domingo, julio 10, 2005

Pequeños lujos.

Madrid, hoy, era una delicia. Poco tráfico, corría aire, aparcamientos libres. Se podía pasear, sentarse en una terraza y ver pasar el mundo. Fuia a Misa al oratorio del Caballero de Gracia, parábola de la siembra del trigo. El grano comido por los pájaros, el grano perdido o ahogado en los afanes de este mundo , las riquezas, el que da fruto, terinta,sesenta,cien. Siempre pienso o podemos pensar que son los otros el grano que no da fruto, pero hay todavía en nuestra vida mucha zarza, mucho pájaro, poca tierra profunda. Cristo es el grano que muere y da mucho fruto. Recordé con un amigo historias de la mili, los chicos de ahora ya no hablarán de ese tema porque no la hacen. Que bueno es , a veces, ir al revés: veranear donde hace freco, invernar donde hace calor, disfrutar de la ciudad cuando todos se van, irte de vacaciones cuando todos vuelven, trabajar de noche y dormir de día.

Un día en la mili...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Original, pero si vives en donosti, mejor todavía.

Lilian dijo...

Pequeños lujos como compartir un blog tan bueno como el tuyo y permitirnos estar estar contigo en la distancia.
Un abrazo

marmota dijo...

Ningún lujo es pequeño . Por serlo en si mismo es extraordinario . Un paseo entre la vegetación oliendo fragancias silvestres , escuchando melodias de trinos que se mezclan con el silbido del viento . Sentir en tu mano el abrazo de otra que te acompaña . Capturar los primeros rayos del sol y hacerlos tuyos . Tener tiempo para mirar el cielo , la luna , las estrellas , descubrir el color de las nubes...

Anónimo dijo...

Eso es la felicidad.Vivir día día las pequeñas cosas.Muchas veces nos olvidamos de esto y buscamos la utopía.