lara. Y no sería igual porque tendrían la seguridad de que iban a salir del zulo. No hay paz sin justicia. La sociedad está enferma con su ansia de que no haya más peligros. Otro día hablamos de valentía. Alguien se plantó siempre desde nuestros ancestros y dijo no y ese gesto marcó una senda.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes mucha razón, pero que hacemos con la ETA. Es necesaria la paz y la revancha no es paz.

Stepario dijo...

No se trata de revancha, sino de justicia. Aplicar la ley a quien la ha infringido, y en función de la gravedad de la ofensa. Para estos asesinos, cadena perpetua, que no es más duro que matar, porque da tiempo a arrepentirse, a buscar el verdadero sentido de la vida. Hablar con terroristas es una estupidez, es como hablar con un perro rabioso, con la gravedad de que ellos lo son con plena conciencia. La paz es, como decía creo que Cicerón, la justicia en libertad, no empecemos la casa por el tejado.