martes, diciembre 28, 2004

Inocentes.

Narran los evangelios que enfurecido Herodes mandó matar a los recién nacidos de los alrededores de Belén. Quizás no fueran muchos, unos veinte, para algunos autores, pero es desconcertante que la venida del niño Dios venga acompañada de esa barbarie. El desamparo, la muerte,el hambre, el dolor de un niño es cruel y hasta cierto punto más inexplicable. Mi recuerdo hoy para todos los niños de la calle del mundo, para los que no tienen hogar, para los niños enfermos , explotados, maltratados, que sepan que tendrán un cielo muy grande. También a todos esos niños no nacidos por el aborto, que piden a gritos su cuerpo gestado, mutilado. Julián Marías dice que uno de los grandes males y errores de nuestro tiempo es la mentalidad abortista y su aceptación social. Para entrar en el reino de los cielos hay que hacerse como niños y al que haga daño a un niño , físico o moral, más le vale atarse una piedra al cuello y tirarse al mar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Misterioso tema el del sufrimiento de los inocentes... aunque, bien mirado, si te degüellan con menos de dos años tal vez te hagan un favor por todo lo que te ahorras antes de entrar en el cielo. Además de la garantía de entrada segura.

Sinretorno dijo...

No te falta razón, pero si te hubiesen dado a elegir que hubieses hecho. Seguramente vivir, cada vida tiene un calor infinito.