domingo, junio 05, 2005

Morir.

Once y veinte de la noche, en el móvil una llamada de Salva, sacerdote muy amigo con quien compartí años apasionantes, él era el capellán del Colegio mayor en el que yo trabajaba en el equipo directivo." Dani, sólo decirte que mi madre ha fallecido esta mañana". Hoy al alba, nos dimos un abrazo gran reserva, velamos a Carmen, su madre, rezamos varios reponsos. Saludé a Ascensión , la hermana que había cuidado en los últimos años de su madre y también estaba Alicia, ecuatoriana, que como asistenta había cuidado a Carmen. Gracias a todos los que vienen a estsa España un poco desquiciada, a cuidar a nuestros ancianos y escasos niños. Ascensión me dijo, entrecortada, que había sido un privilegio cuidar de su madre, un honor, una alegría. Salva en un aparte me dice que su hermana se levantaba , en ocasiones, más de diez veces por la noche para atender a su madre, inválida desde hace cinco. Salva celebró la Misa, unos treinta asistimos, con sabor de intimidad y de primitiva cristiandad. Había emoción, pero mucha paz, alegría incluso , porque Carmen había recorrido su existencia terrena con garbo, y además había traido al mundo a un hijo sacerdote. Me dio hasta envidia. Cumplidos sus días en la tierra, entraba hoy sábado, devota de la Virgen del Carmen, en la Vida. Me dí cuenta de que quiero a Salva como un hermano, y de que somos familia.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Caraacara, la leche, pero por qué no te fichan como articulista de prensa.Sós grande!

Lilian dijo...

Tengo la dicha de tener a mis padres vivo y con buena salud. Debe ser un dolor muy grande perder a los papás. A veces ese dolor se suaviza pensando que estarán mejor, que ya no sufrirán y descansaran de todo, en brazos de nuestro amado Padre, especialmente cuando han padecido una larga y dolorosa enfermedad.
¡Qué en paz descanses, Carmen!
Amén

Karenina dijo...

Gracias sinretorno, por los comentarios que me has dejado en el blog. Admiro tu fé. Yo enterré a mi padre y no sentí paz, ni alegría. Siento decir que en realidad casi me alivió que falleciese porque me horrorizaba verlo sufrir; pero no pensando que se iba a una vida mejor y mucho menos a esa Vida con mayúsculas que tú dices. Para mí simplemente ya no está, no existe...aunque me gustaría creer que está conmigo, cuidándome y dándome su apoyo como siempre.

Un abrazo

Sinretorno dijo...

La fe cristiana se compone de tres elementos, gracia de Dios, libertad de la persona, credibilidad de lo propuesto.En cuanto a la gracia, pídela a Dios y yo también se la pediré, en cuanto a tu libertad, Dios no te va a dar argumentos tan fuertes que te obliguen a creer, es una decisión libre, creer o no, aunque yo le pido a Jesús creo pero aumenta mi fe. A cuanto a la credibilidad de lo `propuesto, parece bastante lógico, que si tenemos dacultades espirituales no absolutamente determinadas por la materia, esa parte espiritual no se corrompa con la muerte de la materia, por ser espiritual. Seguro que notas a tu padre cerca, y que hay cosas que te pasan que te las pone él en el camino. Abrazo, rezo por tí.

Anónimo dijo...

Mi padre murió hace cinco años.Tras su muerte entré en conflicto con Dios.No entendía porque se lo llevó ni porque me hizo esa faena.Ni siquiera me alivió que dejara de sufrir,que egoista por mi parte,no?.Sólo me quedó vacio,oscuridad... Tan mal estaba que ni siquiera quería dejar de vivir,ya me sentía muerta en vida.He aprendido a vivir con este dolor y también me he reconciliado con Dios.Quiero pensar que ha estado a mi lado, ayudándome a seguir adelante pero...te echo tanto de menos papá

Sinretorno dijo...

Puede que aparente como cierta frialdad, pero al último comentario, le digo que eso es muy duro, Jesús lloró por la muerte de su amigo Lázaro y la gente decía, "ved, como le amaba". Yo prefiero no imaginar ese momento con los míos pero llegará. Si somo consecuentes, diremos .dónde esta oh muerte tu victoria?. Tu papá está contigo ya desde ahora y piensa que la muerte no es un adión, sino un hasta pronto. Pero claro que es duro. Que la Virgen y tu padre te guarden.